Un golpe impactó en mi rostro, otro más en mi estómago.
No sabía cuánto tiempo llevaba ahí, pero no parecía ser mucho, al despertar ya estaba encadenada con plata— justo como Connor en la visión que tuve— pensé cuando me desperté.No sabía cuánto tiempo había pasado, no me daban de comer, no me daban de beber, pero aún así me mantenía fuerte, no por mi, no por Connor o por Kris, me mantenía fuerte por mi hijo, mi cachorro, estaba sufriendo tanto para llevar vivo tan poco tiempo.
Un latigazo me sacó de mis pensamientos, sentí como algo se clavó en mi piel, el látigo tenía cristales rotos, agradecí internamente que no me estaban golpeando el vientre, otro latigazo en las piernas, uno más en el brazo. Se detuvieron, me atreví a levantar la cabeza, mi sorpresa no fue mucha al ver quien me estaba golpeando, Ian sostenía el látigo con fuerza, sus nudillos se tornaron blancos me miró con algo parecido a la lastima.
—Pudiste haberte quedado conmigo y esto no estaría pasando, pero te tenías que ir con Connor ¿no es así?— dijo él en voz baja.
—Voy a acabar con tu maldita madre y Connor, oh, prepárate cariño, por que Connor acabará contigo, te lo juro.— dije escupiendo las palabras.
—Pues no veo a Connor por ninguna parte, en cuanto a ti, dudo mucho que en el estado que estás puedas acabar con mi madre.—dijo el dándome un latigazo más en el rostro.— ¿acaso te duele querida?
Sí, me dolía y mucho, pero no le iba a dar el gusto de mostrarle cuanto me dolía.
Un par de horas después cuando se cansó de sacarme sangre a golpes se retiró, pude sentir una cálida brisa, —es de día— pensé.
Un par de horas después uno de los guardias me soltó las cadenas de las manos y me permitió sentarme, me trajo algo para comer y se retiró tan rápido como había llegado, miré la comida que me habían traído y me pregunté si realmente se podía comer, parecía una masa color crema con un pan seco y un vaso de agua, me tragué todo el asco que sentía y me comí eso, por suerte para mí, era totalmente comestible, aún así el asco no se iba, sentía ganas de vomitar y lo habría hecho, de no ser porque Emily estaba entrando.
—Dime querida alfa, ¿aún te agrada el puesto?
—Muerete bruja.— masculle sintiendo el escozor en mis labios reventados.
—No lo creo, sin embargo tú, tal vez no llegues a mañana— dijo ella mostrándome sus asquerosos colmillos.
Guardé silencio, no iba a decirle todo lo que le haría si estuviera suelta.
—Mi hijo cree que debería darte una oportunidad, ¿no es un buen hijo mi querido niño?
—¿Una oportunidad? No me hagas reír.— me dio una bofetada que hizo una nueva fisura en mis labios.
—Calla niña, cuando los adultos hablan las niñas callan— dijo ella con una mueca de fastidio— como te iba diciendo, la oportunidad que queremos darte es la siguiente: tú le das a Ian un hijo y tal vez, solo tal vez, reconsidere la idea de matarte.
—Antes muerta que permitirle al bastardo de tu hijo ser padre, si así me trata a mi que quiere que sea la madre, ¿te imaginas cómo trataría al cachorro?— una bofetada más hizo eco en la celda.
—Bebé, sería el bebé, y si no quieres, no te preocupes querida, tus deseos son órdenes. Morirás, lenta y dolorosamente.
Con esas palabras se retiró y me dejó pensando en que sería de mi hijo, fue entonces que recordé que en el libro de hechizos que pertenecía a Liz había uno en particular, protección maternal o algo así. Mentalmente lo recite:
Proteggo e protegga la vita che protegge il mio interno, proteggo quella vita da tutto ciò che può danneggiarlo, da tutto ciò che minaccia di distruggerlo, protegge il suo presente e il futuro, la protegge dalla distruzione che ci minaccia.
Una y otra vez lo recitaba, me dolía todo el cuerpo, me ardían las manos, me sangraba la cara y el resto de mi cuerpo me dolía, sentí algo quemando ligeramente ni vientre, al bajar la mirada me percate de que ahí, en ese lugar donde estaba mi pequeño bebé, se dibujaba jamsa y sentí más tranquilidad, sin embargo si yo moría Connor estaría destrozado con la pérdida que tendría que llevar.
En los días que llevaba ahí, había conocido a Lisa, una chica que estaba en la celda contigua a la mía, la habían apresado porque se había rehusado a darle un hijo a Ian igual que yo lo había hecho, ella llevaba en esa mugrienta celda cerca de doscientos años lo cual se me hacía extraño por que tenia la voz de una niña, nadie había venido por ella, nadie había pensado en buscarla según me dijo. La ventaja de que nadie y le prestara tanta atención fue que ella no estaba encadenada, planeaba escapar y llevarme a mi, sin embargo yo estaba demasiado débil y herida como para serle de ayuda.
—Lisa— dije en un susurro.
—¿Hmmm?— respondió ella algo adormilada.
—Esta es la gran noche.
—¿Vendrás conmigo?
—Sabes que no.
—Yo te ayudaré, solo necesitas confiar un poco en mi.
—Confío en ti, es por eso que necesito pedirte un favor.
—Si no es para ayudarte a escapar, ¿para que puedo ser buena?
—¿Conoces la manada Dark Moon?
—Por supuesto.
—Debes ir allí y buscar a alguien llamado Connor, dile dónde estoy y dile que confío en el.
—¿Y si intentan matarme? sabes que soy vampiresa.
—No lo harán, diles que vas en nombre de Kalesie— ella se quedó en silencio— entiendo si no quieres hacerlo, y no te culpo, es muy arriesgado. Sin embargo espero que tengas un buen viaje Lisa, cuídate.— dije al ver que seguía sin decir nada.
—Iré — dijo en tono decidido.— no te defraudaré, lo prometo, pero tienes que prometerme que vas a salir viva de aquí.— me dolió como lo dijo, parecía una niña esperanzada en algo que no va a llegar.
—Lo prometo— dije conteniendo las lágrimas.
Escuché como movía algunos ladrillos y musitaba un adiós, luego hubo un largo silencio y finalmente una algarabía insoportable porque una de las reclusas había escapado.
—Ahora solo queda esperar.— dijo Merlia rompiendo el silencio
+¿Qué tenemos que esperar con más ansias?
—Que cumpla su promesa por supuesto.— respondió Merlia con una voz débil y baja.
+Saldremos de aquí.
Con esa última conversación en mente, me desmayé a causa del dolor y el cansancio.
Traducción: Me protejo y protejo la vida que alberga mi interior, protejo esa vida de todo lo que pueda herirlo, de todo lo que amenaza con destruirle, protejo su presente y futuro, le protejo de la destrucción que nos amenaza.
JAMSA:
ESTÁS LEYENDO
El Destino De Kalesie
Werewolf¿Te imaginas vivir más de 2 vidas y morir por más de 500 años? ¿Imaginas haber perdido a tu único hijo, a manos de una guerra en la que ni tú, ni los tuyos tenían qué ver? ¿Puedes imaginar que tu único amor te vea morir una y otra vez sin saber cómo...