Bajo la luz de los focos ♡ | larry stylinson & ziam mayne |

Capítulo 40: "Bajo la luz de los focos"- Final.

siento la tardanza, aquí tenéis el final. mañana subiré el epílogo c:

CAPÍTULO 40.

LOUIS POV.

Me levanté. Tenía los ojos pesados y rojos. Me había pasado la mayor parte de la noche pensando, sin poder dormir, dándole vueltas a la cabeza, como lo llevaba haciendo desde que le dije a Harry que le amaba, y que quería mi futuro junto a él. Pero no había vuelto. Habían pasado cinco días, casi una semana, y Harry no había si quiera contactado conmigo, al menos para decirme algo. Un "no" hubiese bastado en el mismo momento en el que le ofrecía mi vida. Vendería mi alma al diablo por recuperarle, porque no quería estar sin él, no podía estar sin él...pero debía estarlo. Debía resignarme a pasarme el resto del tiempo castigándome por dejarle marchar unas semanas atrás.

—Buenos días, Louis—sonrió Niall. Había aparecido de la nada, como de costumbre, y me tendía un traje de Armani, negro, y unos zapatos de vestir del mismo color.

Me refregué los ojos con las manos y lo miré. No estaba seguro de qué era exactamente el lugar al que debía ir. Según los managers, era un almuerzo importante para la firma de un acuerdo aún más importante. Pero no imaginaba que fuese TAN sumamente importante como para llevar lo más caro del mundo una mañana cualquiera de lunes.

—Hey.

Niall puso los ojos en blanco y dejando el traje sobre la cama, se pasó la mano por el pelo. Él, ahora que me fijaba, también vestía un traje, y lucía una sonrisa amplia, como cada mañana.

—Ve a darte una ducha, y prepárate rápido. Al igual que tú, esa gente quiere terminar pronto el almuerzo. Solo les interesa la puñetera firma.

—¿Puedes decirme para qué es la firma? Todo el mundo parece saberlo, menos yo.

Mi amigo y guardaespaldas se encogió de hombros.

—Menos tú y yo, Louis, menos tú y yo.

Asentí soltando un suspiro y desaparecí en la humedad vaporosa del cuarto de baño.

—Buenas tardes, Tomlinson—un hombre de edad mediana, con una barba oscura, y ojos de mirada afilada, me extendía una mano que estreché rápidamente, devolviendo el saludo—. Soy Nicholas. Como tus managers te habrán advertido, soy alguien muy exigente, y espero lo mejor de ti.

Abrí la boca para contestar, pero la cerré al instante. Realmente no sabía de qué hablaba, por lo que simplemente me callé y caminé a su lado hasta una mesa redonda con seis sillas, entre ellas, la que yo ocuparía. Dos mujeres y cuatro hombres.

Las dos mujeres resultaron ser dos redactoras de la revista Paramore, y los dos hombres restantes, compañeros de Nicholas.

—Estos son August y Dean. Y mis queridas ayudantes, Sophie y Natalie. 

Asentí y tomé asiento una vez lo hicieron los demás.

—Bien Tomlinson, ¿qué es lo que tienes pensado?—realmente no tenía pensado mucho, no al menos sobre el tema que ellos querían, al parecer. Yo, mejor dicho, mi mente había maquinado la idea de hacerle el amor a Harry lentamente, de besarle cada milímetro de aquella piel lechosa, cada lunar, cada marca...llenarle de mí, fundirme en él...pero dudaba mucho que esa fuese la respuesta que ellos deseaban oír.

—La verdad, no suelo pensar mucho. Dejo que mis managers piensen por mí—el grupo rió animado por mi respuesta.

—Bien, ¿y si te proponemos que trabajes con nosotros?

¿Trabajo? ¿Qué tipo de trabajo?

Mi cara pareció expresar exactamente las preguntas que mi mente disparaba.