Cambiar su maldito vendaje sin a penas tener experiencia en medicina era un completo desastre, pero conseguía arreglármelas. En cuanto acabé dejé todo a un lado y me senté en el borde de la cama, frotándome con ambas manos los muslos. Estaba agotada y harta de tantos problemas, pero prefería disimularlo para no preocuparle.
-JunOh. Tu móvil. -Masculló él, abriendo un ojo para mirarme.
Al tenerlo silenciado habría sido casi imposible que me hubiese percatado de que estaba sonando, así que agradecí el aviso. Extendí la mano y, sin mirar siquiera quién era, descolgué.
-Hola, palomita. -Oí a Taeyeon decir, con aire triunfal.
-¿Qué has hecho ya? -Espeté, gruñendo luego por lo bajo.
-¿No hace mucho que no recibes una llamada de tu amiga Jiy...? -Entonces, colgué.Tardé muy poco en marcar su número. Me temblaban las manos y sentía que un tremendo peso estaba cayendo directamente sobre mis hombros. Como supuse, no hubo respuesta. Me encogí sobre mí misma y, en última instancia y por intuición, decidí llamar al hospital para preguntar por ella.
-¿Sí? -Escuché la voz de la recepcionista al otro lado de la línea.
-¿Está Kim JiYoon ingresada?
-¿Kim JiYoon? Ha llegado hace un rato por un grave accidente de coche, sí. Si se pasa por aquí podemos indicarle la habitación en que se encuentra, si lo desea.
-Sí... Gracias.Y una vez más, lloré. Era mi culpa, por meterla. Era mi culpa por obligarla a meterse en cosas que no tenían que ver con ella, por arriesgar su bienestar.
-¿Ha... Hecho algo a tu amiga? -Preguntó Johnny, tras de mí. Me frotó la espalda con una mano, suspirando.
-Sí. Voy al hospital. -Fue cuanto dije antes de levantarme.Tuve que ir corriendo. Tenía suerte de tener buena condición física pues no tenía coche y tampoco licencia de conducir; quería sacármela, pero no tenía ni dinero ni tiempo.
Tardé cerca de media hora en llegar. Corrí hasta la recepción y me asomé hacia la muchacha que supuse que había hablado antes conmigo. Me indicó la habitación en cuanto le expliqué quién era y a quién buscaba, así que salí a prisa a verla. Cuando llegué, estando en la puerta, escuché un par de exclamaciones desesperadas por parte de una doctora y una contestación tan bruta y cómica como esas que crees que solo verás en ficción, por parte de JiYoon. Era inconfundible.-¡Señora! ¡Le he dicho que no puede fumar en el estado en el que está, y mucho menos en medio de un hospital!
-Y yo le he dicho que puede irse a la mierda. Tenemos dos opciones: que me coma el coño o que me deje fumar. Usted elige.
-¡Que no fume!
-Que me coma el coño.Entonces, entré. Al verme sonrió ampliamente, relajándose. La doctora se giró, mirándome, y suspiró.
-Por favor, no le permita que fume. -Fue cuanto dijo antes de irse.
Me acerqué entonces a la magullada y destrozada JiYoon, que ya estaba intentando de encenderse un cigarrillo. Percibí que, a pesar de estar intentando hacerse la dura y descarada, estaba destrozada físicamente.
-No fumes, anda. No creo que sea bueno.
-No me digas qué hacer. -Respondió, pero guardó el mechero y con él el tabaco.- ¿Quién te avisó?
-La... La zorra esa. La que te conté que...
-Sí. Lo sé. Creo que es obvio que fue ella quien provocó esta mierda.Con bastante dificultad subió las piernas a la camilla y se recostó, mirando al techo. No se quejaba, pero algo en su expresión facial me decía que le dolía moverse.
-Le voy a partir la puta cabeza. -Dijo, soltando luego una carcajada cargada de sorna y rencor.- Personalmente, me da igual que me haya destrozado. Pero no voy a pasar por que te lo haga a ti. Como te ponga un dedo encima pienso ir a romperle las piernas.
-¿Cómo fue? ¿Qué pasó? ¿Cuánto daño te hizo? -Pregunté entonces, tras una pequeña pausa.
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Para mí. ✎ Johnny 「NCT 127」 fanfic.
FanficTe vi, me viste. Te conocí en aquella parada de autobús; hacía mal tiempo, pero fuiste tú quien pareció hacer desaparecer la tormenta y quien me ayudó a ver el sol de nuevo.