Narraciones de una ordinaria

Viejo

No quiero fantasear más, no si siempre va a terminar igual, no si la respuesta determinante es ambigua. No quiero fantasear más porque en mi cabeza, las palabras que quiero que digas, ya las dijiste. No quiero volver a pensar si tus besos saben a cigarrillo o a frutillas; si me hacen en lo profundo de mi lengua lo que hacen los chupetines con caramelos cosquilleantes. No quiero saber si estás con alguien, porque quiero ser yo. No preciso saber si cada letra tuya es para otra persona, si es sobre tu enlace físico y mental con otra alma.
Quiero sacar de en medio todas las barreras, dejarte atrapada entre la espada y la pared, y observar tu decisión final, que no sea únicamente de la necesidad de lanzarse al vacío, sino porque realmente así lo sentis. Quiero verte sonriendo, a mi lado o al de cualquiera, un domingo en un almuerzo familiar, al terminar un escrito, al recostarte al lado de la persona que amas después de haber hecho el amor. Te quiero ver ser feliz aunque eso implique mi temporal infelicidad. ¿Por qué entonces es tan difícil? Y te aseguro que no es por el contexto, eso se puede diluir fácilmente; entonces ¿por qué es?. Es por vos, que no te decidís; es por mi que aunque lo hicieras tendría miedo