DRACUL ( IV libro, Serie La Niña Y Los Monstruos)

DESGRACIADOS

El aludido, que aún estaba en aquel lugar, no podía creer que él fuera el motivo de tanto problema, se acercó más a la vampira y abrió mucho los ojos al mirar en sus ojos y ver qué era lo que realmente estaba pasando. Fue hacia el vampiro que gruñía peligrosamente en dirección a la vampira, y vio que había en su mente. Se tragó un gruñido de rabia al saber que estaba pasando. Se alejó de la casa antes de aparecer ante ellos y matarlos a todos. Salió caminando de allí enfurecido, fue saltando de árbol en árbol hasta llegar al lago. En un ágil movimiento salto sobre una roca y se sentó allí para calmarse.

"Desgraciados" dijo en voz baja y golpeo la piedra con rabia. No le quedaba más que desechar la idea de pedirle a Ángel que fuera al orfanato, definitivamente tendría que buscar ayuda por otro lado, y alejarse lo más que pudiera de los vampiros. Las peleas de Carmina y Luka no eran más que una gran farsa. Se habían puesto de acuerdo desde el mismo día que llegaron a la hacienda y vieron el revuelo que se armó al saber la identidad de Dracul.

Luka se negó a creerlo al igual que los otros, leyeron los papeles y revisaron el contenido del baúl una infinidad de veces. Aun no estaban del todo seguros que ella fuera el Demonio, pero a aquellos que habían sentido aprecio por Ary no les importaba lo que fuera. Querían encontrarla y llevarla a la hacienda para que viviera allí con todos ellos.

Dracul se estremeció de solo pensar en vivir entre los vampiros, la sangre de ellos era su alimento, como podría estar a su lado sin lanzarse contra su cuello y dejarlos seco. Acaso esos estúpidos no piensan, pensó Dracul. Carmina y Luka tenían planeada otra gran pelea, y esta sería la que dejaría la grande, tanto así que el joven vampiro se marcharía de allí para no volver en mucho tiempo. Durante todo el tiempo que estuviera lejos de la ciudad subterránea se dedicaría a buscar a Ary. Cronos se le uniría unos días después y juntos empezarían a recorrer el mundo en busca del demonio. Luka tenía una fuerza descomunal y Cronos además de controlar el tiempo también era un muy buen rastreador. Pensaban que encontrarlo sería fácil, sobre todo por la peste que el demonio dejaba por donde pasaba.

Dracul Desapareció de aquel lugar y llego al pueblo para ver cómo estaban las cosas con los lobos. Después de un rápido recorrido vio que todo estaba bien. Lucian era feliz con su esposa y esperaban ansiosos la llegada de su hijo. Hottu estaba en similar situación con Helena, lo mismo que Aryela e Isael. Dracul se rió, pues definitivamente los lobos no habían perdido el tiempo. Habría varios nacimientos en los próximos meses. La población aumentaría considerablemente de seguir así las cosas, el pueblo les quedaría chico.

Las maldiciones de Alguien llamaron su atención y fue hacia el dueño de aquellas groseras palabras. Era Amílcar, quien para variar, estaba totalmente Borracho caminando por las calles del pueblo, probablemente en dirección a su casa. Dracul se quedó en el mismo lugar mientras el lobo caminaba hacia él. Cuando estaba a centímetros de chocar de frente con un invisible Dracul, se detuvo abruptamente y dejo caer la botella con alcohol.

Dracul se sorprendió de que aún en su estado, hubiera sido capaz de sentir su presencia, ni siquiera los vampiros habían sido capaces de sentirlo.

El  lobo  estiro  la  mano  y  Dracul  la  sujeto  rápidamente  y  los  hizo  desaparecer  de  allí.

El  brusco  movimiento  más  la  borrachera   hicieron  que  el  lobo  devolviera  todo  lo  que  tenía  en  el  estómago.   Dracul  puso  mala  cara  y  se  alejó  un  poco  de  él. Usó  sus  poderes  e  hizo desaparecer   todo  lo  que  el  lobo  había  devuelto.  Se  acercó  a  él  para  hablarle  pero  el  lobo cayó  a  la  cama  inconsciente  a  causa  de  la   borrachera. Dracul  apretó  la  mandíbula  y  cerró  los  ojos para  calmarse  un  poco. Recorrió  la  casa  de  Amílcar  y  luego  guardo  las  pertenencias  del lobo   en  un  baúl   y  escribió  una  nota   en  la  que  decía  que  se  iría  por  un  tiempo  para ayudar  a  Dracul  en  algo. Se  aseguró  de  dejar  su  particular  olor  en  el  lugar  para  que  supieran  que  realmente  había  estado  allí.

Dejo   la  nota  encima  de  la  mesa   del  comedor, y  se  fue  a  la  habitación   para   cargar  al lobo  y  llevarlo  al  orfanato. Había  hurgado  en  la  mente  de  Amílcar  y  veía   que  las  cosas  no  estaban  bien, vivía  borracho, nadie  sabía  qué  hacer  para  ayudarlo  a  salir  del  vicio. Nadie  sabía  que  le  pasaba.

Dracul estaba seguro de poder quitarle lo borracho.