Noches De Nostalgia [Editando]

Capítulo 45

2 semanas después

Han pasado dos semanas desde que me reencontré con Mónica inesperadamente con un beso suave en un puesto de besos (razón que aún no entiendo por qué decidí meterme ahí) y de que Ariadna me haya dado un beso inesperado.

Tal y como me dijo aquella vez Mónica, ella se encontraba en el grupo 2.

No podía creerlo. Ahora ambos compartíamos el mismo turno escolar.

Cuando regresó la rutina normal de las jornadas escolares, no quise hablarle a Ariadna por pena. No sabía qué decirle al respecto de aquél beso que me dio.

Así que por ello, decidí librarme de ello tratando de distraerme con otra cosa.

Las días pasaban y no me podía concentrar muy bien en las clases por pensar de nuevo en Mónica. Pero por otra parte, aún me desconcentraba un poco por el inesperado beso de Ariadna. Ahora ella ya no me hablaba tan seguido, más que solamente para pedirme la tarea (como siempre).

Me hallaba en la clase de Lectura y Redacción (que me la daba un profe al que le decíamos Jaimito solamente mis amigos y yo, mientras que los demás compañeros de mi salón le decían Guepeto). El profe nos estaba explicando sobre las palabras homófonas y toda esa cosa.

Como mi lugar favorito era hasta adelante, la mayoría de las cosas sobre los homófonos me las estuvo preguntando, acertando a sus preguntas un 6/10. Pero también había una pequeña ventaja que yo fuera un hombre. Este profe Jaimito siempre le gustaba conversar con varias compañeras de mi salón, mostrando casi siempre preferencia por preguntarles cosas de la materia. Pero desgraciadamente, hoy tuve que ser yo el mal afortunado.

Además de ello, me he sentido un poco mal acerca de mis cuestiones académicas, debido a que en los resultados del primer parcial fueron regulares, en vez de excelencias. Les digo esto porque mis calificaciones del primer parcial fueron:

Lectura y Redacción II: 8

Matemáticas II: 9

Historia II: 8.3

Química II: 10

Lógica II: 8

Informática II: 9.4

Inglés II: 7.8

Cultura Física: 10

En las materias de Química y Cultura Física llevaba la excelencia porque en Química, ahí si le entendía a la mayoría de temas que explicaba la maestra.

Y mientras que en Cultura Física (que era deporte) tenía esa calificación debido a que me había metido a Handball.

El Handball es un deporte parecido al futbol soccer, pero en este deporte se tenía que usar las manos y la fuerza total de los brazos, además de la excelencia de la condición física.

Pero en las demás bajé, porque literalmente en todas las materias (con excepción de Matemáticas) había sacado 10 al finalizar el semestre. Mis esperanzas de repetir la hazaña anterior se habían desvanecido.

Cuando terminó la clase de Lectura y Redacción, siguió Inglés.

Por ello, todos los de mi salón salimos para irnos a los edificios de Inglés directamente al salón 34.

Mientras íbamos en camino al salón, volteé a la ventana del salón 32 y la vi de nuevo. Mónica estaba peinada con una cola de caballo y se dejó medio copete al frente.

Llegamos al salón de Inglés, nos avisó la maestra que se iba a cancelar la clase de hoy porque le había surgido un problema de última hora.

Por ello, todos los de mi salón festejamos como locos. Varios decidieron a vagabundear por toda la escuela, mientras otros decidieron ir a echar reta de fútbol. De mi parte, había decidido ir a dar un paseo por el parque más cercano que tuviera, pero alguien me detuvo de un jalón.

Había sido Ariadna.

-¿Podemos charlar? -me preguntó con una voz un poco apagada.

Yo sin poder hacer nada, le respondí:

-Sí.

Ambos caminamos hasta la cancha de pasto. Ahí, Ariadna me llevó hasta uno de los asientos que servían como banca para los jugadores sustitutos.

-¿De qué quieres hablar conmigo Ariadna? -le pregunté.

Ella me tomó sorpresivamente del rostro y me llevó hasta sus labios.

Otra vez me estaba besando. Cuando terminó de hacerlo, me dijo en un susurro:

-Me gustas.

Yo sorprendido por ello, intenté hacer todo ese asunto lógico.

-¿Qué no te gustaba el Güero? -le pregunté confundido.

-Él solamente fue un señuelo para que tú te fijaras en mí. -me respondió tranquilamente.

-¿No me estarás usando de casualidad? -le pregunté de nuevo.

-Por supuesto que no. Desde que te volví a ver de nuevo el primer día del semestre pasado, me has gustado. -me reveló Ariadna.

Yo atónito por ello, solamente hice algo que hasta me hizo contradecirme en la mente.

Mónica me gustaba y la amaba. Pero también no he olvidado que a Ariadna la había amado y me había enamorado de ella cuando iba en quinto año de primaria.

Por ello, me lancé a ella, y la empecé a besar suavemente.

Ella cedió a mi beso.

Cuando terminamos con ello, ella me dijo:

-Besas muy bien.

-Eso fue fruto de mi práctica con mi ex novia de la secundaria. -le expliqué brevemente.

-¿Te refieres a la misma de la que me contaste en el Día del Amor y la Amistad? -inquirió Ariadna.

-Sí. -le respondí.

Ella me sonrió. De nuevo, después de 5 años, volví a enamorarme de ella.

-Christian.... -me habló en voz baja Ariadna.

-¿Sí? -le dije a Ariadna.

-¿Quieres ser mi novio? -me preguntó dulcemente.

Yo no podía dejar escapar una oportunidad de mi pasado. La muchacha de quien me había enamorado hace 5 años, ahora estaba correspondiendo a mi amor.

-Claro que acepto ser tu novio. -le respondí en voz baja y le di un suave y tierno beso.

Ahora Ariadna era mi nueva novia. Mi ex novia, Mónica, me había rechazado por tener un nuevo novio. ¿Quién será ese nuevo novio que Mónica tendrá? No quise a ponerme a pensar en ello.

Quería disfrutar mi momento a solas con Ariadna a mi lado. Por ello, le di un suave beso a sus labios por unos 2 minutos.

-¿Vamos a otra parte? -me preguntó Ariadna después del beso.

-¿Por qué? -le pregunté desconcertado a Ariadna.

-Porque nos están viendo desde la cancha de basquetbal. -me respondió Ariadna.

Miré hacia esa cancha y vi que estaba Leonardo junto a Israel en viéndome pícaramente a Ariadna y a mí.

Yo solamente les hice caso omiso y seguí besando a Ariadna durante 10 minutos más.