Listen to me - Saga Remember me (Libro I)

LA VERDAD

—Espera fenómeno

Vaya que ingeniosa que se pone al final de cada año lectivo, sabiendo que me decía a mí, no paré no le iba a dar el gusto de girar y que me diga "Vaya, veo que ese es tu verdadero nombre"

—Hey contigo hablo cerebrito

No le hice caso, así que cuando ya estábamos por los casilleros, para bajar por las escaleras, se nos interpusieron en el paso.

—Hey contigo hablo cara de basura

—Qué quieres Amanda, estoy cansada, solo quiero que digas tus brillantes idioteces y me dejes tranquila para poder ir a casa.

— ¿A casa?, —Se gira y mira a sus clones— ¿La han escuchado todas? — y se comienzan a reír, yo no veía el chiste por ningún lado.

—Te que se ríen yo no le veo el chiste por ningún lado

—Claro que sí, dijiste casa y nosotras que sepamos no tienes casa, ni siquiera familia— escupió Marcia

Yo me quedé en shock, no es que sea una genio pero esas palabras, tienen sentido aquí, en la china y en cualquier parte del mundo

— ¿Qué tonteras hablas clon?

—Oh, claro si ella no lo sabe peor ustedes ratonas de biblioteca—sonrió con sorna Marcia

—Habla claro o te partiré la cara.

—Esta conversación me están cansando, así que yo la termino por ti querida— dijo Amanda cuando vio a Marcia dispuesta a contratacar.

—Pues como sabrán mi padre es la mano derecha del juez de esta ciudad—claro todo el mundo sabía lo lambiscón que era su padre, que trabajaba para el juez Ricardo Poncio, uno de los mejores abogados del país.

—Pues a mi padre le pidieron hacer un importante trabajo, y se enteró de los trabos sucios tuyos y de esos que se hacen llamar tus padres.

— ¿Qué trabajo tan importante ha hecho tu padre? — dijo Alaska con sorna

—Arreglar los registros de las inscripciones de los nacimientos de la ciudad —dijo una clon haciéndose tomar en cuenta. —Alaska y Kathy se rieron.

—Cállate

—Vaya que importante trabajo tiene tu padre, de limpiar papeles viejos y amarillos—escupió Alaska, mientras que Kathy aún se reía.

—sí, pera muy importante y como te iba diciendo encontró información muy valiosa, y al parecer ni siquiera lo sabe ¿O sí Sandy?

—Escúpelo de una buena vez por todas Amanda—dije ya sacándome de las casillas esta situación

—Pues bien tú lo has querido— dijo mirando a su alrededor, ya se había formado un circulo de personas a nuestro alrededor, ella siempre queriendo llamar la atención a toda costa, siempre queriendo un público para que la aplaudan y vitoreen.

—Pues mi padre al...verificar las partidas de nacimiento, le llamó la atención tu partida de nacimiento e imagínate lo que se encontró— miró a todo el mundo para ver si se mantenían a las expectativas, y como vio que sí siguió.

—Pues bien compañeros, la señorita Sandy Jondee la mejor alumna de nuestro querido y amado colegio es una maldita adoptada

Todo el mundo contuvo la respiración, todo el mundo se puso a murmurar, yo sentía que el mundo se me venía encima, yo ¡ADOPTADA!, no puede ser, me parezco a mi hermana mayor casi el mismo tono de cabello, la misma tez de piel, nuestros ojos eran diferentes pero parecidos, no siempre las hermanas salen iguales, por eso somos únicos porque no nos parecemos a nadie más.

—Mentira, lo que tuve está escupiendo son falacias.

—Sabía que te pondrías cabeza dura, y eso que disque eres la más inteligente ya veo que no, pues no hay problema, mira—giro hacia un lado y una de sus clones le entrego un montón de hojas parecían folletos.

— ¿Qué es eso? —Preguntó Alaska, más enojadísima que la haya visto en todo el tiempo que la conocía, yo aún no salía de letargo.

—Pues la prueba de que yo no miento—y lanzó las boletas al aire, todo el mundo se lanzó para coger una, y, los murmullos fueron en aumento.

Amanda se lanzó a coger uno y asegurarse si mentía o no, la miré como leía detenidamente el contenido, a Katty como leía tras su hombro, y después cuando me miraron, supe lo que tenía que saber, era verdad, por primera vez, Amanda decía algo cierto, aunque, ¿cómo no lo diría?, me odia, y decir que soy una adoptada era cerrar con broche de oro su año lectivo de maldad.

No sé cómo me sentía una parte de mi estaba aturdida, dolida, humillada, no por ser hija adoptiva si no por la manera de que me enteré, y por quién me entere, en vez de que mi madre, bueno mi madre adoptiva me hubiera avisado con antelación para no llevarme sorpresa alguna, y otra se sentía inexplicablemente feliz, no era hija de ese señor que me odia tanto, no lo soy, él no es nada para mí.

—Ya te diste cuenta que yo no miento, maldita don nadie

Eso me molesto quería en ese mismo momento arrancarle todas las malditas extensiones del cabello, y arrastrarla por todo el maldito pasillo.

No me di cuenta lo que hacía hasta que Alaska y Katty me detuvieron.

—No lo hagas Sandy, tendrás problemas, no lo hagas — me decía Katty

—No le des el gusto, eso es lo que quieren esas malditas perras, tienes que preguntarle a tu mamá si es cierto, esta perra de seguro la falsificó, habla primero con tu madre—me dijo Alaska y paré, jamás la había escuchado decir un discurso tan largo sobre lo que había que hacer, ni que me hubiera detenido ni a otros a arrastrar a alguien que se lo merece.

—Bueno chicas no sé ustedes, pero yo ya hice mi buena acción del día, vámonos.

Y se fueron, todas iban moviendo sus caderas al mismo ritmo y lo que más quise en ese momento fue que se hicieran daño, que se cayeran de sus horribles tacones color rosa.

Andaba en mis cavilaciones asesinas cunado escuche un grito desgarrador y un golpe sonoro, y después como la gente se ponía a gritar, giré de donde venía ese alboroto y vi como los chicos corrían hacia las escaleras.

Las muchachas me soltaron y fueron a ver qué pasaba, vi a los profesores correr por los pasillo, y allí me pregunté dónde estuvieron cuando Amanda me restregó en la cara sobre mi nacimiento.

Yo también me fui a ver qué pasaba, los profesores gritaban como locos que los dejarán pasar, las chicas gritaban pidiendo auxilio, y ya cuando estaba cerca escuché decir a Alaska

—Vaya, el karma en realidad si existe —me miró y sonrió.

Editado a su versión original...