La melodía de tus ojos

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"Te llevo en mi corazón ❤️ porque en mi vida no puedo 🙍🏻"

Narra Aurora

—No lo puedo creer Aurora, estoy tan feliz—me dijo mi madre a penas entendía lo que decía por la emoción que tenía

—Si, ya tomé una decisión—le contesté sin podérmelo creer

—¿Cuándo es la audición?

—El viernes—le dije un poco desanimada al acordarme de Cristóbal, de lo feliz que estaba cuando me dio el boleto y de lo mal que lo trate por algo que el no tiene la culpa—¿Haz sabido algo de el?

—No, creo que deberías hablar con el antes de irte

—Seguro no quiere hablar conmigo mamá

—Yo estoy segura que si—me dijo dándome un beso en la mejilla—Descansa—cerró la puerta y el silencio invadió mi habitación

Justis queda en la capital así que tengo que durar dos horas en un auto de camino para llegar allá. Me dormí escuchando música, mañana será jueves y solo tendré un día para prepararme así que iré al auditorio que está cerca del instituto para practicar un poco.

Al levantarme me puse la ropa que mi madre como todas las noches me deja doblada a un lado de la cama para vestirme, me duche y salí. Me monté en el auto, le di los buenos días a mi mamá y nos fuimos rumbo al instituto.

Tenía los cristales bajados y la brisa húmeda me hacía lagrimear un poco, aunque no le había dicho a mi madre estoy muy nerviosa por la audición porque hacer años que no toco el piano y ni siquiera sé si aún me acuerdo o no.

—Que tengas un buen día hija—me dijo mi madre con voz simpática

—Gracias—le respondí

Me bajé del auto con mi bastón, espere unos minutos, los que consideré prudente para que mi madre se fuera. Hoy no planeo entrar al instituto, ensayaré todo el día en el auditorio y a la hora de la salida volveré como si hubiese asistido. Había investigado como llegar, está a 50 pasos a la derecha de la puerta del instituto John, donde estudio.

Tragué saliva y empecé a contar moviendo mi bastón temblando, tenía miedo que llegara al lugar equivocado o peor aún que me atropelle un auto o que accidentalmente pise la cola del un perro y me persiga, ya basta Aurora no seas tan trágica.

Cuando terminé de contar los pasos me giré y sentí una puerta, la abrí y el ambiente cambio por completo. Un fuerte frío de aire acondicionado penetro mi piel, una mezcla de sonidos de distintas variedades de instrumentos, sonreí. Me sentía bien, y me di cuenta que este es el tipo de ambiente en que me encantaría estar para siempre.