capitulo 3

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— ¿Cómo sabes de mi...?— pero las palabras se quedaron en el aire, Connor se había ido y yo estaba desconcertada.

Iba camino a mi siguiente clase pero me encontré con Ian lo cual era inusual, pues sus clases siempre eran al otro lado del campus.

—Cariño creo que ya has estudiado mucho por hoy ¿no te parece? 
—Ian estoy bien, debo ir a mi clase— no era la primera vez que quería que faltará pero de verdad que no pudo elegir peor ocasión, tenía trabajos que entregar, exposiciones que hacer y exámenes que rendir.
—Anda Kalesie, solo hoy ¿Si?— era casi imposible negarme si usaba un tono infantil como el que estaba usando en ese momento  
—No puedo, ya sabes que me concentro en mis estudios y no puedo perder ni una clase
—Esta bien, entiendo cariño— dijo el bajando la mirada.

*****************

En este momento me encontraba en el auto de Ian ¿cómo? Sencillo, comenzó a hacer mojitos y me fue imposible decirle que no.

—Linda, ¿quieres helado? 
—Sí, me parece bien— el momento estaba siendo muy incómodo, no sé por qué, sentía que él no era el chico con el que había estado los anteriores 13 meses, cuando el me tocaba sentía asco, se siente horrible pero es verdad, sentía asco cuando me besaba o siquiera me tomaba de la mano, me sentía confundida. 
—Cariño, Kalesie ¿estás bien?— me preguntó aparentemente preocupado 
— ¿Ah? Si estoy bien, ¿qué decías amor?— intenté sonar lo más natural posible.
—Que ya llegamos ¿vienes?— estaba sonriendo mientras me tendía su mano para salir.
—Si, entremos— tome su mano y la sensación de asco no se iba, aun así hice mi mejor intento por disimular que todo estaría bien.

Cuando entramos el pidió un helado de vainilla y yo uno de tiramisú, luego salimos y decidimos caminar un poco hasta llegar a un parque y sentarnos bajo un árbol para ver el cielo y descansar un poco.

—Has estado muy tensa estos días, ¿estás segura que estás bien Kasie? — Si, así me decían para no decir mi nombre completo, pues es un poco largo y bueno 
—Estoy bien Ian no te preocupes ¿sí? Es solo que he tenido días extraños, mis padres no quieren darme mi auto y aún no hablo con Sophie, la extraño 
—Esta bien, entiendo cariño—cuando dijo eso parecía como el Ian de siempre solo que en sus ojos noté algo diferente, estaba desconfiando de mí y yo no sabía por qué, bueno sí. Le estaba mintiendo y él lo sabía.  

Ya había pasado mucho tiempo desde que nos sentamos bajo el árbol, eran las 5 de la tarde 
En la última hora él había estado muy cariñoso y se había sentido normal, así que decidí hablar después de todo ya era muy tarde.
—Deberíamos ir a mi casa, mis padres nos esperan para cenar— dije mientras él jugaba con mis manos
—Tienes razón, ya es tarde, ven te ayudo a levantarte— dijo mientras se levantaba y me ayudaba a mí.

Llegamos al auto y el viaje a mi casa fue tranquilo, ninguno de los dos dijo nada pero ya no sentía que el fuera un intruso, finalmente llegamos a mi casa y mis padres estaban bajando de su auto habíamos llegado al mismo tiempo​

—Extrañamente llegamos al mismo tiempo— dijo Akira (mi madre)
—Si mamá, pude notarlo— en cuanto salí Ian me tomó de la cintura.
—No los esperábamos en casa tan pronto— dijo Thomas (mi padre)
—Creímos que estaba más tarde y que nos estaban esperando— dijo Ian 
—Cariño pero si apenas hemos llegado.
—Lo hemos notado madre, solo supuse mal— dije a modo de disculpa 
—No es nada, entremos ya, no quiero quedarme fuera de mi propia casa— habló nuevamente mi padre intentando bromear un poco.

Dos horas más tarde estábamos cenando y teniendo una conversación tranquila.

—Entonces Ian ¿cómo va la carrera? Kalesie me dice que aún te falta un semestre.
—Vera señor Thomas, este sería mi último semestre pero estoy haciendo una especialización en negocios, me va bastante bien, aunque a veces me distraigo un poco pero lo que respecta a exámenes me va excelente y no tengo ningún inconveniente— en ese momento me di cuenta de que yo no sé varias cosas sobre él, bastante extraño, pero ¿Qué puedo decir? Últimamente apenas nos vemos en la universidad y a veces viene a casa, pero hemos estado alejados, muy alejados.
—Me alegra mucho cariño, y tú querida, te gradúas este semestre ¿verdad? 
—Si papá.
—Personalmente pienso que deberías hacer una especialización en negocios justo como Ian lo está haciendo.
—Padre realmente no quiero hablar de eso, está decidido, terminaré este semestre, me graduaré y comenzaré a trabajar en la compañía— Sé que tal vez soné brusca o grosera en lo que dije pero quería aclarar mi decisión con mis padres.
—Thomas cariño, creo que estamos saliendo de tema— comentó mi madre en tono Pacífico.
—No Akira, ella debería saber qué es lo que le conviene, bien sabemos que le gusta leer pero necesita saber de economía, no siempre estaremos para consentirla y decirle que hacer.
—Padre no quiero discutir de nuevo— dije intentando apaciguar las aguas no quería discutir de nuevo, desde que entre a la universidad ha intentado persuadirme de lo que el supone es correcto para mí, y es que no quiero hacer lo que él quiera. Quiero vivir mi vida cómo me plazca 
— Esto se sale de control. No voy a consentirte más tus estupideces, si antes no te devolvía tu auto, ahora menos, estoy cansado de consentir todos tus caprichos— me estaba mirando con furia en los ojos, literalmente veía que sus ojos estaban cobrando un color púrpura, era aterrador.
—Si así lo quieres, así será padre— me levante de la mesa y me fui a mi habitación, necesitaba cambiarme.
—Kalesie ¿estás bien amor?— estaba Ian tras la puerta.
—Si mi vida, espérame, ya bajo.
—Está bien amor.

15 minutos más tarde estaba bajando las escaleras y no veía a Ian por ninguna parte, cuando llegue al salón escuché murmuros en el comedor.

—Debería decirle la verdad —dijo Ian seguro, sonaba casi enojado.
— ¿te has vuelto loco? cuándo se entere va a odiarnos— dijo mi madre 
—Poco me importa lo que ella quiera, no me importa esa malcriada— dijo el hombre que decía ser mi padre, lo que dijo realmente me dolió quería salir a gritarle y preguntarle qué pasaba pero quería saber más.
—Como te atreves a decir eso, es tu hija Thomas— dijo mi madre con vos temblorosa.
—No es mi hija y lo sabes Akira.

El Destino De Kalesie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora