XVI

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"Me entenderás cuando te duela el alma como a mí"

"Me entenderás cuando te duela el alma como a mí"

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Narra Aurora

Cuando ella colgó el teléfono y me dijo que lo encontrara lo primero que hice fue pararme rápidamente para decirle a mi madre que prefiero quedarme sola el fin de semana aunque no coma nada que quedarme esta noche con esta malvada chica. Sentí que alguien tiró de mi fuertemente y me hizo caer al suelo, me amarro la boca con una cinta. ¿Qué diablos? Esta chica es una lunática.

Creo que mi corazón saldrá disparado, Cristóbal en una ocasión mencionó una chica que le había echo daño en el pasado, y ahora lo entiendo esta Aysun si está loca. Pero me puse a pensar que ella no puede ser tan idiota de hacerme algo malo si mi madre está allá debajo y sabrá que ella lo hizo. Quizás quiera darme un susto para fastidiarlo.

Me mantuve en silencio hasta que mi madre subió, intenté me levanté rápidamente sin saber hacia dónde iba, pero me tropecé otra vez y caí. No sé con qué me golpeé pero apreté fuerte los ojos por el dolor, sentí que algo puntiagudo clavo por debajo de mi hombro.

—Chicas y ese ruido ¿Están bien? ¿Aurora?—escuché a mi madre decir al mismo tiempo que tocaba la puerta—Abre quiero despedirme

—Ssshhh si haces un movimiento juro que te corto todo el cabello—me dijo tomando mi cabello con fuerza, aterrada asiento—Oh señora Aurora está dormida—le gritó Aysun con voz inocente

—¿Qué? abre la puerta

—Lo siento, estoy desnuda recién me acabo de dar una ducha—le responde incrédulamente—Que tenga buen viaje

No pude evitar romperme a llorar, mi madre no dijo una palabra más y supuse que la había convencido, no puedo creer que pasare toda una noche con esta chica haciéndome quién sabe que cosas y mi mamá se fue sin saber nada, cuando salga de esta juro que la denunciaré.

—Cuéntame estupida como conociste a Cristóbal—me preguntó levantándome con fuerza del suelo y empujándome a la cama—Ah cierto te tape la boca—dice riendo a carcajadas—Si gritas te mataré

Estoy tan aterrada que asiento sin reprochar, me quita la cinta de la boca y manos con agresividad, respiro de alivio porque me estaba apretando demasiado. Escucharla hablar me hacía temblar tanto como las noches de truenos que viví cuando era niña y mi padre me abrazaba fuertemente hasta dormir, por qué de todas las personas del mundo tuve que terminar en los brazos de esta chica.

—Ahora responde

—Del... instituto de su madre—dije tartamudeando

—Claro debí suponerlo, eres una discapacitada—dijo riéndose a carcajadas burlándose de mí. Estoy tan acostumbrada a las burlas que las de ella es una más del montón

Me acorde de uno de los poemas que mi madre me leyó anoche en donde en unos versos decía: si alguien te lastima devuélvele una sonrisa, eso le dolerá más que cualquier golpe. Me río

—Sabes, Cristóbal está loco por mi, no te has dado cuenta como me mira? Ah cierto no puedes—comienza a decir como si me importara un bledo lo que dice—En serio crees que se fijaría en ti, eres una ciega que no puede valerse por sí misma

—Me das lastima Aysun—le digo aún sin parar de reír—Tienes que insultar a los demás para sentirte bien y llenar el vacío que tienes de amor, date cuenta que solo das lastima. Eres una perra—le digo haciendo énfasis en la última palabra, no soy de las que insulta a los demás pero esta chica me saca de mis casillas

—Crees que me importa lo que dices maldita ciega, no me importa lo que pienses yo soy hermosa y tengo todo, Cristóbal me ama

—Ja ja, no me importa si el nunca se fijaría en mí o no—miento—Pero si se que dudo que el tenga tan mal gusto de amar a una lacra como tú—le digo lo más cortante posible

—Suficiente—me dice dándome una chachetada—Sabes por qué Cristóbal no se mezcla con las personas de ese mugroso instituto, porque le da asco hablar con personas como ustedes

—¿En serio? No me digas—a pesar de que sus palabras me estaban matando por dentro nunca le demostré lo mucho que me dolía, de eso se trata cuando discutes con alguien que quiere hacerte sufrir—Sabes lo que tenemos todos tiene remedio, pero lo podrido que está tu corazón ni con un transplante se soluciona

Escuché un suspiro que venía de ella, es el mismo que emitía mi madre cuando lloraba por la muerte de mi padre, no disfrutaba hacer sentir mal a la gente eso significa que me he rebajado a su nivel, pero no podía quedarme callada después de todo lo que ella me dijo, estoy sorprendida de mí misma no sabía que era capaz de sacar tanto veneno, seguro está ahí dentro acumulado por todo el bullying que me han echo a lo largo de mi vida.

Aysun me agarro clavando sus uñas en mis brazos, ahora estoy desatada estupida. Intenté buscarla con mis manos y cuando encontré su cabello lo jale con todas mis fuerzas. Ella me volteo sacudiendo mi cuerpo y me tiro a la cama, sentí su cuerpo encima del mío golpeando mi cara sin parar.

Como puede haber tanta maldad en una persona. Grité.

—Nadie te escuchará imbecil, mi madre y la tuya se han ido estamos solas y de esta nadie te salva

—Suéltame—grito entre lágrimas con todas mis fuerzas—Yo no te echo nada—la Aurora débil e insegura había vuelto

—Te parece poco quitarme a Cristóbal—me gritó en la cara, sentí que una gota de su saliva cayó en mi mejilla

—Estas loca—le susurré entre lágrimas

—Sabes juguemos—me dijo alejándose de mi

Nunca había conocido a alguien tan desquiciado como ella, parecía una esquizofrénica con una liga de bipolaridad y obsesión, tiemblo imaginándome lo que ella puede hacerme.

—Te vendaré los ojos para no sentirme tan extraña, aunque teniendo los ojos tapados o no es lo mismo—ríe a carcajadas—Jugaremos a la cuerda floja hasta que caigas por el balcón—su voz cada vez era más maniática

Definitivamente tiene un trastorno mental. Pensé. Me tomó por el cabello y me dejo parada yo no podía ni moverme, mi cuerpo adolorido por los golpes. Siento sangre caer de mi cara, supuse que estamos en el famoso balcón porque el aire es distinto y mi cabello vuela por la brisa.

—Quieres tu celular? Ven por el sigue mi voz idiota

A qué quiere jugar esta estupida, tomar el celular es mi única salvación, lo que ella no sabe es que tengo mi intuición muy desarrollada y puedo deducir dónde está algo o alguien por el sonido. Cosas de ciegos.

Comienzo a caminar con cuidado de no tropezar con algo, ella continúa gritando atrocidades. Cuando doy un paso en falso porque no toco nada con mis pies, solo un vacío del aire.

—Auroraaaaa—escucho a Cristóbal gritarme

Me desmayo.

La melodía de tus ojos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora