La oscuridad era dueño del lugar. Prohibida de la libertad, movía las cadenas que la aprisionaban. Elsa, había terminado presa por las fuerzas rebeldes y Jack... También. Él estaba aún inconsciente, sostenido por las cadenas. Podrían haberle matado, eso había temido en aquellos instantes, pero al parecer, todos creían que se trataba de su esposa, Aleixandre y... Habían comenzado a amenazar el reino en que si no cumplían lo que pretendían, acabarían con la vida de su príncipe y también de su esposa, osea ella.
No había hecho ningún intento en liberarse, pues si bien... Era mejor aquel lugar húmedo y oscuro, que el Palacio donde tenía comodidad, pero era mancillada por las manos de un maldito sujeto.
Elsa, observaba los guardias que pasaban frente a las rejas y siguió en silencio, esperando que sucediera algo o, que Jack despertará, lo cual era su prioridad.
-Ah... - Jack se despertó hora después, quejándose del dolor en chichón en su cabeza y retorció la mandíbula, buscando aunque fuera un mero alivio.
Luego, después que su vista se volviera nítida, se enfocó en la princesa, la cual le sonreía aliviada al ver que se encontraba bien, independiente del dolor mínimo que sentía. Mínimo, porque había podido ser mucho peor.
-¿Qué sucedió? - pregunto confuso e intento moverse, pero enseguida noto que estaba preso - Vale... - Suspiro ya comprendiendo la situación.
-Somos rehenes del enemigo - Aclaro Elsa, por si algún existía alguna duda - Y... - añadió - Creen que eres, Aleixandre.
Jack no se mostró sorprendido por aquel mal entendido, apenas apretó sus labios, con al parecer cierta rabia y suspiro poco después, volviendo al intento del movimiento.
-Ya, bueno... - Sonrió él tranquilo, como si aquella no fuera situación para preocuparse - ¿Salimos de aquí?
Era claro que, para ellos salir de allí era sencillo, pues con su poder, bien fácil podrían liberarse de las cadenas.
Elsa soltó un sonido de negación - La verdad... Me da lo mismo quedarme o no...
Jack no la reprendió por ello, era comprensible aquel punto de vista, pero... Él no dejaría que ella decayera, aunque no tuviera ningún derecho a forzarla a luchar, pues durante meses la había abandonado a su unísono, a manos de aquella alimaña, que a saber... Cuánto daño le había hecho. Él lo conocía y sabía que era capaz de las peores sandeces.
-Elsa... No te rindas - Murmuró decayendo la mirada - Se... Que no tengo ningún derecho a decirlo, pero... Te amo y quiero que podamos estar juntos. Tan sólo, huyamos...
Que sencillo parecía todo dicho por él. Claro, abandonaba todo, su pueblo, su hermana... Y vivía feliz con su amado, en una vida pacífica de campo, tenían hijos y eran felices para siempre. Era obvio... Que eso ya era imposible para ella.
-Me han doblegado a su voluntad - confesó esbozando una sonrisa repleta de tristeza - Los recuerdos, permanecerán para siempre... Es imposible para mí. Jack... Yo ya no deseo estar contigo. No deseo... Amar más.
Apretó las manos en puño, dolida por sus propias palabras. Por lo débil que se había hecho.
Los pasos de los guardias, en sus pesados armaduras, haciendo eco en su cabeza y provocaban más desconcierto. Su corazón, era como aquellos ecos, fríos... Sin ningún sentimiento. Cuando un corazón sufre cierto grado de dolor, termina convirtiéndose invulnerable.
-¡No me rendiré! - Aclaro Jack comenzó a congelar sus manos, agrietando así las cadenas.
En pocos minutos, logro su cometido y se cayó de rodillas al suelo, y prosiguió a liberarse de las cadenas de sus piernas.
Elsa no hizo ningún movimiento, apenas observó al albino, el que estaba de verdad empeñado a huir.
-Vamos, Elsa - se detuvo frente a ella y acarició su rostro con cariño - No te rindas. Tu hermana, alguien que te quiere de verdad te está esperando allí afuera, ¿Acaso no quieres salvarla?
¿Que si quería? ¡Claro que si! Pero... Sus fuerzas se habían esfumado y el moverse parecía un sacrilegio.
-Jack... Salva a mi hermana por mi, por favor... - rogó arrugando su labio inferior - De verdad.. Yo ya no puedo con esto...
El silencio se hizo entre ellos. Los pasos apenas hacían eco y Jack se mantuvo alerta de que si se acercaba fingir que estaba preso. Elsa por su parte, mantenía su mirada fija en el suelo, en sus pies manchados de barro y en los pies de su vestido, rasgado y todo sucio. Era increíble... Hasta su esencia de princesa se había perdido completamente. Las camadas de maquillaje pesaban y seguramente... Habían manchado su rostro, por las lágrimas pesadas que habían salido sin suficiente para saciarse.
-Maldicion... - Murmuró Jack lleno de rabia - Tu no deberías estar pagando por esto... Tu, no tienes nada que ver con esta guerra ni con nuestra familia... Elsa - acuno su rostro entre sus manos - Escucha, hay algo que debes saber.
Elsa mantuvo silencio y sólo se dispuso a escuchar.
-Los enemigos no fueron los primeros en atacar, ellos no fueron los que se comenzaron esta guerra.
El interés despertó en ella, la cual finalmente encaró la mirada transparente de Jack, quien demostraba culpa y tristeza...
-Mi hermana... La cual viste en el retrato en mi casa, murió hace años, pero no por ningún accidente ni enfermedad.. Ella... Murió en un viaje...
-¿En un viaje? - Interrogó Elsa con curiosidad.
-Ajá... Ella, fue de viaje al reino que ahora nos amenaza... Fue inportunada por soldados, que por órdenes de su rey, tenían la misión de acabar con ella... Ella... - trago saliva, con dificultad en seguir hablando - Iba con la intención de casarse con su príncipe y así... Establecer la paz... Pero, dicha paz jamás fue buscada por ellos...
A Elsa se le encogió el corazón. ¿Cómo había suceder algo así? No comprendía.. Como habían sido capaces de hacerle algo así a una pobre niña, pero... Las tácticas eran por veces tan despiadadas, que poco o nada la sorprendieron, pero si... Le hicieron víctima del sufrimiento, pues... Jack estaba sufriendo mucho al mencionar la historia.
-Los soldados... - Ahogo su voz en lágrimas gruesas - Violaron a mi hermana...
Sentía rabia, odió y muchísimo dolor. Era difícil hablar de aquella situación, pero Elsa tenía derecho de saber la razón de su sufrimiento.
-Yo... Llegué a tiempo, acabe con la vida de esos miserables y salve a mi hermana. O eso... Creía yo...
Los recuerdos ardían y arrasaban con su alma. El rostro despedazado de su hermana, era tan claro como en aquel fatídico día. Se hallaba tirada en el suelo, con su cuerpo casi totalmente expuesto y descompuesta en lágrimas y el dolor por todo su cuerpo. Jack, le tendió la mano, dispuesto a llevársela con él, asegurándole que todo estaba bien, pero ella no era ninguna tonta. Sabía que... "Bien" ya no existía para ella.<<Hermano, por favor... Acaba conmigo...>>
Obviamente Jack se mostró impactado por la petición y se negó enseguida a aquella locura. Era obvio que no podía matar a su propia hermana.
<<Hermana, yo te protegeré, te prometo que...>>
<<Jack...>>
Su mano pálida, se superpuso sobre la de él y rogó una vez más, ahogada en lágrimas, que cumpliera su petición.
<<Liberame de este dolor... Es lo único que puedes hacer por mí. Hazlo... Por mi, hermano...>>No podía hacerlo... Por más que se lo pidiera, no podía acabar con vida de su hermana, pero... Todo aquel dolor, expuesto en los ojos de su pobre hermana, lo llevaron a cierto grado de desesperación y de locura. Él... No fue dueño de sus actos y... Cuando su mente se tornó clara, ya su hermana se hallaba en el suelo, atravesada por un puñal de hielo, que Jack había creado... Si, con aquel poder...
Había dado a su hermana, una muerte casi inmediata y pese a que debería sentirse un maldito monstruo, la sonrisa final de su hermana, hizo que dicho sentimiento no se hiciera presente de su corazón, pero... Aleixandre, quien fue testigo de tal atrocidad, no tuvo la misma opinión. ¿Se explica por qué lo odiaba tanto?...-Jack...
-Lo se... Puedes juzgarme por lo que hice - Se lamento él liberando lágrimas sin freno.
-No... No estoy en ningún derecho de juzgarte, de hecho... - Extendió su mano y acarició el húmedo rostro de su contrario - Lo hiciste para salvar a tu hermana... No se si puedo compararme a ella, pero... Creo que puedo comprender cómo se sentía...
Quizás era demasiado desconsiderado, compararse a la terrible pesadilla que seguramente había tenido que vivir la hermana de Jack, pero... De alguna manera u otra, había sido víctima de una mala entraña, que no sólo contento en usarla como juguete sexual, la habitación humillado diversas veces.
-No, Elsa - negó Jack posando las manos sobre las cadenas de sus muñecas y comenzó a hacer lo mismo que hizo con las suyas - No voy a permitir que te hundas. No dejaré que te eches abajo. Tienes razón, no se cuánto han sufrido, pero yo... - tomó a la princesa caída entre sus brazos y a abrazo con fuerza - Tengo la esperanza, que con el amor de tu hermana en comunión con el mío, hagan de tu pasado, una pesadilla de la que un día veas sólo como eso, como una pesadilla.
No hubo respuesta por su parte. En aquellos momentos de baja estima, por mucho que se dijera, nada resultaría. Pero, aunque fuera respondido con el silencio, Jack no hizo cuestión de rendirse y huyó del lugar, llevando consigo a la princesa abatida, la cual sólo se limitó a observar el estrecho pasillo de cárceles, por él que Jack corría.
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Elsa & Jack Frost - Apiádate de mí [Completa]
Romance*Esta novela nunca ha sido editada. "Eran nada las ganas que la incitaban a aquel lugar. Hizo de todo y más, para evitar el contacto con aquel panorama, pero Elsa, la princesa, tuvo que resignarse y aceptar su destino. Tendría que estudiar, p...