✎ C o n t i n u a c i ó n . ✎
-¿Quién es? -Antes de dignarme a mirarla, preferí dedicarme a evitarla.
-Taeyeon. Una idol. -Masculló, encogiéndose.
No acababa de creerme lo que decía. Me giré de forma bastante disimulada y, tras recorrerla un par de veces con la mirada, le miré de nuevo.
-¿Pero esa no estaba con un tal Baekhyun? -Inquirí, luchando por susurrar. La sorpresa me hacía querer alzar la voz, pero debía aguantar.
-Estaba, tú lo has dicho. -Soltó, para luego dirigir la mirada hacia donde ella se encontraba, notablemente nervioso.
-¿Tan mal os lleváis ahora? ¿Y por qué saliste con ella? -Más que buscar agredirle como lo estaba haciendo sin querer, buscaba apagar mi propia curiosidad. Era obvio que se sentía un poco bombardeado.
-¡No sé! Estaba borracho, así no se piensa. -Admitió, alzando un poco la voz.
Cuando quise responder de nuevo, de forma bastante repentina, la teníamos al lado. Johnny dio un respingo en el sitio y emitió un quejido de sorpresa y confusión; por mi parte, yo tan solo la miré.
-Hola, Johnny. Y... Tú. -La oí mascullar entre dientes a la hora de referirse a mí, pero no le dediqué una reacción concreta. Ignoré su desdén y contraataqué con tranquilidad.
-Hola. ¿Vienes a vendernos algo? No requerimos de tus servicios. -Para aquel entonces era más que obvio que ella estaba comenzando a molestarse. La señalé, torciendo luego la mirada hacia él.- ¿Eres cliente habitual? No tenías cara de eso.
Pude oír a Johnny reírse por lo bajo, entre dientes.
-¿Es tu novia? -Me cortó, probablemente buscando que dejase de molestarla. Sonreí y me giré de nuevo hacia ella.
-Sí. Soy su novia.
Sentí la mirada de mi acompañante clavándose en mi nuca. Pareció tardar un buen rato en reaccionar ante mis palabras, pero cuando lo hizo le noté dispuesto a arrancarle la yugular a Taeyeon.
-Sí, mi novia. ¿No te parece guapísima? Al menos más... -La voz de la muchacha cortó la de él, de forma absolutamente abrupta. Por instinto, la miré.
-¿Tan rápido me has superado? -A pesar de que parecía dolida, podía percibirse que tan solo fingía.
-Sí. -Espetó él. Estaba serio. Muy serio.
-No pienso perdonarte esta. Puedes esperarte la peor de las venganzas de mi parte. Nadie, Johnny, nadie me supera a las dos semanas y se va como si no hubiese pasado nada.
Antes de que pudiésemos responder, ella se había girado y estaba yéndose. Parecía haber entrado únicamente para hablarnos.
-Vaya pesada... -Me giré entonces hacia él. Pude encontrar en su expresión facial un atisbo de pánico, pero principalmente parecía enfadado.- ¿Pasa algo? Ya se ha ido.
-Sí, pasa algo. No me lo puedo creer. -Se llevó las manos a la cabeza, suspirando.
-¿No la has superado aún, o algo?
-No es eso. El problema es... -Me dirigió la mirada, exhalando un segundo suspiro.- ... Que lo dice en serio. Va a tratar de arruinarme la vida.
-Bueno... Tus amigos de verdad se quedarán contigo, da igual lo que ella haga. -Solté, buscando animarle. No sabía qué decir o qué hacer y en el fondo tan solo podía culparme a mí misma.
-Lo sé, y ese es el problema. Atacará con lo físico al ver que lo social no funciona... -Parecía profundamente consternado. Pudo percibirse la sensación de culpa en mí, pero tan solo lo supe cuando me miró y habló de nuevo.- No te culpes, Junoh. Está bien. Si le hubieses dicho que no eres mi novia se hubiese puesto mucho peor. Has minimizado los daños.
Me froté la nuca, suspirando. Quería creerle, pero en una situación semejante no podía. Había resultado ser, por desgracia, una cita bastante desastrosa. Me sentía frustrada, horrorizada por el panorama pero, en el fondo, solo podía pensar en ayudarle.
-Te apoyaré. -Solté, sin pensármelo. Me miró con desconcierto, como si aquello lo hubiese tomado por sorpresa o no me hubiese entendido.- Estaré contigo. Trataré de ayudarte con ella. ¿Vale? Estoy aquí, aunque acabemos de conocernos.
Justo entonces la más brillante de las luces se encendió ante mí: sonrió. Una sonrisa sincera, limpia, pueril y maravillosa. Parecía profundamente alegre y, como antes de la aparición de Taeyeon, había logrado contagiarme su estado de ánimo.
-Gracias. Cuento contigo... Pero no hagas nada estúpido. -Y dicho aquello, rió. Yo reí con él.
La conversación siguió sin problemas, recuperamos los ánimos. Estuvimos hablando hasta que creímos que era hora de irnos, y así lo hicimos. Salí del local junto a él, para percatarme de que era ya de noche. Torcí el gesto y él, que también parecía haberse dado cuenta en el momento en que salimos, hizo lo mismo.
-Te acompaño a casa, ¿vale? -Me dijo, mirándome luego. Le sonreí.
-Está bien. Gracias.
De nuevo, retomamos la conversación. Me acompañó hasta casa y, ya en la puerta, le miré. No quería que se fuese y, además, suponía que su casa estaría bastante lejos.
-¿Quieres quedarte a dormir? Tengo una habitación libre. Supongo que tu casa queda lejos... -A pesar de haber tenido que enfrentarme a mi propia vergüenza, lo propuse. Me sonrió, pero negó con la cabeza.
-No, pero gracias por la propuesta. Tengo que ir y ordenar. Además, prefiero que duermas tranquila antes que teniéndome roncando en la habitación de al lado. -Me besó la frente de forma completamente repentina, sin aviso previo. Me sonrojé, pero no me quejé.- Mañana a las cuatro en el mismo sitio.
Tan solo me vi capacitada para asentir con un cabeceo; aquel beso había acabado con mi capacidad de comunicarme verbalmente. Sonrió, nos despedimos, y se fue.Entré en casa, aún en estado de shock. Cerré la puerta a duras penas y apoyé la espalda contra esta, deslizándome hacia abajo luego hasta sentarme en el suelo. Me toqueteé la frente con las puntas de los dedos, suspirando de vez en cuando; sabía que era ridículo, que acababa de conocerle, pero sentía que le quería cerca y no en un sentido meramente carnal. Era ridículo, una estupidez, pero me gustaba bastante sentirme estúpida.
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Para mí. ✎ Johnny 「NCT 127」 fanfic.
FanficTe vi, me viste. Te conocí en aquella parada de autobús; hacía mal tiempo, pero fuiste tú quien pareció hacer desaparecer la tormenta y quien me ayudó a ver el sol de nuevo.