¡Segundo mes!

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Comparaciones vergonzosas, confesiones vergonzosas y Min YoonGi no puede sentirse más avergonzado.

YoonGi caminó con cansancio por la sala, sus ojos pesaban y el frío estaba empezando a hacerse presente en su casa por lo que a la hora de levantarse se llevó la sábana consigo como si fuese un niño. Caminó tranquilamente hacia la cocina y se sentó en una silla frente a la mesa sin dejar de abrigarse, sus ojos ligeramente cerrados, JiMin a los segundos llegó con una taza de café y la dejó frente al adormilado pelinegro.

—¿Qué hora es? —preguntó ronco, intentando abrir de una vez sus ojos.

—Las nueve de la mañana —respondió sonriente y YoonGi antes de tomar un sorbo de su café levantó su mirada hacia el rubio—, ¿durmió bien, Hyung? —se giró para seguir cocinando.

—Sí, estaba muy cómodo —dijo, aún con sus ojos cerrados.

—También se ha levantado temprano hoy —parecía sonar entre incrédulo y satisfecho.

—Sólo me levanté porque sentí el olor a café —confesó, mirando la negra bebida un par de segundos—. Esta vez lo preparaste más temprano, así que no es necesariamente mi logro.

—Ah —volvió al frente del mayor, dejando un plato de Kimbap junto a uno de Kimchi para acompañar, arroz  y carne extra en otros dos platos—, en ese caso sería como un despertador, supongo que puedo hacerlo más seguido.

—Si eso quieres —se encogió de hombros y empezó a comer.

No estaba tan hambriento y agradecía que el robot hubiera notado que él no era fan de comer enormes porciones, estaba acostumbrado a eso.

—Está bien, entonces lo despertaré temprano, Hyung —le sonrió tiernamente y YoonGi observó el rostro del robot un par de segundos más de los necesario, detallando un poco las pestañas del mismo—. ¿Pasa algo? —ladeó la cabeza y YoonGi rápidamente apartó la mirada.

—No, sólo me quedé pensando —continuó comiendo.

JiMin sólo sonrió.

—Hyung, no se olvide de que hoy iremos a ver a NamJoon Hyung —le recordó.

YoonGi sólo soltó un sonido de queja mientras masticaba, honestamente estaba más interesado en quedarse en casa a morir que salir para hablar con alguien que no era su persona favorita; ese día había despertado con más flojera de la de siempre.

—Hace una hora me llamó para decirme la dirección de la cafetería —comenzó a decir a pesar de las quejas del contrario—, y no hace mucho frío pero aun así le busque una chaqueta gruesa, no quiero que se enferme —se sentó frente a YoonGi—. También hice una lista con las cosas que hace falta comprar para poder prepararle una buena comida y también...

YoonGi levantó su mano, mostrándole su palma al rubio en clara señal de que guardara silencio, el robot entendió rápidamente y cerró la boca.

—¿Eres una especie de asistente personal o algo así? —preguntó con una sonrisa juguetona y JiMin ladeó la cabeza en duda—. No tienes que organizar todo como una especie de madre obsesiva.

El menor colocó su mejilla derecha sobre su mano, provocando que esta se abultara. YoonGi siguió comiendo tranquilamente y tomó un poco del delicioso café, tratando de no concentrarse en lo adorable que se veía JiMin.

—No entiendo, Hyung...

—A veces hay madres que organizan la vida de sus hijos como unas lunáticas, no digo que tu lo seas, sólo estaba haciendo una comparación tonta —hizo un ademán con su mano, JiMin pareció entender.

How To Train Your Robot | myg + pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora