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Lección 42

Cómo conseguir un empleo

YoonGi suspiró estresado mientras veía la entrada al establecimiento, los recuerdos en donde había tenido que vivir cosas similares estaban atacando su cabeza y ahora mismo se sentía quizás demasiado nervioso.

Su historia en Seúl había sido quizás un poco trágica; había vivido de sus ahorros de la niñez por un tiempo, luego el dinero se acabó y para poder pagar la carrera que quería tuvo que maniobrar entre varios trabajos que no duraban mucho tiempo. Así mismo, tuvo que recurrir a vender sus propias pistas de música por una miseria, todo hasta que su relación con la música se volvió tan frustrante que le producía más rechazo que amor, ahogándolo en un bucle de estrés y ansiedad que, desde el punto de vista de HoSeok, pudo haber terminado de manera fatal.

YoonGi se rindió entonces, pidiéndole incontables veces dinero prestado a su mejor amigo para poder sobrevivir. Todo esto finalmente le hizo vagar en internet en búsqueda de trabajos fáciles, hasta que encontró el artículo que lo llevó a KimTec.

Entonces, si JiMin no hubiera llegado a su vida, lo más probable era que tuviera que conseguir otro empleo horrible, sin terminar los estudios que quería y viviendo sin ningún tipo de lujo más que muebles usados y una televisión que se apagaba cada tanto.

Ahora su vida podía considerarse mejor, pero JiMin ya le había dicho que si quería algún tipo de mejora a largo plazo necesitaba un trabajo, terminar sus estudios y conseguir un trabajo mucho mejor, claro que para el rubio le resultaban más fáciles las cosas si simplemente las decía, ciertamente no tenía ni idea de todas las implicaciones que llevaban un plan como ese.

Así que ahora mismo, YoonGi suspiraba mientras entraba a la editorial en la que había echado un ojo; había leído en entre los anuncios de internet sobre un puesto disponible como "el chico del correo" y esperaba que ellos vieran que tenía muchas ganas de trabajar y que no iba a arruinarlo.

Sinceramente, ¿qué podría salir mal?

Así que ahí estaba él, caminando hacia la oficina de lo que creía era una especie de gerente general luego de haber pasado la noche armando su currículum y de repetirle a JiMin que "cocinar", "comer", "hacer buena digestión" y "poder dormir más de doce horas" no eran necesariamente habilidades extraordinarias.

—A este establecimiento llegan más de mil cartas todos los días, en un buen día llegan dos mil —dijo la mujer que lo estaba recibiendo mientras miraba el currículum por encima de sus lentes, YoonGi apretó los labios y ella le dirigió la mirada—. Tenemos a los escritores más reconocidos de Corea, muchos fans, hay que separar, organizar y entregar la mayor cantidad de correos posibles y no todos quieren revisar sus bandejas de entrada, ¿está realmente seguro de que tiene la experiencia para este trabajo?

Se tomó un par de segundos para considerar sus opciones, si bien jamás en su vida había manipulado correo, (y eso que había hecho sin fin de trabajos) no estaba seguro de que fuera tan difícil como lo estaban pintando, es decir, sólo era colocar los emails donde debían ir y entregarlos a sus respectivos destinatarios, ¿cierto?

La mujer seguía esperando una respuesta y él se sentó derecho sobre su asiento.

—Absolutamente —fue lo único que dijo, con mucha más seguridad de la que había tenido esa mañana.

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—¡Me dieron el trabajo! —anunció con emoción mientras abría la puerta de la casa.

JiMin dejó la escoba que estaba usando a un lado y le sonrió en grande al hombre al entender que era una muy buena noticia, mucho más cuando el contrario se lanzó a abrazarlo y a dar un par de vueltas con él por el tambaleo de sus cuerpos, arrancándole una risa.