#final

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Desde este lado de la pared todo es diferente, más obscuro, más solitario, abundan los suicidios, muertes, violaciones, el temor, sin embargo el otro lado es muy diferente, las personas sonrien, las aves cantan, todo es de color, hay veces en las que se pregunta si solo serán fantasías, las envolturas de su cuerpo se desprenden fácilmente dejando así solo una fina capa de piel, la voz que hace un tiempo era firme y calida hoy se ha convertido en una fría y enigmática, sus ojos que alguna vez fueron los más hermosos, cálidos y expresivos, hoy no son nada más que tristeza, odio y temor.

Esa bella sonrisa, brillante y única ahora no es más que una mueca que adorna tenuemente su rostro, las cosas se están llendo de sus manos, la cordura que nunca existió en su cabeza está desapareciendo rápidamente dejando en cambio solo pensamientos idiotas y rencor.

Hyung estába dormido a mi lado, sus ojos cerrados ligeramente, sus labios entreabiertos dejando escapar pequeños supiros que llegaban a parar en mi mejilla, su pecho subía y bajaba en un compás lento y cerrero, acabábamos de ser uno con hyung, fué la mejor experiencia, sin embargo la más dolorosa de todas, me permití observar la belleza de hyung, pasé mis dedos por su calida piel, desde sus hermosas cejas, parpados, nariz, labios, barbilla, cuello y pecho, mis dedos picaban de anticipación, deseaba con todas mis fuerzas poder ser mejor para YoonGi, deseaba ser una persona normal y no arrastrar a hyung al, inevitable y sombrío infierno al que yo pertenecía.

Definitivamente yo era todo lo contrarió a yoongi, eramos dos almas destinadas a sufrir, hay veces en las que me pregunto si alguna vez fuí realmente bueno para hyung, si algúna vez serví para algo más que solo causar dolor, estaba perdido en un oscuro lugar en el pertenecía pero no quería estár, mi forma de amar era distinta a la de los demás, nunca pensé llegar a esto, pero las cosas son inevitables y más cuando eres el novio de un esquizofrénico como yo.

Tomé con mis temblorosas manos el rostro de hyung dejando castos besos por cada parte de este, sus ojos se abrieron lentamente solo para verme a los ojos y sonreír.

- Minnie quiero dormir, ven a dormir conmigo bebé. - hyung tomó mi cintura con sus calidas manos acariciandola suavemente, besos tiernos llegaban a mis labios cada cinco segundos lo cuál lograba que un gran sonrojo se formara en mis mejillas.

- ¿que... Que pasaría si yo... Algún día me fuera?, ¿ me seguirías... Amando?. - mis manos rodearon su palido cuello acercando cada vez más nuestros desnudos cuerpos.

- moriría, simplemente no puedo imaginar una vida sin tí, pero... Tranquilo, eso no pasará, estás aquí y nunca me dejarás por que me amas tanto como yo a tí.

Escuchar eso me rompió el corazón, toda posibilidad de escape para mí estaban bloqueadas, besé a hyung cálidamente, levanté mi cuerpo y me puse sobre él para poder besarlo mejor.

- calma bebé, tenemos todo el tiempo del mundo para hacerlo, ven a descanzar conmigo amor. - abracé el cuerpo de hyung como si no existiera un mañana.

- todo el tiempo del mundo. - susurre en su oido, me recosté nuevamente a su lado acariciando su desnudo pecho. - te amo mucho hyung, gracias por estár conmigo.

- siempre amor. - ese pequeño susurro de parte de hyung basto para romper literalmente mi corazón, recosté mi cabeza en su cuello esperando a que hyung se durmiera completamente, cuando sentí un pequeño, casí imperceptible ronquido me levanté cuidadosamente de la cama.

Busqué mi ropa interior y con algo de dificultad me la puse, tomé una camisa de hyung y la coloqué en mi cuerpo, fuí hasta la ventana donde dejé mi mochila negra, saqué las cosas escenciales y lo demás lo dejé dentro, puse la pequeña manta blanca cubriendo el brilloso y pulido piso, el oso de felpa que hyung me regalo lo dejé a un lado de la manta junto con un sobre blanco que contenía la carta que hyung me envío cuando nos enojamos por primera vez, por el rededor dejé las escasas fotografías que alguna vez nos sacamos en el parqué, cafetería y de hecho también en mi habitación, saqué la pequeña y dorada cajita que ocultaba bajo la cama en mi habitación y la puse a un costado, me acerqué nuevamente a la ventana apreciando lo que sería un nuevo amanecer para yoongi hyung, para su madre y para el mundo.

Luego de unos minutos debatiendo internamente si lo que haría estaba bién o mal me levanté y fuí hasta la cama de hyung donde acaricie su rostro suavemente y deposite un suave beso en sus labios.

- te amo Min YoonGi. - con mis ojos cristalizados avancé hasta la manta dónde me senté a pensar y recordar, la primera vez que vi a hyung, el primer sonrojo, la primera sonrisa, la primera palabra salida de sus pefectos labios, el primer toque, el primer abrazo, el primer beso, el primer te amo, la primera vez que hicimos el amor, la primera y única vez que me enamoré perdidamente, lágrimas corrían desaforadas por mis mejillas llegando a un lugar inexacto en esta vacía y odiada vida, entre mis manos estaba el asqueroso frasco que acabaría con todo esto, tomé entre mis manos su contenido y sin darme una oportunidad de arrepentirme las tragué.

No lo hagas, te lo prohibo.

- tu... Tu no eres na... Nadie para prohibirme nada.

Tomé la pequeña botellita que robé de la oficina del conserje del hospital y tomé todo el líquido asqueros que contenía, de la cajita doraba saqué la pequeña navaja que robé de la señora Min, la puse en mis brazos verticalmente, cerré los ojos fuertemente y lo hice, muchos cortes había bajo, en mis dos brazos.

- perdóname hyung.

No lo hagas.

PARK JIMIN.

NO TE ATREVAS.

Mi sangre manchó la estúpida manta blanca bajo mi cuerpo, recosté mi cuerpo de manera cómoda mirando el techo azul de la habitación, luego de unos minutos mi cuerpo comenzo a sentirse pesado, mis manos temblaban, mis piernas se sentían debiles, todo mi cuerpo hormigueaba, mis ojos comenzaron a cerrarse suavemente, mis sentidos se apagaron, sentía como mi cuerpo expulsaba la sangre por mis brazos, el frío traspasar mi piel como si fuera una simple tela, y cuando por fín me sentí tranquilo dejé de sentir todo a mi alrededor.

Abrí mis ojos solo para observar por última vez ese bello rostro que me enamoró.

No cierres los ojos Park.

NO TE ATREVAS.

- al fín eres libre hyung. - y con el último susurro de mi parte una hermosa luz se coló por la ventana iluminando gran parte de la habitación, con el primer rayo de luz cerré mis ojos y me despedí del mundo que algún día consideré mi hogar. Al final no gané la lucha contra las voces de mi cabeza pero salvé la vida de yoongi hyung y eso para mí ya era una victoria.

Ellos dicen.

Fín.

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Hola!  Ah ctm es el final :c 😢😢😢😢

No es broma chicas, de verdad es el final, ash!  Me cuesta mucho despedirme de esto por que... Fué parte de mí y... Y... Ay!  Quiero llorar, sé que no se lo esperaban pero... Así debia suceder :c

Las amo con todo el corazón chicas, aún falta el epílogo we xd, sé que en este momento me deben estár odiando pero quiero que sepan que a pesar de todo yo las amo con todo el cora y siento si las hice sufrir :c

Sin nada más que decir, anonima se despide~💚💚

Dicen...🐱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora