Si le preguntas a Viktor Nikiforov la razón por la cual decidió dedicarse al patinaje artístico, él simplemente te mostrará su famosa y sexy sonrisa y te cambiará el tema descaradamente. Lo mismo sucede si le preguntas sobre su pasado. El soltero ma...
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Dos días después todos regresamos a San Petersburgo. Dejamos a Lilia y Yakov en sus respectivos hogares y los hermanos agradecieron el apoyo que les brindaron en estos dolorosos días. Yakov palmeó de forma cariñosa la mejilla de su pupilo.
-Vitya, toma todo el tiempo que necesites para poner en orden tu vida.
-Eso haré - Victor sonrió y abrazó fuertemente a quien durante prácticamente toda su vida fue su figura paterna - Te quiero, Yakov - le besó en la mejilla.
Esa misma tarde, se leyó el testamento de Anastasya y Dominique en la oficina del abogado de la pareja. Como era de esperar, todos su bienes se los dejaron al pequeño Nathaniel, dejando como albacea de los mismos a Sergei. La patria potestad(1) quedó dividida entre los hermanos y para nuestra sorpresa la custodia(2) se la dejaron a Victor, quién no pudo evitar derramar un par de lágrimas de felicidad.
-¿Estamos juntos en esto verdad, Yuuri? - tomó mi mano.
-Si - sonreí.
Sergei se quedó a cenar en nuestra casa (aunque en realidad pedimos comida china ya que no había gran cosa en el refrigerador) y mientras Nath veía las caricaturas acurrucado en el sofá con Makkachin, los hermanos estaban entretenidos en el comedor viendo un álbum de fotos que Sergei había sacado de casa de su padre. Me acerqué a ellos y me senté a lado de Vitya.
-¡Se atrevió a decir que Nathaniel es igual a él! ¿Puedes creer eso Sergei? - se quejó mi novio. Su hermano soltó una carcajada.
-Ahora entiendo para qué debía enseñarte estas fotos - Sergei buscó entre las páginas del álbum hasta encontrar la indicada.
La foto en color sepia mostraba a un niño de unos 6 o 7 años, cubierto de tierra y con una gran sonrisa de corazón, en su mano llevaba un viejo carrito de juguete.
-No creí que Nikolai tuviera fotos mías - dijo Victor. Sergei sonrió.
-Ese no es Victor - dije.
-¿Qué dices Yuuri? Soy yo.
-Aunque los ojos son muy parecidos, el cabello de ese niño es mucho mas oscuro que el tuyo.
-Yuuri tiene razón - reconoció Sergei - Ese es nuestro padre cuando era niño.
Victor miró la foto durante largo tiempo, sin poder creer lo parecido que era a esa persona. Una oscura expresión se plantó en su rostro y su cuerpo se tensó. ¿Quizás se preguntaba en qué más podría parecerse a aquel hombre?
-Pero Victor es mucho mas guapo - dije con una sonrisa - y es tan bueno que no puede compararse con nadie - Mi novio se relajó al instante y me devolvió la sonrisa.
Continuamos viendo fotografías durante largo tiempo, unas en tonos sepia, blanco y negro, a color; varias generaciones de la familia Volstov reunidas en un álbum. Tambíen había retratos de la mamá de Sergei (quién murió hace unos 10 años) de la madre biológica de Victor (una bella joven de largo cabello platinado), de la madre de Anastasya. Incluso había fotos a color de Victor cuando era bebé, sus grandes ojos azules miraban fijamente a la cámara y su preciosa sonrisa de corazón tocaba lo mas profundo de mi ser.
