Fredag, 18:26.

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Habían pasado un poco más de una semana desde la última vez que me encontré con Isak. Ese encontronazo me había dejado más destrozado aún. A Isak se le veía realmente mal y eso aumentaba mi sentimiento de culpa. Yo le había dado esperanzas, hacerle creer que estaba enamorado de él, y luego de repente largarme sin ninguna explicación. Todo era por culpa de mi maldita bipolaridad. Si pudiera contárselo no hubiéramos tenido ningún tipo de problema y ahora estaríamos juntos.

Durante la semana había llevado a cabo la idea de mi madre. Le había dejado a Isak dos dibujos sobre cosas nuestras. El primero hacía referencia a ese encontronazo que habíamos tenido y a nuestra broma sobre el cardamomo. El segundo era una respuesta a un mensaje que él me había enviado agradeciéndome por el dibujo anterior. No le respondí, aunque me moría de ganas por hacerlo, pensé que responderle mediante un dibujo le gustaría más. Sea como fuere, pensé que esos dibujos eran especiales, que le harían sentir lo mucho que le quiero. Espero que hayan dado resultado.

Mientras tanto, ahí estaba yo en una especie de "pre-fiesta" con unos conocidos míos del instituto y eso, nadie con quién realmente quisiera estar. Estaba realmente aburrido y sumido en mis pensamientos como se había vuelto habitual desde que dejé de hablar con Isak. Mi mente vagaba entre millones de pensamientos todos relacionados con Isak. Podía parecer un poco pesado pero era la verdad, sólo pensaba en nuestra relación.

En ese momento seguía dándole vueltas a cómo hablar de nuevo con él cuando se oyó el sonido característico del iPhone para un mensaje. Eso me sacó de mis pensamientos y me devolvió a la realidad. Cogí el móvil pensando que sería mi madre con alguna pregunta sobre cómo estaba, pero mi corazón dio un vuelco al leer de quién era de verdad el mensaje.

En la pantalla del iPhone se leía "the boy who couldn't hold his breathe underwater". No me lo podía creer Isak me estaba enviando un mensaje de nuevo. Corrí a ver lo que ponía y me decepcioné. "Hola. Gracias por el dibujo, pero si no estás interesado en algo más puedes dejarlo ahí. Llámame cuando hayas terminado con tu novia", eso era lo que decía el mensaje de Isak. Todo mi mundo pareció ir más lento, mi corazón se cayó a mis pies y mi mente se quedó en blanco como si me hubieran golpeado realmente fuerte.

¿Qué mierda significaba ese mensaje? ¿Acaso Isak ya no quería verme más? Joder, había malentendido todo. Él seguía pensando que yo estaba con Sonja, que había jugado con él y seguramente me odiaba por eso. Salí un poco de mi shock e intenté responder a su mensaje. "¿Qué haces? ¿Podemos hablar?", le respondí. Necesitaba verle más de lo que lo había hecho en esta última semana. Necesitaba aclarar cualquier idea que tenía ahora en su mente y demostrarle lo mucho que le quería.

"Relax en casa", respondió él. Justo en el momento en el que recibí el mensaje empecé a coger mis cosas y salir de aquella casa. El apartamento de Isak quedaba un poco lejos pero tenía que llegar allí lo más rápido posible. Tenía que verle, besarle y dejarle claro que lo quería a él y sólo a él. Así que empecé a correr hacia el apartamento de Isak. Mi mente estaba dándole vueltas a mil cosas que decirle, pero sabía que cuando lo viera me quedaría en blanco.

Llegué al portal del bloque en el que vivían y me paré un poco a recuperar el aliento. Después llamé mientras intentaba tranquilizar un poco mis nervios. Vi a Isak asomarse por la ventana de la cocina así que le guiñé un ojo, pero estaba bastante alto, probablemente no lo vio. Él se tomó su tiempo en abrirme la puerta, tiempo que no hacía más que aumentar mis nervios e inseguridades. ¿Y si no quería verme? Ya daba igual, había corrido hasta aquí así que entraría ahí y le diría lo que llevaba mucho callando.

Isak tardó un poco más en abrir la puerta de su apartamento, pero cuando finalmente lo hizo me quedé sin palabras. Estaba realmente precioso, como siempre, pero sus rizos dorados salían de su gorra y le quedaban realmente bien. Yo intenté verme bien pero no sabía si lo estaba consiguiendo porque tenía la mente demasiado inquieta.

- Halla- dijo él un poco desorientado sin saber bien que hacer en esa situación. Intentaba no mirarme directamente a los ojos, pero cuando lo había mirado fijamente me había dado cuenta de que él también deseaba que yo estuviera allí.

- Halla- dije yo dibujando una pequeña sonrisa en mi rostro. Lo había echado muchísimo de menos y solo quería entrar y darle un fuerte abrazo.

Hubo un silencio incómodo entre nosotros. Yo no sabía bien que decir, todo lo que había pensado se me había olvidado en ese momento. Isak tampoco parecía que iba a decir nada hasta que de repente se acercó a mí y me rodeó el cuello con sus brazos. Nuestros labios se unieron ansiosos mostrándonos el uno al otro lo mucho que nos habíamos echado de menos. Mientras me empujó hacia dentro del apartamento.

Seguía besándole apasionadamente. Mi lengua empezó a hacerse camino entre sus labios. En pocos instantes ese beso había subido bastante de intensidad. Nuestras lenguas jugaban entre ellas tocándose y acariciándose, explorando la boca ajena. Mientras tanto íbamos andando por todo su apartamento, sin dejar de besarnos, chocándonos con distintos muebles hasta que llegamos a su habitación.

Seguíamos besándonos demostrando todo nuestro deseo. Isak empezó a quitarse la camisa y la gorra. Paramos de besarnos por unos instantes para empezar a desvestirnos el uno al otro. Segundos después Isak y yo estábamos completamente desnudos en su habitación. Yo empecé a besarle otra vez pero decidí pasar rápidamente a un nuevo nivel.

Pasé de besarle los labios a besarle el cuello. Lo besaba ahí muy apasionadamente dejando pequeñas mordidas y marcas, aunque asegurándome en todo momento que Isak estaba cómodo con ello. Luego bajé dejando un camino de besos por todo su abdomen hasta llegar a su polla. Sé que suena raro, pero me encantaba chupársela. Así que me puse a ello. Cogí su erección con mis dos manos y empecé a chuparla poco a poco, dejando pequeños besos en ella. Poco después me la metí entera en mi boca y empecé a acariciarla con mi lengua. Escuchaba los gemidos de Isak y como me agarraba fuerte del pelo lo que hacía que me gustara aún más. Sin embargo, cuando noté que estaba a punto de correrse saqué mi boca de ahí y miré a Isak quien me devolvió una mirada de enfado y deseo.

- ¿Quieres pasar a un nuevo nivel?- le pregunté yo riendo y él se rió también.

- ¿Hay algo mejor que esto?- preguntó él a su vez con la voz entrecortada y las mejillas sonrojadas.

- Ya verás- le dije mientras me levantaba para volver a besarlo.

Volvimos ajuntar nuestros labios en un beso realmente apasionado. Mientras nos besábamos y nuestras lenguas jugaban, lo empujé hacia la cama y ambos caímos en ella, yo encima de Isak. Seguimos besándonos así tumbados, y en esa posición nuestras erecciones se rozaban la una con la otra. Todo era demasiado caliente que necesitaba dar el siguiente paso. Mientras seguía besándolo empecé a acariciarle la pierna y movérsela para que quedarnos en la postura correcta. Así que empecé a acariciarle el culo mientras veía como reaccionaba. Isak estaba completamente sumido en un estado de placer que realmente me preocupaba hacerle daño.

- ¿Puedo?- le dije mirando hacia abajo.

- Si- respondió él un poco avergonzado.

Entonces volví a besarle, a explorar cada rincón de su boca mientras mis manos seguían haciendo su trabajo en su culo. Poco después, introduje la punta de mi polla en su entrada. Esperé a ver su reacción y al no encontrar ninguna en especial decidí introducirla entera. Entonces Isak empezó a gemir más fuerte. No sabía si le estaba doliendo pero yo volví a besarle y acariciarle para que se olvidara si le dolía y lo disfrutara. Un rato más tarde empecé a moverme dentro de él. Al principio las embestidas fueron lentas, pero luego empecé a aumentar el ritmo haciéndolas cada vez más fuerte. Escuchaba los gemidos de Isak justo al lado de mi odio lo que era realmente genial y caliente. Y cuando no escuchaba esos gemidos Isak simplemente estaba llenándome el cuello de mordidas y besos para callarse a sí mismo. Yo también le besaba el cuello mientras seguía moviéndome para entrar cada vez más dentro de él. Cuando noté que ya no podía más y estaba a punto de llegar a un orgasmo empecé a acariciar su polla y masturbarle. Finalmente, los dos llegamos al mismo tiempo y fue lo mejor de mi vida.

- Eso ha estado muy bien- dije yo mientras me tumbaba al lado de Isak y lo atraía hacia mí intentando recuperar un poco el aliento. Él simplemente asintió y se acurrucó contra mí. Sin duda esa había sido la mejor noche de toda mi vida así que simplemente lo solté.- Te quiero.

He's manic {Evak}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora