EL ORFANATO

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Seguir mi camino se dijo Dracul, ¿cuál será mi camino? se pregunto esta vez.  Inmediatamente pensó en su cueva,  no veía otro  destino para él. Miro a su alrededor mientras se alejaba rápidamente de allí.  Le gustaba estar entre la gente, aunque lo desesperaran  con sus pensamientos y el ruido que  había por todos lados.  Aun así,  se dijo que era agradable no estar solo.

Suspiro cansadamente,  y se  detuvo  para esperar a los niños que caminaban lo más rápido que podían para seguirle el paso, pero no era suficiente.    Una vez que llegaron a su lado, Dracul les dijo que irían al orfanato sin más demora,  y arreglarían las cosas allí.   Estaban a una semana del lugar.  Ya no perderían más el tiempo, viajarían rápido  y sin distracciones.

Los niños lo miraron y asintieron en silencio,  ninguno tenía ganas de volver a aquel lugar, y habían rogado  que Dracul cambiara de idea, pero según veían, eso no sucedería.

Compraron algo  de comida para el viaje y se marcharon  antes de que anocheciera.

  Dracul no se cansaba pero los muchachos sí, aunque  no tanto como al principio, ahora estaban mejor alimentados, ya no eran unos muertos de hambre caminando de un lado a otro sin rumbo fijo.  Entraron en un par de ciudades  con las que se toparon pero solo compraron lo necesario y se marcharon.  Dormían más que nada a la intemperie.   Dracul se encargaba de encontrarles un lugar  abrigado y se acomodaban allí para pasar la noche o descansar un rato.   Se aseaban en cualquier riachuelo  que se encontraban y seguían su camino.

Más de una vez los niños le preguntaron qué harían cuando llegaran al orfanato, pero Dracul  les decía que él se encargaría de todo, que no se preocuparan. Los niños se miraban  y se encogían de hombros, por alguna razón estaban seguros que Demian haría que todo estuviera mejor, no sabían nada de él, pero confiaban  en su palabra.

Cinco días después de dejar el muelle y a Clara llorando por la muerte de su padre, Dracul y los niños estaban  llegando a la ciudad, a la que habían jurado no volver nunca más.

Los niños estaban muy asustados, Dracul sentía su miedo y renuencia  mientras se acercaban cada vez más al orfanato.

Una vez que llegaron a las  rejas que cercaban la enorme propiedad, Dracul quiso gruñir de rabia y horror.  El lugar era horrendo, la vegetación casi inexistente, solo unos cuantos árboles  a medio morir en el  jardín, si es que se le podía llamar jardín, a ese montón de tierra que había por todo el lugar.  A primera vista era horrendo.  Se veía a  una veintena de niños sucios y delgados yendo de un lado a otro, o jugando con algún palo, pero sin ningún ánimo.  A la distancia se veía que no tenían fuerzas ni para jugar, con suerte y podían estar en pie.  Miro la enorme casa de cuatro pisos y no era más que  una casa del horror.  La pintura  se había salido casi toda, algunas ventanas estaban con tablas, seguramente los vidrios se habían roto.   El lugar llamaba más a la muerte que a la vida,  él como un demonio sabía suficiente de la  muerte. No quiso ni pensar en cómo sería en interior de ese desdichado lugar.   Miró a los niños y estaban llorando en silencio  mientras temblaban de miedo.  Ahora entendía su terror al pensar en volver a ese horrible lugar.

Dracul miró al otro lado de la calle y se enfureció aún más.  Por todo ese lado de la calle había elegantes casas, todas con bellos  y elegantes  jardines,  rebosantes de vida,   luego estaba este otro lado de la calle. 

Volvió su vista hacia el orfanato y  sin apartar la mirada del lugar, le dijo a  los niños que ellos no volverían a entrar allí,  hasta que él hubiera arreglado las cosas. 

Dracul los condujo lejos de allí, mientras  pensaba en cómo hacer pagar a todos los culpables de que existiera un lugar  como aquel, y no se refería solo a los que  estaban a cargo de ese lugar, sino también, al resto de la ciudad, sin duda todos conocían ese lugar.  Volvió a mirar las elegantes casas mientras se alejaban y sin duda, ellos también pagarían por no haber hecho nada para ayudar a esos infelices niños.  Les daría a todos una lección que no olvidarían jamás.

Una vez que pago una pensión para que los niños se quedaran allí, Dracul salió a recorrer la ciudad no como un demonio,  sino como un muchacho que andaba conociendo los alrededores.

Camino hasta el anochecer, recorrió la ciudad de arriba y abajo y ese orfanato era lo único que  quitaba belleza a la ciudad, y sin embargo era  el único lugar donde los hijos no deseados, los abandonados o los ilegítimos  tenían acogida.  Incluso varios  niños  eran enviados a las calles a pedir limosnas, y las ganancias eran entregadas a la directora del lugar.

Apenas la noche cayó sobre la ciudad, Dracul fue a la pensión  a ver a los niños.  Los encontró encerrados en el cuarto, no se habían atrevido a salir de allí en todo el día,  Dracul los sacó y los llevo al comedor.  Mientras ellos cenaban Dracul les dijo que saldría durante la noche para entrar en el orfanato y ver cómo era por dentro.

La mente de los niños se llenó  con los recuerdos de los pisos superiores, donde solo reinaba la decadencia y la muerte.  El demonio vio sus pensamientos y pensó que no era posible que el lugar  se viera como  estaba en sus mentes.  Seguramente al ser niños lo habían exagerado todo.

Un par de horas después Dracul se dijo que los niños no le habían hecho justicia al lugar con sus pensamientos, todo era mucho peor que los recuerdos que tenían en  su mente.  El lugar era un verdadero infierno sobre la tierra.  Dracul jamás había visto un lugar tan  macabro   como aquel.    

Al  entrar al orfanato, entro por la puerta del frente valiéndose de sus habilidades demoniacas, ni siquiera tuvo que abrir la puerta para entrar.  El primer piso era lujoso e inmaculado.  Pero por debajo de ese buen olor que había, se sentía otro olor, uno que decía que todo lo que veían los que entraban allí era mentira.  Fue hasta el final del pasillo y se encontró con una puerta negra cerrada con varios candados.  Los abrió todos nada más tocarlos.  Al abrir  la puerta,  el olor a podredumbre  lo lleno todo.   No se molestó en cerrar la puerta,  antes de subir peldaño a peldaño mientras el dolor de todos los que allí habían muerto llegaba a él.  Sus torturadas almas  no habían abandonado ese lugar.  Seguían allí, él los sentía sufrir aún después de muertos.  Ellos querían justicia, él se las daría.

Al llegar al rellano de la escalera, las lágrimas corrían por sus mejillas,  en aquel lugar habían muerto durante los últimos años muchísimos niños,  la mayoría de hambre,  los otros de enfermedades, y entre  la veintena que quedaba con vida,  había varios que no verían  un nuevo día.

Dracul recorrió los  tres pisos superiores y se llenó de la pena,  el sufrimiento y la desdicha  que había en aquel lugar,   se concentró en cada niño que había allí y quito algo de su sufrimiento y lo uso para aumentar sus poderes.  Concentro con más intensidad sus poderes en aquellos que no vivirían y quito del todo su dolor y los hizo dormir para siempre.   Después de esto bajo al primer piso y se dirigió a  ala de la propiedad donde vivía la directora del lugar y aquellos que  la ayudaban a dirigir aquel lugar.

_"Les enseñaré lo que es el dolor y el sufrimiento" murmuro Dracul instantes antes de abrir la puerta de la habitación de la directora del lugar.

DRACUL ( IV libro, Serie La Niña Y Los Monstruos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora