Bajo la luz de los focos ♡ | larry stylinson & ziam mayne |

Capítulo 28: "Cuando te vas".

Antes de leer el capítulo, escuchad "When you're gone" de Avril Lavigne. Si no la queréis escuchar antes, escuchadla desde el momento en el que vuelven a casa, ¿sí? Tiene MUCHO que ver con este capítulo.

Ahora, disfrutad <3

CAPÍTULO 28.

LOUIS POV.

Abrí la puerta inseguro.

Sentía el corazón a mil por hora atascado en la garganta.

Estaba haciendo daño a Harry, lo sabía, pero debía confiar en mí. Confiar en que lo que había dicho Eleanor era solo una reverenda tontería, y que yo de verdad lo amaba.

Porque lo hacía. Con todo mi corazón.

Entré a la habitación y vi a Harry con la cabeza hundida en la almohada y su ordenador portátil, el que yo le había dado, a su lado, con un brazo encima, casi abrazándolo.

Me senté en el borde de la cama y apoyé mi mano sobre su espalda, y comencé a acariciarla como había hecho miles de noches para ayudarlo a dormir cuando tenía pesadillas.

—Hmm...

—Harry...vamos, nene.

Mi chico de pelo alborotado despegó la cabeza de la almohada y me miró arrugando el ceño.

—¿Louis?

—Sí, soy yo. He cogido un poco de tiempo libre. Creo que necesitamos pasar más tiempo solos, y así explicarme bien.

Él carraspeó y se pasó una mano por el pelo, intentando que pareciese decente. No mejoró y, al darse cuenta, hizo una mueca.

—Vamos. Lávate la cara, y péinate un poco, ricitos. Te espero en el salón.

Antes de que él pudiese reaccionar de cualquier manera, junté nuestros labios en un beso rápido y dulce. Mi boca se amoldó a la suya perfectamente, como siempre sucedía, y saboreé por unos instantes el sabor exquisito de los rosados e hinchados labios de mi chico.

Harry no tardó más de cinco minutos en regresar al salón a mi lado, pero no hizo ademán de agarrarme la mano, ni de besarme, ni si quiera de hablar.  Y yo no hice nada al respecto.

Durante el viaje en coche hasta el centro comercial, estuvimos en silencio, excepto por el momento en el que le pregunté si prefería cenar fuera o en casa.

Él se encogió de hombros y murmuró un "me da igual" en voz baja antes de fijar la vista, de nuevo, en los cristales tintados del mercedes.

Al bajar del coche agarré su mano. Al menos estaba seguro de que estaba allí conmigo, aunque no hablase; al menos podía sentir su presencia. Me estaba costando horrores permanecer impasible, sin gritar, llorar o pedir explicaciones de su actitud, pero aún así permanecía en calma, asintiendo y sonriendo a sus débiles parloteos.

Echaba de menos a mi antiguo Harry. Al chico fanático del que me había enamorado. Echaba de menos sus hoyuelos, sus muecas, y su parloteo constante hasta el punto de tener que callarlo con un beso. Deseaba que nada de esto hubiese pasado. Que no se hubiese alejado de mí de la forma en la que lo estaba haciendo.

—Por aquí—dije, al visualizar a lo lejos a un grupo de fans locas que comenzaban a caminar a paso rápido, mientras yo tiraba de Harry hasta el ascensor.

Pulsé el número 4 antes de que llegasen, y Harry se encogió cuando empezaron a golpear como locas las puertas, y el cristal que rodeaba al ascensor por la otra parte.

Carteles, y gritos por todas partes, y nosotros atascados entre la primera y la segunda planta.

Genial, Louis.