Claro que me gustas, claro que te quiero seguir conociendo. La verdad es que te veo en mi vida, me interesas. Si te doy un beso, ya te lo di, es sentido, por más de que la quiera besar a ella más. Si te acaricio no es que pienso instantáneamente en ella, pienso primero en vos, pienso en que te quiero hacer sentir bien, aunque ella también. No es que no te quiera, no sos un reemplazo, no estás ni cerca de eso; tuve y tengo que aprender a querer aparte de quererla a ella, y lo logro, aunque eso no significa que la dejé de querer.
Está todavía muy fresco, tan fresco como las lluvias de primavera, pero sé que te quiero en mi vida, dulce de rizos cortos, sé que me haces reír mucho y que podes ser más impulsiva de lo que queres a veces, y me encanta.
No quiero elegir, pero es obvia la respuesta si tuviera que hacerlo.
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Narraciones de una ordinaria
PoesíaEscribo porqué me gusta, y me gusta porqué escribo.