La melodía de tus ojos

I

"Algunas personas sienten la lluvia ☔️ otras simplemente se mojan"

Narra Aurora

El fuerte sonido de los truenos perturbaba mi tímpano como grandes tambores en un carnaval, hace más de una semana que esta espantosa tormenta no cesaba. De camino al instituto con la cabeza recostada de la ventana, la sentía temblar por la gran fuerza que caía la lluvia y tratando de comprender cómo las personas ignoran la lluvia cuando cae, yo podría pasarme horas viendo como cada gota cae y se consume en la tierra.

Desde que tengo 12 años perdí la vista en ese horrendo accidente que le costó la vida a mi padre, desde entonces mi madre se la ha pasado gastando fortunas en tratamientos, pero nada resultó. Hace un año le dije a mi madre que ya era hora de resignarse y que no volveré más a un doctor por motivos de la vista. El hipnotizante sonido de la lluvia relajo mi mente y me puse a recordar la última vez que hablé con mi padre.

Recuerdo que íbamos de camino a comprarle un pastel a mi madre porque era su cumpleaños, estábamos escuchando claro de luna de Beethoven y yo tocaba el asiento imaginando que era un piano mientras que mi padre me miraba por el retrovisor con una gran sonrisa.

-Aurora hija, prométeme que serás una gran pianista-dijo aún con aquella sonrisa que me transmitía paz

-Lo prometo papi-le dije inocentemente-En todos mis recitales te reservaré el primer asiento

-No me los perderé por nada del mundo. Que así sea querida Aurora

Cuando íbamos por aquella curva, un camión venía en la vía contraria, también recuerdo que mi padre y yo estábamos distraídos hablando de cómo se llamaría mi primer recital, a mi padre al igual que a mí le encantaba el piano y todas las noches antes de dormir me tocaba una hermosa pieza. No recordaba nada más, solo que cuando desperté en el hospital todo estaba oscuro y yo lloraba preguntando por mi padre.

-Aurora ya llegamos al instituto, despierta-me dijo mi madre dándome ligeros golpes para hacerme reaccionar

No me había dado cuenta que me quede dormida, la lluvia no se escuchaba así que supuse que había parado de llover un poco. Tomé mi bastón blanco y me desmonte del auto, mi madre me tomo por un brazo y empezamos a caminar mientras yo movía mi bastón de un lado a otro para no tropezar.

-Hija me esperas está bien, no vayas a salir que el clima está muy lluvioso-me dijo mi madre mientras me dejaba en la puerta del instituto. Me dió un beso en la frente y la sentí alejarse, pues ya no percibía su olor

Estando en el instituto no necesitaba ayuda para moverme, pues ya he pasado tanto tiempo en este lugar que lo conozco como si fuese mi propia casa. Estoy a punto de graduarme, este es mi último año. En este instituto solo estudian personas especiales ya sean sordos, ciegos, mudos y niños autistas. Cada una de las áreas dividido en edificios, me dirigí al edificio #2, para moverme utilizo la técnica de contar, solo tenía que contar 8 pasos a la izquierda y 20 pasos derecho para llegar.