Capítulo 29: "No olvides a dónde perteneces" |Parte 2|

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Capítulo 29,

Parte 2.

HARRY POV.

Al levantarme a la mañana siguiente me sentía completamente vacío y frío. Frío como si me hubiesen congelado el corazón. Vacío como si me lo hubiesen arrancado después de congelarlo, para que doliera menos. Pero no. Seguía doliendo igual.

—Estás despierto—Liam me saludó desde la barra de la cocina mientras preparaba café—. Pensé que tardarías más en levantarte. No tenías buena cara ayer.

—¿Hoy tengo buena cara?—él hizo una mueca que me hizo reír—. Ya...me imaginaba.

Liam sonrió y vertió en dos tazas café con un poco de leche.

—¿Quieres?

Me tendió la taza y asentí mientras la cogía.

—¿Y Zayn?—mi voz sonaba muy ronca y algo rota, pero por lo demás, no distaba de ser igual que todas las mañanas al levantarme.

—Trabajando. El muy cabezón quería trabajar hoy. Decía que estaba mejor y que no iba a quedarse quieto aquí todo el día.

Liam dio un sorbo a su taza de café y se sentó sobre el sofá tapizado. Él no se percató de mi risa, y me alegré, había intentado hacerla disimulada, pero no me salía bien, últimamente nada me salía bien.

—¿Y cómo has pasado la noche, Liam?

Mi amigo dio otro sorbo al café y se atragantó con él.

—¿Qué? Eh...aquí, claro.

—Sí, sí. Aquí—me acerqué a él, riendo levemente—. Define: "aquí".

Las mejillas de Liam se tornaron rojas en menos de dos segundos. Toda la sangre concentrada en sus mejillas redondas y blanditas. Si de algo podía presumir Liam era de tener cara de un bebé...bueno, aparte de lo bien dotado que estaba en diferentes partes del cuerpo, pero esa no era mi tarea.

—En la habitación de Zayn—carraspeó, y volvió a adoptar su postura de chico maduro no enamorado como un adolescente.

—Ya.

—En la misma cama, por si lo preguntas.

—Ajá.

—Y no, Harry, no hemos hecho guarradas—él pareció pensarse lo que quería decir a continuación—...pero...

—¿Pero? ¡Vamos, Liam! Ahora te voy a contar mi desastre amoroso con el chico con el que he soñado durante más de nueve años.

—Ganas no me faltaban. Harry...estoy completamente obsesionado con Zayn. Es de esas veces que...oh, dios...no puedes despegarte a alguien de tu mente, sientes el corazón en la garganta todo el tiempo, y su voz es como...

—Sí, Liam. Eh...Louis...me hacía...no...Louis me hace sentir así.

—¿Y qué haces aquí?

—Porque quiero que sea feliz—susurré.

—Y te estás comportando como un capullo. No niego que él lo haya sido, además, mucho. Y que sienta que no te merece, pero...¿tú eres feliz, Harry?

Me encogí de hombros pensativo, y luego hice una mueca.

—Supongo.

—¿Y crees que Louis es feliz ahora?

Negué, convencido. Lo último que había dicho antes de marcharme de la casa, seguía retumbando en mi cabeza.

—¿Por qué?

—Porque—se me rompió la voz—porque yo soy su felicidad. Él lo dijo, Liam...

Mi amigo me atrajo hasta él, envolviéndome con sus brazos fuertes, apretujándome contra su pecho, donde me deshacía en sollozos mientras apretaba los puños.

ZAYN POV.

Lewis me echaba del trabajo antes de tiempo. Decía que había trabajado duro para estar malo y que me merecía un descanso. Pensé en que quizás Liam y su enchufe tenía algo que ver. Me despedí de mi jefe, y salí del restaurante antes de ir a un 24 horas, para comprar algo de picar. La nevera estaba completamente vacía y, supuse, Liam no había comprado nada, sino que se había quedado en la casa cuidando a Harry, por si se despertaba.

 A veces me daba la sensación de que Liam era como un hermano mayor, o un padre, para Harry. Siempre tan protector, buscando la manera de verle feliz.

Me imaginé a mí mismo entre sus brazos, siendo abrazado por él, mientras me consolaba.

Aparté los pensamientos rápidamente de mi cabeza. Liam era un amigo. Pero no me sentía así con él, no del todo. No desde que la tarde anterior se la había pasado a mi lado, sosteniéndome la mano, y acariciándome la espalda cuando vomitaba para después darme un paño limpio para limpiarme la boca. Además de aquel beso en la frente que me hizo sentir...puro.

¡Zayn, no seas marica y no divagues! Solo te estaba haciendo de niñera.

Tragué saliva.

—¡Eh, chico!  ¿No piensas irte sin pagar, verdad?

Miré a la dependienta regordeta. Muy morena, ojos oscuros, y piel oscura.

—No, lo siento, estaba pensando en otras cosas. ¿Cuánto es?

—Son cuatro libras.

Le tendí el dinero y salí sin recoger el cambio. Solo eran monedas de más.

Subí la escaleras hasta mi apartamento y abrí la puerta rápido al escuchar un golpe.

Liam estaba en el suelo con Harry encima de él, abrazados, y mirándose. En un segundo ambos estallaron en carcajadas, y las lágrimas que resbalaban por las mejillas del chico menor, se perdieron en sus hoyuelos.

—¡Hey, Zaynie!—gritó Harry, que se levantó corriendo para venir a abrazarme.

No pude evitar el pensamiento que me vino a continuación: "Huele a Liam".

Después de haber pasado una noche con él, en mi misma cama, tenso bajo las sábanas por su proximidad, sabía bien que era su olor. Me había dedicado gran parte de la noche a averiguar que era: menta y chocolate. Lo supe cuando su brazo cayó junto a mi costado,  y su cara estaba a solo centímetros de la mía.

—Harry...—dije confundido. Aquella muestra de felicidad repentina. Aquel brillo en sus ojos.

—¿Cómo estás? Liam me dijo que fuiste a trabajar, pero has llegado pronto.

—Sí...—no podía apartar la mirada de mi otro "amigo", Liam, que me miraba con aquellos ojos castaños—. Me dieron permiso para salir antes.

Desvié la vista hasta la bolsa.

—He comprado algo de pan, y fiambre: algo de pavo, y un poco de cerdo también.

Harry asintió.

—Genial...Zayn. Liam, no te quedes ahí parado, levántate y ven.

—Eh...claro, sí.

Liam se levantó rápidamente, colocándose bien la ropa, y vino hasta mí. Volvió a esa pose de "soy Liam macho Payne y vengo a protegerte", y posó una mano en mi hombro, sonriente, protector.

De repente una oleada de calor me invadió el cuerpo.

Es la calefacción, Zayn.

Sí, seguro era eso... Si es que existía la calefacción en aquel apartamento.

Bajo la luz de los focos ♡ | larry stylinson & ziam mayne |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora