Capítulo 15: "Trueque"

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CAPÍTULO 15.

LOUIS POV.

Llamé por quinta vez a la puerta de la habitación de Harry. Sentía el corazón martilleándome en el pecho con tanta fuerza que creí que iba a salir disparado. Mi respiración era irregular, y me dolían las costillas debido a la segunda pelea del día.

Justo después de que saliésemos de la entrevista me encaré con Dylan, otra vez, pero esta vez él también salió mal parado. Justo antes de que pudiese darme la segunda patada en las costillas, o que yo pudiese destrozarle más la nariz, Samuel se interpuso y me sacó de allí. Una vez en el hotel, llamó a la enfermería para que algunos auxiliares viniesen a curarme las heridas superficiales. Prometí ir al médico después de hablar con Harry, pero él no estaba. No estaba, o quería que yo creyese que no estaba.

Recordar la entrevista mientras llamaba de nuevo a la puerta, hacía que me entrasen náuseas. Harry, mi pobre Harry, debería estar destrozado.

—Por favor—susurré, aunque sabía que él no me escucharía. Di un golpe en la pared con el puño, y cerré los ojos. No podía llorar. No ahora.

Me aparté de la puerta de su habitación y entré a la mía, cogí dinero, el móvil y la tarjeta, y salí del hotel. No iba a quedarme allí de brazos cruzados.

HARRY POV.

Cuando me aseguré de que no había nadie allí, y con ese nadie me refería a Louis, cuando me aseguré de que se había marchado, llamé al servicio de habitaciones para pedir algo de comer.

Un minuto después un carrito lleno de frutas, y pan con queso y miel me esperaban en la puerta. Estaba deseando encerrarme y engullir todo aquello. Además, por cortesía de Jeremy, mi pretendiente al parecer, una tarrina de helado de nata y dulce de leche me esperaba como postre.

—Gracias—susurré antes de cerrarle la puerta.

Me dediqué durante esos minutos a disfrutar de mi comida. El estómago me rugía como nunca lo había hecho, y saboreé todos los platos, sin dejar a penas nada sobre estos.

Una media hora después desvié la vista del punto en el que la tenía puesta, con la mente en blanco, hasta el bajo de la puerta de la habitación. Un pequeño trozo de papel descansaba sobre la moqueta azulada de la habitación.

Me levanté de la cama, con sigilo y me senté en el suelo y la cogí entre las manos. Miré la nota por delante y por detrás, y pude ver como la letra de Louis se extendía a lo largo de esta.

"Sé que me odias, pero no te escondas de mí, por favor".

Un minuto más tarde otra nota volvía a colarse en mi habitación, y una sonrisita tonta se dibujó en mi cara al leerla.

"Harold...te echo de menos"

Me obligué a hacerla desaparecer, recordando como él había dicho que Eleanor y él se querían. No podía mentir diciendo algo así y, menos, ante las cámaras.

En la siguiente nota había dibujado, más bien intentado dibujar, dos manos con ambos meñiques entrelazados. Se me retorció la barriga.

Segundos más tarde volvía a aparecer otra nota.

"Por favor, si estás ahí, si estás leyendo esto, por favor, ábreme. Ábreme y déjame al menos verte. Con eso me conformo".

Durante los siguientes minutos más notitas fueron apareciendo bajo la puerta, y el enfado que tenía se iba disminuyendo con su letra infantil y sus palabras, que conseguían derrocar la coraza que envolvía en esos instantes mi corazón.

Bajo la luz de los focos ♡ | larry stylinson & ziam mayne |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora