Capitulo 9

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Los días pasaron con lentitud, la relación entre Wade y Peter parecía seguir con normalidad. Ninguno de los dos quería afrontar la realidad, el mercenario notaba que su novio cada vez se veía más decaído pero prefería pensar que todo estaba bien y que tal vez el castaño solo estaba pasando por una faceta de adolescente incomprendido porque en si Peter aun lo era, a pesar de estar pasando por un mal de amor de una persona con más experiencia para saber sobre llevar el problema.

─Oye Wade te estoy hablando. ─reclamo Wisell al notar que su amigo no le estaba poniendo atención.

─Ah sí que decías. ─dijo fingiendo interés así como fingía amar a Peter.

─Que mi nuevo cliente favorito a atraído más personas al bar.

─Creí que yo era tu cliente favorito.

─El paga todo lo que consume, es amable y no me ocasiona problemas como tú. ─le reprocho por su mala conducta.

─Es raro que alguien sea así de calmado este en un lugar como este [Ni se te ocurra interesarte por el] {¿Con quién no le pondrás el cuerno a Spidey?}.

─Dallon es menor de edad así que sería difícil que le den el pase libre en otros bares.

─Eso si no me lo esperaba. ─soltó una pequeña carcajada.

─Si es algo sorprendente, sería una tristeza que ese niño termine siendo un alcohólico por un idiota que no lo valoro.

─Así hay muchos en el mundo [¿No te mordiste la lengua?]{Jodete}.─dijo con una mueca. ─ Así que lo probable es que ese niño termine perdido en el alcohol si sigue viniendo aquí.
─comento como si fuera lo más natural del mundo.

─El no parece merecer llegar tan bajo.

─Pero a veces las personas buenas como el tocan fondo sin merecerlo. ─respondió el mercenario. ─Debo de irme tengo que ir a secuestrar un empresario.

El día se pasó volando tanto para Peter como para Wade, y como era costumbre para Pet últimamente iría al bar pero esta vez sin compañía de Johnny.

El castaño se dirigía a pasos lentos hacia el bar mientras le daba la última calada a su cigarrillo que terminaba de consumirse y a su paso dejaba restos de cenizas detrás de sus vagas pisadas. Hoy era una de esas noches donde el sentimiento de soledad se adueñaba del tanto que le provocaba un nudo en la garganta y la brisa que besaba su rostro con melancolía no ayudaba con ese vacío que el mismo se estaba provocando por amar ciegamente al mercenario. Pero lo que más le carcomía por dentro era saber que ese amor jamás fue mutuo. Peter caería al precipicio de la depresión y Wade sería el que soltaría su mano sin dudar.

Después de unas copas su mente comenzó a jugar con el haciéndolo pasar malos momentos donde empezaba a escuchar la voz de su querido mercenario llamándolo a lo lejos. Pero alguien jalo de su brazo interrumpiendo su ensoñación.

─ ¡Qué diablos crees que haces aquí! ─jalo el brazo de Peter para encararlo. Este lo miro sorprendido ya que pensaba que su mente solo estaba jugando con él.

─Yo...─El castaño no lograba articular ninguna palabra con fluidez. ─ ¿Tu qué haces aquí? ─dijo intentando volver a darle la espalda.

─Peter. ─le hablo el mercenario con una mueca.

─ ¿Qué quieres Deadpool? ─pregunto cabreado, el castaño no sabía cómo era posible que soportara la presencia del mercenario sabiendo que lo más seguro acaba de salir de la cama de otra de sus putas.

─ ¡Que mierdas te pasa!—exclamo molesto.— ¿Cuál es tu puto problema? ─

─Amarte es mi jodido problema. ─ Esto le cayó como un balde de agua fría, en ningún momento espero una respuesta así. ─Tu eres el del maldito problema.

─Hablemos de esto afuera. ─dijo serio Wade.

Al salir del bar se vieron a los ojos con una gran intensidad como nunca lo han hecho, si las miradas mataran ambos ya estarían desangrándose.

─¿Por qué nunca has querido tocarme? ─cuestiono de pronto Peter.

─ ¿Qué? [Se hombre y respóndele]{Lo harás llorar}.

─Solo responde. ─insistió el castaño.

─Peter...

─Joder solo hazlo. ─suspiro pesadamente, en el fondo no quería saber la verdad pero aun así estaba ahí desecho esperando que todo esto fuera una pesadilla.

─ ¡Un niño como tú nunca me satisfaceria sexualmente! ─grito desesperado, los ojos del castaño inmediatamente se comenzaron a inundarse de lágrimas que sin ningún aviso comenzaban a caer pesadamente.

─Por eso me has estado engañando todo este tiempo. ─murmuro entre sollozos.

─¿Cómo te enteraste? ─pregunto sorprendido, según el era bastante cuidadoso para que el chico araña no se enterara.

─Eso no importa. ─respondió el castaño.

─Tenemos que terminar. ─dijo el mercenario.

─Aun te amo, no me importa lo que hayas hecho. ─se aferró a los brazos del mercenario.

─También te amo pero no debemos seguir juntos. ─Separo a Peter de él y simplemente se fue sin mirarlo a los ojos...

Los quiere The Sinner y su perro.

D.A.D Despecho, Alcohol y DrogasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora