Capítulo 8

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Esa noche llamé a Sergei.

-Dime la verdad ¿Nikolai quiere hacer las paces conmigo para que pueda pagarle las deudas y ver si puede hacerse con mi dinero?

Se escuchó un suspiro del otro lado de la linea.

-¿Si sabías qué solo quería acercarse por la herencia, por qué me dijiste que quería disculparse? ¡¿Por qué, Sergei?!

-Victor, cálmate...

-¿Y que hay de Jean? ¿Seducirme también es parte de este juego?

-¿Jean? - se quedó en silencio un momento - ¡Maldición, Victor! ¡No me digas que estás saliendo con ese idiota! Si ya se me hacía raro que viajara tanto a San Petersburgo. Vitya, escúchame por favor. Yo solo te dije lo que mi padre me pidió. No volví a hablar del tema por que no creí en sus palabras y tu tampoco insististe - se aclaró la garganta - Oye, estoy cerca de la cuidad. Hablemos en persona y aclaremos esto.

-No quiero ver a nadie en estos momentos. Necesito un poco de tiempo para pensar.

-Esta bien, solo recuerda que le prometiste a Ana que la verías antes de que iniciar la temporada.

Me quedé en silencio.

-¿Victor? Sabes que yo jamás haría algo que pudiera dañarte.

-Ya no estoy tan seguro de eso... - colgué.

La noche siguiente cité a Jean en el restaurante que soliamos frecuentar. Era un lugar pequeño y bastante discreto a las orillas de la ciudad.

Algo que Yakov se empeñó en inculcarme de niño y de las pocas cosas en las que siempre le obedecí fue a mantener un bajo perfil fuera de la pista. Desde el inicio le pedí a Jean mantener nuestra relación en secreto y el estuvo totalmente de acuerdo. Mas adelante me daría cuenta del por qué accedió con tanta facilidad.

La cena transcurrió de manera casi normal. Conversamos sobre nuestro día, reímos y la sonrisa de que antes me parecía tan atractiva de pronto se volvió de lo mas falsa.

¡Tranquilo! Aun hay esperanza de que no sepa nada, no seas paranoico.

Al terminar de comer nos dirigimos a su auto.

-Hoy estuviste un poco serio durante la cena ¿Tuviste un mal día? ¿Tu entrenador volvió a regañarte? - preguntó Jean mientras entrabamos al coche.

-No, los regaños de Yakov no me afectan. Es solo que estos días he estado bastante ocupado con algunos asuntos.

-¿Que asuntos? - encendió el auto.

-Un par de negocios que tengo por ahí. Algo grande. También te tengo una sorpresa - miré disimuladamente a Jean. Parecía indiferente a mi comentario.

Secretos de familia (Victuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora