Capítulo diecinueve - Tu mano manchada de sangre

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<<Cuando visualice aquel lugar. Aquel que era mi verdadero hogar, me vinieron lágrimas a los ojos. Pesé, al desastre en el que se encontraba, aquel era mi verdadero hogar y en el único en el que podía ser feliz. Ahora... Fue cuando un dolor más agudo que cualquiera, se clavó en mi corazón>>

Jack bajo lentamente y tocamos tierra finalmente, después de más de horas surcando los cielos. Podía haber sido una experiencia que cualquiera hubiera deseado vivir, pero en aquella situación, ni Elsa ni Jack disfrutaron del vuelo.
Si bien... El reino de Jack estaba en un caos, aquello era bien peor...
Si habían existido casas allá, sólo los residentes ahora podían saberlo. Aquello... Eran apenas cenizas... Nada más que eso.
Caminando, entre aquel desastre, Elsa vio con horror varias personas fallecidas... Y desvío la mirada. No podía seguir viendo todo aquello.
Así que corrió, deseando sólo que aquel no hubiera sido el destino de su hermana menor.
"Ana... Que estés bien por favor..."
Imaginar la peor de las situaciones, ya provocaba lágrimas en los ojos claros de la princesa, que corría en desesperación.

-¡Ana! - grito dando entrada de forma brusca en el castillo.
Allí... Allí sólo un infierno más.
Varias criadas que conocía, se hallaban expuestas en el suelo. Con la definición de horror en sus rostros... Habían sufrido y Elsa fue consciente de ello.
No había podido salvarlas...
-Elsa - Jack llamó su atención - Tenemos que ir.
Quedarse solo haría que las hipótesis de hallar a Ana viva se reducieran.
Adentrándose en los pasillos fríos y hostiles, que Elsa recordaba como unos llenos de vida y cálidos, ella se abrazaba a si misma, temblando del pánico que recorría su cuerpo. Jack iba delante, corriendo, abriendo de puerta en puerta y gritando el nombre de la joven que buscaban.
-Quizás este en un refugio - Dijo Jack, viendo las pocas expectativas de Elsa desintegrándose en sus ojos - ¿Dónde esta su habitación?
-Más adelante... - murmuró Elsa manteniendo su mirada en el suelo - Tengo miedo de ir ahí...
Se atrevió a expresar sus miedos, sin ninguna intención de contenerlos en aquellos momentos. Pues... Si se veía débil en aquella situación, le era bien indiferente.
-Quedate aquí - le aconsejo el albino posando las manos sobre sus hombros - No te desesperes, Elsa, estoy seguro que tu hermana está bien.
Elsa apenas asintió, teniendo en cuanta que sólo era consuelo. Estaba segura que él pensaba de la misma manera... Ana ya estaba muerta.
Todo se hallaba en silencio. Como si aquellas fueran las ruinas de un castillo antiguo. Sólo el susurró del viento transcurría por aquel lugar. El suelo... Era apenas sangre... Toda aquella era una situación tan espantosa que Elsa jamás imaginó poder llegar a vivir...
Nadie imagina algo similar... Todos piensan que son inmunes a situaciones espantosas, que sólo a los demás les ocurre, hasta que ocurren de verdad...
Se apoyo de espaldas a una pared, viendo con miedo cada lado del pasillo y estremeció, sintiendo un mal presagio. Sabía... Que Jack no traería buenas noticias.
Poco después... El albino estaba de regreso y Elsa le miró esperando noticias, Jack únicamente negó con la cabeza.
-Ana, no está allí... Aquí parece que no hay nadie.
Ma buena noticia era, que al menos no había cuerpo de Ana, lo que al menos les daba algún tipo de esperanza.
Tras haber rebuscado por todo el castillo, lo que robo grande parte de su tiempo, Elsa fue hasta el despacho y busco el plano donde eran indicados todos los refugios del reino. Le demoró un tiempo, pero lo hallo poco después.
Jack enrolló el mapa y lo guardo en el interior de su ropa - ¿No prefieres esperar escondida aquí? - le preguntó ya preocupado por si llegaban a hallar a Ana sin vida.
Elsa negó - Quiero buscar a Ana, si me quedo aquí sólo en espera... Sentiría que una vez más la estaría abandonando.
-Elsa...
-Además - añadió - No quiero quedarme en este lugar tan horrible...
Jack asintió. Tenía razón, dejarla allí sola estaba fuera de cuestión.

A continuación, abandonaban el grande castillo, el que Elsa vio una vez más, sintiendo que era la última y logró esbozar una pequeña sonrisa que emanaba pura tristeza. "He mal aprovechado mi estancia aquí..."
Aunque una cosa tenía clara, si encontraba a Ana, nada sería como antes. Su relación iba a cambiar drásticamente, iba a ser, como ella había querido desde un buen principio.

Elsa & Jack Frost - Apiádate de mí [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora