Los primeros días de clases del quinto semestre se me hicieron un poco pesados. Tenía que estar camuflado como un adolescente punk para evitar hacer escándalos entre todos los alumnos de quinto semestre.
Llegó el primer día de septiembre y nos llegaron los talleres. Se hizo una presentación de cada taller. La verdad, yo no pensaba ni entrar a fútbol ni a ningún otro taller. Ya había tenido suficiente con haber lástimado a Mónica por mi descontrol emocional.
Solamente escuché un taller que si me llamó la atención. Era uno de música. Y lo mejor de todo, se llevarían a cabo en la cabina de estudio de grabación. Mis sospechas del segundo semestre se habían confirmado totalmente.
Yo me hallaba en la cafetería tomando una Coca-Cola cuando vi a alguien entrar a la cafetería. Era Marco quién había entrado junto a una muchacha...momento, esa muchacha era Mariana. Mariana, la chava de quien me había enamorado en lo que restaba el sexto año de primaria, ahora estaba de novia con Marco, y me había dado cuenta de ello porque vi que ambos se besuqueaban mientras los atendían.
Por ello, decidí sacar rápido una libreta y arrancar un pedazo de hoja para escribirle algo a Marco.
Hecho eso, me levanté, y antes de pasar por detrás de ellos, le puse un pedazo de cinta adhesiva a mi papelito y se lo pegué en la espalda a Marco.
Acto seguido, me fui de largo saliendo de la cafetería. Me dirigí al lugar de anime, ya que había quedado en verme ahí con Leonardo, Fercho, Chuy y Míster. Nos íbamos a ver ahí debido a que queríamos jugar una partida de cartas de Yu Gi Oh!
Nos la pasamos bien hasta que llegaron los populares (conformados por los Álvarez, sus novias, y algunos que otros deportistas y muchachas que se adaptaban a la moda).
-Ahí vienen. Vámonos Christian. -me dijo Leonardo.
Miré a la dirección en que los populares venían, a lo cual acepté y nos tratamos de ir, pero nos descubrieron antes de tiempo.
-Vaya, miren a quién tenemos aquí. Tenemos a un obeso, un cara de simio, un extraño, a un cholo y a un punk. -dijo en tono burlón Óscar que se había puesto en mi frente.
Yo traté de responderle, pero Fercho me dio un codazo para no decir algo malo o que provocara algún problema en mi contra.
Se me había olvidado mencionar que estaba bajo libertad condicional, por lo tanto, un acto de violencia de más y me mandaban a una prisión de alta seguridad para toda mi vida.
-Vete al diablo Óscar. -le dijo Leonardo a Óscar.
-Cuida tus palabras cholo. Pinche indio de mierda. -le dijo despectivamente Óscar a Leonardo.
Ese sentimiento de furia y odio lo había empezado a sentir de nuevo, pero no quería repetir ese momento, a lo cual empecé a irme, pero Diego me detuvo con su brazo derecho.
-¿A dónde crees que vas José? -me preguntó bruscamente Diego.
-¿Jos... -le dio un codazo Chuy a tiempo a Míster para evitar delatar mi verdadera identidad.
-Me voy a coger con tu pinche jefa. -le respondí con voz brusca.
Acto seguido, recibí en un abrir y cerrar de ojos un golpe en mi labio inferior.
-¡No voy a permitir que hables así de mi tía! -me dijo Lionel quién me había dado el golpe.
Yo me incorporé de un salto y me toqué mi labio interior. Estaba sangrando.
Intenté lanzarle un golpe a Lionel, pero Chuy y Míster me lo impidieron.
-Vaya, parece que el punk quiere pelea. Ahora sufrirás con nuestros puños. -sentenció Diego.
《Eso no pensaban cuando les di una golpiza hace un año.》
Pensé yo.
Los Álvarez se acercaban a mí poco a poco.
-Vámonos Christian. -me susurró al oído Fercho.
Yo le dije:
-De acuerdo.
Así que nos fuimos, pero no fue suficiente para que los Álvarez nos empezaran a perseguir.
Leonardo, Fercho, Chuy, Míster y yo empezamos a huir hacia la casa de Chuy, que vivía a unas cuadras del lugar de donde empezamos a huir.
Logramos refugiarnos en la casa de Chuy y no se dieron cuenta de ello los Álvarez.
-Les debo una por haberme controlado. -les dije a Chuy y a Míster.
-No hay de qué. No permitiremos que nuestro capitán sea llevado de nuevo a un reformatorio. -dijo todo honorífico Fercho.
Eso me hizo sentir muy bien.
Por ello, nos fuimos cada quién a su casa, dejando a Chuy en su casa.
***
Ya en mi casa, me puse a escuchar una canción de BON JOVI llamada Knockout, para de esa manera liberar parte de mi frustación ante los Álvarez.
Cuando al fin le relajé, me puse a pensar en algo que me tenía un poco triste.
Era Mónica. No entiendo. ¿Cómo es que de una muchacha amable y estudiosa, pasara a ser una rebelde perteneciente a un grupo de muchachos odiosos?
La verdad eso si no lo sabía. Tampoco sabía cómo es que se había enamorado de uno de mis némesis de toda la vida, y digo de toda la vida debido a que ya había compartido escuela con los Álvarez en la primaria, luego compartí con dos de ellos la misma secundaria, y ahora la prepa. Ya era motivo para llamarlos némesis de toda la vida.
Pero ni modo, así era la labor del amor. Incluso me había preparado una sorpresa amorosa al ver a Marco con Mariana.
Por esos motivos, me puse a escuchar una canción de BON JOVI llamada Labor Of Love. De hecho, me la pasé toda la noche escuchando esa canción mientras pensaba en mis noches de nostalgia, en donde me veía a mí mismo besando a Mónica ante la luz de la luna (a pesar de que ella fuera novia de Diego).
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Noches De Nostalgia [Editando]
Fiksi RemajaEs totalmente sabido que existen amores capaces de hacernos realizar grandes cosas y al mismo tiempo, son inolvidables. Incluso después de años, ese amor sigue atrapado en nuestros corazones. Christian es un chico que se enamoró profundamente de su...