He's manic {Evak}

Fredag, 21:21 (II).

**Este capítulo tiene contenido sexual entre dos hombres, si no os gusta eso no leáis el capítulo a partir de la mitad, si os gusta, espero que lo disfrutéis.

- En serio, ¿a dónde vamos?- preguntó Isak una vez que habíamos salido de su bloque y yo estaba quitándole el candado a la bicicleta.

- No lo sé, tú solo móntate- le dije subiéndome sobre la bicicleta e indicándole a él el hueco de detrás- Y no hagas tantas preguntas.

- Okay- dijo él riéndose y haciendo lo que le había dicho.

Nos montamos en la bicicleta y empezamos a movernos por las calles. Hacia una buena noche y estaba disfrutando bastante de la sensación del aire en la cara. Escuchaba a Isak detrás de mí reírse y hacer algunos comentarios. Las vistas de la ciudad de noche también eran bastante bonitas.

Todo eso hacía que estuviera más feliz de lo que lo había estado nunca. No podía evitar sonreír. La sensación de felicidad se me expandía por todo el cuerpo y me inundaba el pecho. Nunca me había sentido tan feliz y quería sentirme así el resto de mi vida. Sabía que podía sentirme así siempre y cuando Isak estuviera ahí, conmigo.

Lo estaba pasando realmente bien en nuestro paseo en bici hasta que pasamos por una calle y reconocía la casa de un antiguo amigo mío. No quería acordarme de él en ese momento pero sí que me acordé de que tenía piscina en su casa. Entonces, en ese momento se me ocurrió que sería una buena idea colarnos para bañarnos en ella. Sería realmente guay si conseguía, por fin, besar a Isak en la piscina. Me recordaba bastante a una escena de la película Romeo + Julieta, que era mi película favorita. Dios, esa idea era genial y tenía que llevarla a la práctica.

- Tengo ganas de nadar, ¿y tú?- le pregunté a Isak mirándole a la cara. Él me devolvió la mirada claramente sorprendido de que dijera eso.

- ¿Nadar?- preguntó él sorprendido.

- Claro- le dije yo bajándome de la bici y encaminándome hacia la entrada "secreta" que conocía de esa casa.

La casa tenía una venta a ras de suelo que daba a un sótano en el que tenían una piscina realmente lujosa. La piscina siempre tenía el agua caliente y estaba totalmente iluminada. Era como un paraíso. Y ahí estaba yo intentando forzar la ventana para poder entrar al paraíso.

- ¿Quién vive aquí?- me preguntó Isak mientras yo seguía enfrascado en mi labor de abrir la ventana.

- Mi tía- le mentí yo.

- ¿Y ella no tiene ningún problema con que estemos aquí?- volvió a preguntar él bastante escéptico.

- Por supuesto que no le importa.

- ¿Y dónde está tu tía?- siguió insistiendo él.

- De vacaciones.

- ¿Por qué no tienes la llave entonces?

- Porque está de vacaciones.

- ¿Esa es tu respuesta para todo?

- ¡Tranquilo! No te preocupes- le dije yo consiguiendo por fin abrir la ventana.- ¿Vienes?

Le pregunté a Isak entrando yo por la ventana. Él me miró fijamente y al final decidió que no tenía ninguna otra opción mejor que hacer que entrar conmigo. Finalmente los dos entramos y me quedé maravillado de lo bonita que era esa piscina. Me agaché para tocar el agua y parecía que estaba realmente buena. Mis ganas de meterme en la piscina aumentaron.