Si le preguntas a Viktor Nikiforov la razón por la cual decidió dedicarse al patinaje artístico, él simplemente te mostrará su famosa y sexy sonrisa y te cambiará el tema descaradamente. Lo mismo sucede si le preguntas sobre su pasado. El soltero ma...
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Cuando la temporada acabó, regresé a Francia para pasar las vacaciones con Ana y Sergei.
Yakov no estuvo del todo contento con la noticia. A pesar de que él ayudó para que pudiera reunirme con mis hermanos, se molestó bastante con la idea de que yo me viera con Nikolai.
-¿Acaso ya olvidaste todo lo que les hizo a ti y a tu madre? - Me gritó desde la puerta de mi habitación mientras yo hacía las maletas.
-Por supuesto que lo recuerdo. Le pedí a Sergei que me dejara pensarlo. Ahora mismo quiero pasar tiempo con mis hermanos y no voy a desperdiciar esta oportunidad - cerré la última maleta y me acerqué a él para abrazarlo - Estaré bien, confía en mi.
Yakov suspiró y me devolvío el abrazo a regañadientes. Sabía que me regañaba porque se preocupaba por mi. Él se convirtió en mi padre desde el momento en que llegué a San Petersburgo y me cuidó como al hijo que nunca tuvo.
Makkachin y yo viajamos solos por primera vez a París. Sergei nos esperó en el aeropuerto para llevarnos al restaurante donde esperaríamos a Ana y mas tarde ir al hotel donde nos quedaríamos en el siguiente mes. Mi hermano no pareció sorprendido de escucharme ordenar en un perfecto francés.
Sergei me habló sobre su vida durante los diez años que estuvimos separados. Me contó que a los dieciocho años se metió a la academia de policía y ahora trabajaba como detective privado, lo que le permitía pasar mas tiempo con Ana. Respecto a mi hermana, Nikolai la envió a la mejor institución de danza de Rusia desde muy pequeña y hasta hace un año la internó en la compañía de danza en París. Nikolai perdió la procesadora de carne y se mudó a Moscú. Se endeudó hasta lo imposible para darle lo mejor a Ana y convertirla en una famosa bailarina.
Dejamos la conversación a medias cuando vimos entrar a Anastasya al restaurante. Sus preciosos ojos azules brillaron en cuanto nos vio. Venía acompañada de un hombre joven bastante atractivo. Soltó su mano y corrió a abrazarme.
-¡Viniste!
-Te dije que cumpliría mi palabra de venir a verte - le devolví el abrazo y le besé la frente.
-Nastya estaba impaciente por venir. Todo el camino se la pasó hablando sobre sus vacaciones con sus dos hermanos mayores - dijo el joven que la acompañaba.
Sergei se levantó de su asiento y me hizo señas para que hiciera lo mismo.
-Victor, te presento a Jean Paul Leduc. Es el asistente de nuestro padre en su nueva empresa. Jean, él es Victor Nikiforov, mi hermano menor.
-Un placer conocerte - le extendí la mano mientras le sonreía.
- El placer es todo mio - estrechó mi mano mas tiempo del necesario y durante un significativo momento me atrapo con su mirada. Sus ojos verdes se clavaron en lo míos y pude sentir una ligera sensación de calor sobre mi rostro - No todos los días se conoce a una autentica estrella de tan bello deporte como lo es el patinaje artístico. Te he visto en la televisión y Nastya me ha hablado tanto de ti pero ahora que te veo, no me cabe duda de que se ha quedado corta.
