Bajo la luz de los focos ♡ | larry stylinson & ziam mayne |

Capítulo 16: "La torpeza es una forma de superar la distancia que nos separa"

CAPÍTULO 16.

LOUIS POV.

Me desperté más temprano de lo esperado, y aproveché ese tiempo para darme una ducha relajante antes de salir acompañado de Samuel.

Recorrí Londres escoltado; por suerte no había demasiada gente en la calle, lo cual aproveché para entretenerme a escoger el regalo perfecto para Harry.

Después de un rato, volví al hotel con una bolsa, y contento de la elección. La verdad es que si no hubiese por la dependienta aún estaría por allí, buscando algo interesante.

"Estas son tazas de pareja"

"¿Tazas de pareja?—mi voz había sonado aguda"

"Ella rió—sí, tazas de pareja. La frase y el dibujo no está completo a no ser que la otra taza esté junto a ella"

Recordé las palabras y las pulsaciones me aumentaron. Indirectamente me estaba comprometiendo con Harry, permanecer a su lado cada segundo de mi vida, y la verdad era que no me importaba. No si se trataba de aquel chico de pelo permanentemente alborotado, torpe y de ojos esmeralda.

Llamé a la puerta la cual se abrió unos dos segundos después dejando ver a un Harry sonriente y seguro.

—Hola, pequeño—susurré antes de que él se me abalanzase y comenzase a besarme. Me reí mientras él seguía llenándome de besos húmedos, incluso cuando su boca tapó la mía e introdujo su lengua dentro de mi boca, y buscó la mía. El estómago se me hizo líquido. Harry paró.

—Hola, boo.

Arqueé la ceja.

—¿Qué es eso?

Harry se puso algo colorado, y quise besarle, pero me detuve. Quería saber qué era eso, y un beso haría que la explicación quedase aparcada.

—Un mote. Boo Bear. Eres...como un osito. Pequeño, dulce...

Una sonrisa tonta se dibujó en mis labios. Esta vez no retuve el impulso de besarle tiernamente.

Él me cogió la mano y me llevó hasta dentro de la habitación, donde seguimos con nuestra tarea de besarnos.  Solté la bolsa con el regalo sobre la mesa y él se apartó mirándola.

—¿Qué es?

Sonreí atrayéndolo, rodeando su cintura con mis brazos.

—Un regalo.

—¿Para mí?

Asentí.

—Para los dos. Se...complementan.

En mi bolsillo el móvil comenzó a sonar.

Dylan.

Dejé que se parase solo y abrí al bolsa, entregándole la taza envuelta en papel de regalo. Él lo deshizo al instante y comenzó a leer la primera frase.

"No importa el tiempo, ni la distancia..."

Me miró curioso.

—¿Cómo...?

"...nada podrá separarnos"

Dejé que leyese la continuación de la frase en mi taza, y dejé que juntase el dibujo.

"Louis & Harry".

Sí, era bueno eso de que personalizasen un poco las tazas.

El móvil volvió a sonarme, pero esta vez no paró hasta que lo cogí.

—Sí...bien...diez minutos...no creo, pero lo intentaré...estoy con Harry...sí, sí...diez minutos.

Cogí mi taza con la mitad del corazón grabado el nombre de Harry, y con la continuación de la frase, le besé los labios, y salí disparado prometiéndole que vendría más tarde.