He's manic {Evak}

Fredag, 15:30. (II)

Entramos tranquilamente a mi casa. Pasamos a través del pasillo y llegamos a mi cuarto. En otras circunstancias me hubiera preocupado por lo que Isak pensara sobre cómo lucía mi habitación, pero ahora estaba pensando en lo que había dicho antes. Isak estaba mirando los dibujos y posters que tenía colgados por mi habitación. Al verlo así más o menos tranquilo llegue a la conclusión de que no le había dado mucha importancia. Decidí actuar normal. Fingí que estaba buscando mi DNI para poder volver a comprarle cerveza a Isak. Eso era lo que Isak pensaba que estaba haciendo, pero en realidad estaba buscando algo que haría que Isak se quedara un rato más conmigo y así poder arreglar la conversación desastrosa de antes y dejarle a Isak una mejor impresión.

- No sé donde lo deje- le dije a Isak mientras seguía buscando lo que él pensaba que era mi DNI. Di varias vueltas por mi apartamento hasta que la voz de Isak llamó mi atención.

- ¿Los has dibujado tú?- me preguntó con una sonrisa mientras miraba los dibujos que tenía pegados en el armario.

- Sí.

- Son buenos.

- Gracias- le dije y ese gracias significo también un gracias por no prestarle atención a la conversación de antes. Respiré hondo y olvidé toda esa cagada de antes para volver a lo que estaba buscando.

- Son divertidos- dijo Isak todavía mirando a los dibujos.

- ¿Eso crees?- le pregunté realmente sorprendido y feliz de que le gustara lo que yo hacía.

- Yeah.

- Aquí está.

- ¿Lo encontraste?

- No, pero...- le dije mientras se volvía y le enseñaba un porro también conocido como lo que había planeado utilizar para que se quedara esta tarde conmigo. ¿Quién puede resistirse a eso? Supongo que una persona sana, pero Isak no. Había estado husmeando por su Instagram y el de sus amigos y sabía que fumaba hierba. Además, confirme esa teoría la primera vez que nos conocimos así que sabía que esta vez tampoco iba a rechazar fumar conmigo.

- ¡Ey!- dijo Isak aceptando fumar.

Le dije que podía soltar su mochila, chaqueta y esas cosas por ahí para que estuviera más cómodo. Luego nos sentamos en la ventana porque realmente hacia un buen día y así podíamos disfrutar del sol un poco. Empezamos a hablar de cosas del instituto mientras fumábamos.

- ¿No te has saltado ninguna clase todavía?- me preguntó.

- Me acabo de saltar una ahora mismo- le contesté y le hizo gracia. Verle sonreír era lo mejor del mundo y estaba agradecido de que lo siguiera haciendo a pesar de mi comportamiento extraño de antes. Ponernos en la ventana había sido realmente una buena idea porque lo tenía justo en frente y además la luz que entraba me deja ver el precioso color verde de sus ojos.

- ¿Y no te pillaron? Yo solo me he saltado un par de horas.

- ¿Cuál es el límite?

- 10 horas. Pero si le agradas al director son 15 horas- dijo y los dos nos reímos juntos.

- ¿En serio?

- Sí, pero no creo que yo le agrade al director- nos volvimos a reír después de ese comentario suyo. Repentinamente, decidí cambiar el tema a algo un poco más personal, sobre sus gustos.

- ¿Qué tipo de música escuchas?- le pregunté. La música que escuchas puede no parecer muy personal pero para mí lo es. Las letras de las canciones que oyes te definen.