Capítulo 47

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El lunes festivo, me levanté con unas ganas enormes y me dirigí a la regadera para tomarme un baño. Hecho eso, me dirigí a mi habitación para poder empezarme a vestir.

Me vestí con unos pantalones Yale de mezclilla que me quedaban bien de amplio en las piernas. De playera, me puse una que era de color azul y de fondo tenía la cabeza de un tigre furioso. Como último detalle de mi vestimenta, me puse mis tenis NIKE azules.

Hecho eso, me dirigí a la sala de estar, en donde me estaba esperando mi hermano.

-¿Ya estás listo Christian? -me preguntó Eduardo.

-Sí. -le respondí y me subí a su auto para que me llevara a Plaza Boulevares.

Ya ahí, mi hermano se fue y me quedé en medio de la plaza esperando hasta que Ariadna llegara.

Ahí me distraje en visitar varios lugares, como un lugar llamado GAME PLANET, que era un puesto para gamers. Habían varias cajas de Xbox One y Playstation 4.

Cuando terminé de checar ese lugar, me di cuenta de que Ariadna ya había llegado.

Me acerqué a ella de manera cariñosa. Ella solamente sonrió y me lanzó un pequeño beso.

-¿A dónde vamos a ir Christian? -me preguntó Ariadna.

-¿Qué te parece si entramos al cine a ver una película? -le sugerí.

-Por mi no hay problema. -me dijo Ariadna.

Dicho esto, ambos nos dirigimos al Cinemax. Decidimos ver una película entretenida que trataba de una joven que tenía que lidiar con los problemas familiares y sociales que le surgían. Durante la película, Ariadna y yo nos estábamos besando mientras la película avanzaba poco a poco.

Cuando salimos de ahí, nos dirigimos a la zona de restaurante, precisamente a las mesas que daban al Italian Cofee Company, ya que quiso un café (si, ella tenía un enorme gusto por el café después de consumir algo dulce o salado, o incluso ambos).

Yo decidí comprarme una hamburguesa de Burguer King y un refresco (tenía una ambición por el refresco).

Cuando al fin terminamos de consumir cada uno lo que quisimos, Ariadna insistió en que la acompañara hasta su casa.

Acepté forzosamente y la acompañé. Ella vivía en la avenida de Belén, por ello tuvimos que viajar en camión. Pagué $17 pesos por ambos para ir hasta la casa de Ariadna.

Llegamos a la casa de Ariadna y entramos.

-¿Esta es tu casa Ariadna? -le pregunté asombrado mientras contemplaba el entorno de la casa.

-Por su puesto. -me respondió Ariadna.

Acto seguido, apareció su madre de la cocina.

-Hija, ya llegaste.... -se detuvo al verme de pie en la sala de estar, y un segundo después empezó a hablar por mi presencia- ....perdona, no sabía que ibas a traer a un muchacho a casa. -comentó apenada la mamá de Ariadna.

-Mucho gusto en conocerla. Mi nombre es Christian Martínez. -la saludé amistosamente con un estrecho de manos.

-El placer es mío. Soy la señora Denisse. -me saludó la mamá de Ariadna.

-Eh...mamá, si te dije que tenía un novio. Él es mi novio. -le comentó Ariadna a su mamá en mi presencia.

La señora Denisse me miró con mucho detalle, como si me estuviera evaluando para ser el novio adecuado para su hija.

-Está bien hija. No quiero que estés desconcentrándote de los estudios por estar todo el tiempo con tu novio. -dijo finalmente la señora Denisse y siguió en la cocina.

-¿Tu mamá siempre evalúa a tus pretendientes o novios? -le pregunté curioso a Ariadna.

-Sí. No te preocupes por ello. -me dijo Ariadna y me llevó a conocer su habitación.

***

Después de estar una hora en su casa, le hablé a mi hermano Eduardo para que viniera por mí hasta Belén.

Cuando llegó por mí, empezó a regañarme por haberlo hecho conducir hasta Belén. Estuvo todo el camino de malas hasta que llegamos a casa.

-¡Bájate antes de que me enfade más, carajo! -me gritó mi hermano molesto.

-¡Ya deja de estar chingando la madre! -le contesté a mi hermano para que dejara de gritarme.

Pero cometí el peor error de toda mi vida, ya que mi hermano se enojó mucho que empezó a perseguirme otra vez como en aquella ocasión en que intentó golpearme porque le había cambiado Dulce la programación que ya había configurado Eduardo en esa vez.

Llegué a mi habitación y me encerré por completo hasta que mi hermano se calmara o mi hermana María o mamá lo calmaran y le dieran un estate quieto. Por lo mientras, no le abrí la puerta.

Me recosté en mi cama y tomé mi celular para ver qué había en Facebook. Me había ido al Facebook de Mónica la empecé a recordar junto a mí en los tiempos en que éramos novios. En una foto estábamos juntos posando para nuestro aniversario de cuatro meses juntos. Y precisamente en ese aniversario era mi cumpleaños. En ese cumpleaños ella me regaló un perfume que conquistaría según ella a cualquier muchacha.

Me salí de esa foto y me dirigí al Facebook de Ariadna.

También recuerdo esos tiempos en que amaba con todo mi corazón a Ariadna en quinto y sexto año de primaria.

Ahora que lo pienso, la prepa ha sido el punto crucial en donde los compañeros de primaria y secundaria se juntan y todo el mundo se conoce.

Eso si se me había hecho muy curioso. Además, era como si el amor que había considerado perdido en primaria y mi amor roto de la secundaria me hubieran seguido todo este tiempo sin que me diera cuenta.

En resumen, a lo que me estaba refiriendo, era que mi amor por Ariadna había renacido, pero el amor que se había roto entre Mónica y yo, también trataba de repararse.

Me salí de Facebook y me dirigí a mi Spotify y puse la de November Rain de GUNS N' ROSES.

La canción duró 8 minutos y después de esa puse la de Patience, también de GUNS N' ROSES.

Directamente al grano, me puse a escuchar música romántica o que fuera triste, obviamente con mis artistas preferidos y con el estilo de la música clásica. No iba a escuchar por nada del mundo reggaetón, ni aunque me dieran $1,000 pesos por hacerlo.

Noches De Nostalgia [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora