Narraciones de una ordinaria

incierto amor

recuerdo que me preguntaste esa misma tarde si eras linda. respondí automáticamente y sin dudarlo en afirmativo, sin ningún gramo de mentira, porque eras así, eras hermosa. También recuerdo que había mucho viento y que tus cabellos enrulados danzaban al compás de la corriente detrás tuyo. Pensaba en que mañana te iba a ver, que ibas a estar tan atractiva como siempre; con puntitos de rímel en tus párpados y manchas de café en la comisura de tus labios, pero no fue así, no llegaste, lo cual me sorprendió dado a que siempre entrabas antes que yo.
Me pregunté si te había pasado algo y dentro de unos minutos ya se lo estaba transmitiendo a nuestras amigas.
¿cómo pudiste odiarte tanto?¿Cómo pudiste permitir que tu mamá llorara sobre tu cuerpo putrefacto al encontrarte con un vestido blanco en el balcón procurando no despertar a tu hermanita? ¿Cómo dejaste que tu carta pasara sobre nuestras manos para poder admirar las últimas palabras que escribiste, deshaciéndolo por las lágrimas? ¿cómo pudiste dejarnos? ¿a mí? ¿acaso no te diste cuenta que te amaba?