- Es tu cumpleaños Kouki, puedes pedir lo que deseas
- Mm... un pastel
- ¿Solo eso? ¿No quieres un juguete? ¿O un peluche?
- No, prefiero algo que podamos compartir todos - sonrió
Desde muy pequeño el castaño había sido un despreocupado, referente a pedir cosas, no le gustaba porque en cada cumpleaños prefería algo que pudiera disfrutar con su familia y amigos. A pesar de que sus más cercanos, le exigían que pidiera algo para sí mismo, algo que no tuviera que ver con la escuela o cosas de necesidad básica, este no podía porque no deseaba nada para sí mismo.
Con el paso de los años, todos pudieron aceptar que el castaño fuera alguien especial, alguien completamente desinteresado, que no buscaba beneficio propio, más bien beneficio para todos los que le rodean. Así fue siempre, hasta que en la primavera de sus 21 años, conoció a alguien, todo se dio tan natural que es difícil situar el momento exacto en que las "peticiones" comenzaron.
Tal vez pudo haber comenzado la primera vez que salieron a tomar un café, dónde el peli-rojo pidió un café latte y le dio la vía libre para que pidiera lo que deseara. Kouki incluso en eso jamás había pedido por sí mismo, porque le daba igual lo que escogieran por él, era mejor así porque no debía preocuparse por el preció si es que lo invitaban y tampoco le importaba pagar lo que pidieran, si es que él era el que pedía.
- U-un caramel macchiatto - pidió algo tímido
- Claro, por favor señorita y dos porciones de pastel de fresa - sonrió el peli-rojo
En ese momento el castaño no pudo decir lo de siempre "escoge por mí" porque la mirada intensa que le enviaba el peli-rojo no daba lugar a dudas, debía ordenar lo que se le antojaba en ese momento y no habría problema, porque Sei no le diría "no".
Otro lugar dónde siguieron esas insignificantes pero interesantes peticiones, fue en un parque de diversiones. Usualmente cuando iba con sus amigos, no opinaba y siempre iba a los juegos que ellos deseaban, jamás le había importado su propia opinión, porque su opinión era "mientras ustedes la pasen bien, yo estoy bien".
Pero ese día con el peli-rojo fue tan distinto, él era el personaje principal en ese pequeño escenario que su mente imaginaba. Si bien el peli-rojo pedía de vez en cuando ir a algún juego en especial, la mayoría del tiempo dejaba que él decidiera, porque quería que ambos se divirtieran en igual medida y nuevamente Kouki no pudo evitarlo, dejo escapar pequeñas peticiones que con el paso de las horas se volvieron en comentarios emocionados para ir a otras atracciones.
Las peticiones seguían en aumento, sus amigos y familia cada día estaban más sorprendidos. Ellos jamás habían podido hacer que Kouki decidiera por sí mismo, tampoco podían hacer que pidiera cosas para sí mismo, era inusual que solo con Sei fuera así, pidiera sin importarle nada más, aunque a veces le apenaba tener que pedir algo, pero el peli-rojo le quitaba la pena, porque al fin y al cabo eran pareja.
- Kouki ¿qué vas a pedir? - preguntó el peli-rojo con una dulce sonrisa
- Mm... ¿sabes? esta noche prefiero comer un pastel de mora - sonrió - El pastel que pedí la vez anterior no estuvo mal, pero ahora tengo antojo de mora
- Entonces yo pediré uno de fresas - sonrió el peli-rojo - junto a un café latte
- Yo quiero un Caramel macchiatto - pidió con las mejillas sonrojadas
- Es sorprendente - comentó un peli-celeste al lado de la pareja, quién ya había hecho su pedido
- ¿Qué es sorprendente? - cuestionó el peli-rojo intrigado
- Cómo has cambiado a Furihata-kun... digo, a Kouki-kun - sonrió ante su pequeña equivocación, ahora el castaño ya no era Furihata, era un Akashi también
- Pero sigo siendo el mismo - sonrió el castaño
- Si yo te hubiera invitado a esta cafeteria, lo más probable es que me dejarías a mí la decisión de la comida - explico - pero con Akashi-kun no eres así, desde que lo conoces has hecho tus peticiones como se debe
- Y vaya que pide, en la intimidad no deja de pedir...
- ¡Sei! ¡Eso no es algo que Kuroko deba saber! - exclamo totalmente sonrojado
- Como sea, mi punto es que, Kouki-kun ahora es más libre de pedir sin importarle nadie más, tal vez solo tú Akashi-kun - sonrió
Cuándo se encuentra a la persona correcta, uno puede ser más libre para pedir sin temer, puede ser el centro de atención en su pequeño mundo, un mundo donde solo están los dos. Sí, sin duda el amor cambia a las personas.
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Literal no sabía que hacer con este día, pero se me vino a la mente esto, está lindo ¿no creen? pues espero que les haya gustado :'v
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Un mes AkaFuri (yaoi)
FanficLa relación entre Akashi y Furihata es... "especial" por este mismo motivo es que uno se puede dejar llevar por su imaginación, pensando en miles de situaciones posibles para ellos. #MesAkaFuri2017 Serie de drabbles para la página Porque amamos...