Si le preguntas a Viktor Nikiforov la razón por la cual decidió dedicarse al patinaje artístico, él simplemente te mostrará su famosa y sexy sonrisa y te cambiará el tema descaradamente. Lo mismo sucede si le preguntas sobre su pasado. El soltero ma...
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Un año después de la muerte de mi madre hice mi debut como patinador artístico sobre hielo en una pequeña competencia local en la cual gané el primer lugar.
Aunque Yakov entrenaba a muchos patinadores prometedores, dedicaba mas tiempo a mejorar mis habilidades. Al principio le insistí tanto que se vio obligado a hacerlo pero con el transcurso de los días se dio cuenta de que tenia bastante talento. Practicaba muy duro cada día y observaba con anhelo a los patinadores de la categoría senior, deseando alcanzar el nivel de dificultad que ellos ejecutaban en sus saltos y los cuales Yakov me prohibía hacer (pero que de todas maneras practicaba)
Con la esperanza de ver a los mejores y crear mi propio estilo de patinaje, decidí aprender inglés para que Yakov me dejara acompañarlo a los campeonatos internacionales. Afortunadamente nunca me negó nada que se relacionara al deporte, por lo que pronto me vi envuelto entre deportistas de infinidad de países, deleitándome con la magia y el glamour de tan maravilloso mundo al que ahora pertenecía. La prensa no paraba de preguntarle a Yakov de donde había sacado a aquel encantador niño que arrasaba en todas las competencias de Rusia.
El patinaje artístico se metió en mi alma como una forma de escapar de esos viejos días llenos de dolor.
Gracias a un excelente debut y dejando mi alma en cada competencia, me gané el cariño de la prensa y acumulé una gran cantidad de fans ansiosos por ver cosas nuevas en mis programas. Me propuse cumplir sus expectativas.
A los doce años produje por completo mi programa corto del Mundial Junior: Seleccioné la música e hice tanto la coreografía como el atuendo que usaría - un precioso traje completo de color blanco y plateado con rejilla y lentejuelas, con detalles parecidos a unas alas en los hombros - También me dejé crecer el cabello por debajo de los hombros y lo trence para parecer tan puro e inocente como un ángel. El público enloqueció con mi rutina y el jurado me concedió el primer lugar. Desde el centro de la pista escuchaba a todo el mundo gritar el nombre del joven patinador prodigio: Victor Nikiforov.
Pero mi corazón solo deseaba escuchar las voces de mis hermanos, diciendo lo orgullosos que estaban de mi. Desde que escapé no había tenido noticias de Sergei o de Anastasya. Yakov me hizo prometer no buscarlos hasta que fuera mayor de edad, asegurándome que ellos estaban bien. Fue difícil, pero lo cumplí.
A los quince años el cielo me envió uno de los mayores tesoros de mi vida. Caminaba solo por la calle bajo la lluvia tras una fallida cita con una chica que me abofeteó cuando le dije que no tenia la menor intención de salir con alguien estúpido y superficial que solo se interesaba por mi fama - En serio, a ella solo le importaba lo que diría la gente cuando se enteraran que salía con el gran Victor Nikiforov - En realidad no me importaba demasiado. La personas son demasiado complicadas, en especial las mujeres.
Venía pensando en la coreografía para mi última temporada en la categoría Junior, decidiendo como explotaría mi recién descubierto atractivo sexual para alzarme en la cima del podio cuando vi un pequeño bulto bajo una banca.
Un cachorro empapado trataba de esconderse inútilmente de la lluvia, temblaba como una maraca y se encogió cuando me acerqué a el. Era muy pequeño y en cierta manera me recordó un poco a mi ¿Se habría escapado o lo abandonaron? ¿Quién se atrevería a dejar a un bebé indefenso como este en la calle? No lo pensé mucho y tomé al perrito entre mis brazos. Estaba tan delgado que era evidente que llevaba un tiempo en la calle. Estaba decidido: Me quedaría con el para darle tanto amor como hubiera en mi corazón. Solo esperaba que Yakov no se enojara mucho conmigo.
-¿Qué es eso que traes, Vitya? - preguntó Yakov con el ceño fruncido y bloqueando la puerta.
-Es Makkachin - respondí con una sonrisa - lo encontré en la calle todo mojado. Así que mejor entro y lo baño para que no se enferme - hice ademan de entrar pero mi entrenador lo impidió.
-No pienses que voy a dejar que metas un perro a la casa. Solo va a ensuciar todo y este departamento es muy pequeño para los tres.
-¡Pero, Yakov! ¡Makkachin es un perro bien portado! Además míralo, es muy chiquito y no creo que vaya a crecer demasiado.
-Lo acabas de encontrar en la calle ¿Cómo puedes decir que se porta bien o que no va a crecer?
Le di la mirada mas tierna que pude e hice un puchero que ya me había funcionado en otras ocasiones. Yakov se resistió un poco y solo entrecerró sus ojos, después solo suspiro y se quitó de la puerta. Makkachin y yo entramos muy contentos directo al baño.
Tengo que admitir que me equivoqué en ambas cosas. Makkachin resultó ser bastante travieso -le encantaba morder los zapatos de Yakov - y muy glotón, además en muy poco tiempo se convirtió en un Caniche gigante de esponjoso color café. Aunque también fue mi primer y único amigo incondicional durante mucho tiempo.
Para mi último programa libre como patinador Junior opté por mostrarle al público mi sensualidad en la pista. Puedo ser muy distraído en algunas - muchas - cosas pero era bastante consciente de mi mismo y del efecto que provocaba en las personas. Un cuerpo esbelto, piernas largas, músculos bien definidos; un rostro fino sin marcas de ningún tipo y unos ojos de color azul que a todo el mundo le parecían preciosos; mi cabello estaba lo suficientemente largo como para que me confundieran con una chica. Usaría todo mi encanto para ganar.
El diseño del traje ha sido de lo mejor que he hecho. De color negro, con transparencias en la mitad del pecho y el brazo derecho así como pedrería incrustada en lugares estratégicos para resaltar la figura y la mitad de una falda de patinadora, este traje fue hecho para seducir tanto hombres como mujeres.
Mi rutina en la pista dejó encantado a todo el mundo y nuevamente gané el Oro. Nadie dejaba de hablar de mi talento, de mi belleza, de la prometedora carrera que me esperaba como Senior en la siguiente temporada.
No solo me encontraba en la cima del podio, también me sentía en la cima del mundo.
¡Espero que disfruten este capítulo! ¡Muchas gracias por leer!
¿Saben que Kubo y Yamamoto sensei vendrán a México? Estoy bastante triste por que el estado al que van esta muy lejos de donde yo vivo y no tengo dinerito para viajar hasta allá T-T
Terminaré de escribir este fic y luego me beberé todo el cloro que encuentre. Si alguien tiene oportunidad de ir, disfruten mucho a Kubo sensei y saturen la memoria de su celular con fotos.