La melodía de tus ojos

XVII

"A veces el problema es que tu corazón ❤️ no quiere admitir lo que tu mente ya sabe"

Narra Cristóbal

Conduje sin rumbo a toda velocidad por varios minutos pensando en que si esto era una broma más de Aysun pero luego pensé ¿cómo consiguió su celular? Solo existe una respuesta lógica y es que Aurora está con ella, por supuesto no me creí la barbaridad de que son familia. Eso es imposible, me rehuso a creerlo, el tránsito está liviano por suerte.

No se me ocurrió otro lugar a donde ir que a su casa, hace mucho tiempo que no venía a este lugar. Es bastante hermosa hay que admitirlo, cuando su madre enviudó su padre le dejo una gran fortuna que han despilfarrado en vicios materiales, tanto la señora Perla como su hija me dan una lastima terrible.

La casa es de dos pisos, la habitación de Aysun tiene un gran balcón el cual no se ve desde aquí abajo por el gran toldo que lo cubre. Toqué la gran puerta de madera que ya está un poco raspada por las termitas, nadie contestó, toqué otra vez con más fuerza y la puerta se abrí sola, estaba supuesta como si alguien la hubiese dejado abierta.

Entré con cuidado y el olor que rústico que siempre ha caracterizado esta casa me hizo revertir el estómago, la casa está igual que como la recordaba excepto por los muebles que han pasado de ser marrones a morados. En la mesa de la sala hay dos tazas de café como si alguien ya ha estado aquí. Sigo explorando la casa en silencio hasta que escucho unas risas procedentes del piso de arriba. Es la risa de Aysun sin duda.

Subí las escaleras a toda velocidad y entre al cuarto de Aysun, que está en un gran desorden con la cama desarreglada, varios objetos rotos y en el suelo. Me bajé y vi el celular de Aurora en el suelo y totalmente roto. Volví a escuchar la diabólica risa de mi ex novia y supe que está en el balcón. Cuando salí Aysun me miró como si no le sorprendiera mi presencia, Aurora estaba caminando con los ojos vendados hacia el abismo, en el lado del balcón en donde no hay rejas.

—Auroraaaa—le grité con todas mis fuerzas mientras corría para evitar que cayera, ella se volteó con cara aterrada y cayó al suelo inconsciente

No dude un minuto en sostenerla en mis brazos y cargarla, tenía el labio inferior sangrando, y sus mejillas hinchadas y coloradas al igual que su brazo que tiene un gran moretón. Me llene de rabia y solo quería matar a Aysun pero me controlé no iba a hacerle a ella lo mismo que mi padre le hizo a mi mamá. Cargue a Aurora, solo quiero sacarla de esa casa. Ella musita entre sueños mi nombre y yo le digo que todo estará bien. Aysun está llorando como una desquiciada en la esquina del balcón, ella me miró fijamente y simplemente me dio lastima a pensar de que quería odiarla.

No pensé en hacer nada al respecto solo sacar a Aurora de ese lugar sin importar la razón por la cual estaba ahí, tomé su bolso de la habitación de Aysun y baje hasta el auto. La acosté con cuidado en la parte trasera y me acorde de cuando ella estaba casi inconsciente por la droga y nos besamos. Arranque rumbo a mi casa.