Lección 14

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Cómo dormir con alguien pt.2

Como se había hecho costumbre ambos dormían juntos, y pese a que el pelinegro pensaba que era incómodo en un principio, ahora no le resultaba tanto. Inclusive diría que se había vuelto algo bastante entretenido. Además, días después de aquella situación en el parque, a pesar de que YoonGi había demostrado tener un descontento completo por hacer ejercicio, ellos habían vuelto a salir; quizás no a trotar, mucho menos correr, pero sí a caminar por el parque en donde YoonGi parecía más relajado. Aunque no se viera emocionado con la idea, él igualmente lo estaba intentando y su humor con respecto al tema había mejorado desde la última vez.

Así que ese día, luego de un día de caminata, YoonGi estaba agotado.

—Debo admitir que es divertido caminar por el parque —habló como si hubiera caminado varios kilómetros de distancia y JiMin se rió por aquello.

—Yo... —JiMin habló—... admito que no sé qué admitir —hizo un ligero puchero y el contrario elevó la comisura de su labio.

JiMin siempre soltaba lo primero que decía y YoonGi sentía que podía hablarle libremente, el rubio jamás lo juzgaría.

—Admito que aún sigo un poco sorprendido por aquello de que puedes sentir cosas —dijo, ambos mirando al techo.

—Hyung usted es tan extraño, ya han pasado dos semanas de eso —murmuró con un tono de confusión, el contrario soltó una risa floja.

—No es algo muy natural que algo aparentemente inanimado pueda hacer algo así, tienes que entenderme —se encogió de hombros y JiMin le dio la razón con un asentimiento—. Por lo que, aún tengo mucha curiosidad, ¿puedes sentir cosas demasiado leves? Porque eso sería...

—Puedo sentir el calor de su cuerpo —el contrario se sorprendió por aquello y frunció ligeramente el ceño, mirando a JiMin—, también puedo sentir su respiración contra mi rostro —habló bajito, mostrando un tipo de voz realmente adorable mientras giraba igualmente su cabeza para mirar al pálido—, está tibia.

YoonGi parpadeó incrédulo.

—Creo que debería dejar de impresionarme tanto por estas cosas, pero... —ahora se recostó de lado, mirando a JiMin, y este imitó su posición—. Puedes sentir los cambios de temperatura, es algo muy avanzado —en ese momento notó que el rubio soltaba aire ligeramente caliente por su nariz a la par que sus costados subían y bajaban con calma, dando la ilusión de que respiraba.

—Sí —asintió—, puedo reaccionar como si tuviera calor y temblar si hace mucho frío —se acurrucó en la almohada, sin despegar la vista de los ojos de YoonGi—. Por cierto, las temperaturas están bajando últimamente, estaba un poco frío cuando salimos.

—Sí, estamos entrando en otoño... 

YoonGi tomó el borde de la sabana y cubrió a JiMin hasta el cuello, el rubio miró con atención lo movimientos del contrario y cuando terminó y sus ojos se cruzaron nuevamente, le sonrió por el detalle de preocuparse. YoonGi notó que las sonrisas de JiMin se habían vuelto constantes, desde que le enseñó a hacerlas el robot no ha dejado de practicarlas y el pelinegro debía admitir que eran tranquilizadoras, y en ocasiones lo hacían sentir realmente cómodo.

—Gracias YoonGi Hyung.

—Estaba a punto de excusarme diciendo que lo hago para que no pesques un resfriado, luego me di cuenta de lo tonto que sonaría —se rió.

—Tampoco sé pescar —parpadeó, sin entender a qué se refería el pelinegro.

YoonGi se rió más fuerte por el comentario y JiMin lo miró con confusión.

—Ah, JiMin —colocó su mano en un costado de su cara para apoyarse mejor y hacer su siguiente pregunta—. ¿Algo más que agregar sobre ti?

—No sé, creo que no —comentó—, si no tiene ninguna pregunta específica no podría responderle, pero, ¿podemos hablar de usted ahora?

YoonGi enarcó una ceja.

—No creo que te importe saber de mí —dijo tranquilamente.

—Hablar con las personas al alrededor sobre uno mismo es muy bueno, además, sí me interesa —abultó sus labios.

YoonGi soltó un suspiro y se recostó nuevamente mirando al techo.

—No hay mucho que decir realmente.

JiMin se dio cuenta de que el mayor no soltaba información fácilmente, por lo que tendría que ser él quien hiciese las preguntas así que comenzó a pensar qué preguntas hacer que no hicieran enojar al contrario ni invadieran su privacidad.

—¿Usted siempre ha vivido solo?

—No seas tonto —soltó una risa algo floja—, claro que tengo familia.

—Oh... ¿Y dónde está?

YoonGi se quedó unos segundos callado y JiMin no entendió muy bien eso, pero no preguntó la razón.

—En Daegu.

—¿Y usted por qué está aquí en Seúl?

YoonGi se tomaba su tiempo para responder, ¿será que era así con todas las personas con quienes hablaba?

—Porque pensé que los sueños absurdos se cumplían cuando los deseabas con fuerza, terminé persiguiendo algo que jamás funcionó y heme aquí, hablando con un robot porque estaba a punto de quedarme en quiebra —cerró los ojos mientras suspiraba.

—¿Su sueño? —preguntó JiMin con curiosidad.

—Amo la música, pero esa vida no es algo muy fácil de lograr, mucho menos cuando todos parecen estar en tu contra —nuevamente miró a JiMin y el rubio se dio cuenta que el mayor le estaba dedicando una expresión extraña, parecía enojado y JiMin pensó que quizás no era lo mejor preguntar acerca de eso temas.

—Ah... —miró hacia abajo para darle privacidad a YoonGi—. A usted no le gusta mucho hablar de eso, ¿no es así?

El pelinegro asintió.

—A mi... —se quedó unos segundos callado—... me gustaría poder tener una vida para contarsela a usted.

Y YoonGi sintió su corazón oprimirse después de eso.

How To Train Your Robot | myg + pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora