Traición

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El camino hacia el colegio fue silencioso, me perturbada eso, Al, era de esos que hablaban hasta por los codos, pero mejor no dije nada y encendí la radio sonaba Wait For Me de Kings Of Leon, a mí no me iba bien el inglés, pero esa canción me enganchó cuando descubrí a Alejandro cantándola, fue cuando me quedé fuera de casa por llegar unos minutos más tarde de la cuenta, mi "querido" padre no me dejó entrar, así que se puede decir que acampamos afuera, él no dejó que me quedará sola, tendríamos unos 13 años ya, él pensó que estaba dormida, pero le di el susto de su vida, por eso la dejé en esa estación, pero creo que ya no es su favorita, lo vi de reojo y vi como apretaba el volante con todas sus fuerzas, hasta prácticamente quedar sus nudillos tan blancos como la cera.

—¿Te duele algo Al?

Él sin siquiera mirarme responde:

—Sí, ¿por qué?

—Estas presionando demasiado el volante, podemos chocarnos y tener un accidente.

El vio sus manos y las relajo

—¿Contenta? —me dijo

No me gusto su tono, algo le pasaba, pero me callé, hoy no era el día.

Llegaron al colegio en total silencio, él ni siquiera le abrió la puerta, no quería sonar pretenciosa, así que volvió a callar, no quería perder su temperamento, no sabía de qué podía pasar.

Él ya estaba dando las entradas para pasar, la esperaba con mala cara, ¡Hey!, era muy difícil caminar con tacones, cuando no tienes practica con ellos.

Al entrar al gimnasio, me quedé sorprendida por la decoración, nos e parecía en nada, al gimnasio, si no como toda una pista de baile, pero ya no pude apreciar nada porque la cara de Amanda y Marcia se interpuso, andaba colgadas de dos futbolistas, el capitán estaba con Amanda y el segundo mejor estaba con Marcia, tal para cual, los dos más fanfarrones con las dos más falsas de la escuela.

Se me estaban acercando, pero en eso se interpone en mi visión Alaska y Kathy, Alaska iba vestida de un rojo muy llamativo y muy pegado a su cuerpo y s ele veía fenomenal, tenía embobado al chico que también jugaba futbol, pero no era como los otros futbolistas por eso me había agradado que de todos los futbolistas lo hubiera aceptado a él, y Kathy sencillamente hermosa en su vestido color celeste, ella no era de vestidos apegados al cuerpo pero igualmente estaba fabulosa, tenía una aura de dulzura, pero la veía rara, creo que no le gustaba la atención que su compañero le estaba dando, un chico igual de tímido que ella, pero que se atrevió a pedirle ir al baile con él y si no fuera por Alaska ella lo hubiera rechazado, prácticamente Alaska dijo el sí, fue muy gracioso.

No se me pasó por alto la sonrisa burlona que tenía Amanda, no em daba una buena espina eso, pero los brazos asfixiantes de Alaska me hicieron volver a centrarme en ella.

—Sandy, estas preciosa, realmente deslumbrante y tú Al, perfecto, comestible.

—Alaska— le dije en un tono de reproche, por dos cosas, como le había dicho y porque él había dicho Al, solo ella le decía Al a Alejandro y lo peor que a él no le molesto esto, si no que sonrió, la mejor sonrisa de todo el día y ella lo causó, se sintió muy mal por eso.

—Alaska, pues tu también estas muy bella esta noche y tú también Kathy.

Kathy respondió con un tímido Gracias.

Vi al director por la zona del ponche y cuando me vio salió inmediatamente a mi encuentro.

¬—Oh, aquí esta, pensaba que no llegaría.

—Lo siento había mucho tráfico.

—Está bien, ven acompáñeme un momento por favor.

Y prácticamente me arrastró hacia donde estaban los profesores reunidos, vi como Alaska introducía en la conversación a Al y no me gustó nada, él respondió con una cabezada en señal de afirmación y eso me olio muy mal.

Después de escuchar todas las recomendaciones de mis profesores de cómo decir el discurso, busqué a los chicos, no los encontré por ningún lado. Tenía un mal presentimiento, Al no se alejaría tanto de mi lado nunca lo había hecho, el tiempo transcurrió demasiado rápido y ya me llamaban para decir mi discurso, sé que sonaría soso, pero qué más da, al director le había encantado y eso era suficiente, aunque los muchachos me abucheen, subí al escenario y comencé a hablar.

"Otro año escolar se acaba, pero no con ello nuestros conocimientos, todo lo aprendido debemos de ponerlo en práctica para así no solo dejar en vanas palabras si no en acciones, que puede hacer al mundo un lugar mejor, las vacaciones son para relajarse y hacerlo lo que queramos, pero no dejemos a un lado..."

Callé algo había escuchado, como un repiqueteo, miré en todas las direcciones, hasta que vi a Al con Amanda, él tenía su mano derecha apoyada en la cintura de ella, mientras que ella sonreía de una manera malévola, y él también lo hacía, aunque su sonrisa no llegaba a sus ojos, mi vista fue otra vez a Amanda que señalaba con el dedo índice hacia arriba, en mi cabeza, alzó mi rostro y veo a dos personas que pensaban que eran mis amigas con un bote cada una, todos los presentes también siguieron al dirección de mi mirada y solo escuche una sola palabra que se escuchó entre todos los murmullos, la voz de Alejandro diciendo:

—¡Ahora!

Lo siguiente ocurrió a cámara lenta, Kathy y Alaska volcaron los botes encima mío, no podía moverme, la vil traición de los que se hacían llamar mis amigos, mientras la pintura se escurría por mi cabello y mi rostro, la ira me nublaba más la vista, no podía creerlo, entre eso vi como Amanda besaba a Alejandro, y eso me destrozo más, él había estaba en esto, él había sido parte de esto.

Sentía como los poderes que tanto evitaba usar salían, no tenía control sobre ellos, usé todas mis fuerzas para canalizarlos a otra parte y no terminar destruyendo a todos aquí, como habían hecho conmigo, yo no era un monstruo, como ellos, yo no era ellos y cuando sentí que iba a explotar, llevé todas esas energías a mis pies, a la tierra, cerré mis ojos para concentrarme, sentí como comenzaba a temblar el piso, y solo escuchaba los gritos asustados de todo el mundo, solo se escuchaba.

—Temblor, temblor.

—Temblor.

—Vamos a morir.

Tenía que calmarme para que esto pare, esto era mi culpa, tenía que tranquilizarme, pero sentía que necesitaba explotar y creo que era lo mejor porque si no lo hacía iba a perjudicar a muchos.

Así que exploté, todas mis fuerzas fueron a la tierra, los gritos fueron en aumento, todo duró al cabo de un minuto, un eterno minuto para ellos, la eternidad para mí.

Cuando todo paró, abrí mis ojos y me encontraba sola en el gimnasio, todos se habían marchado, bajé como pude del escenario y me encaminé hacia la puerta, todo el mundo se había ido, estaba sola, y la cruda realidad se instaló en mí, todos mis amigos em habían traicionado, todo lo que había hecho por ellos, les di mi amistad incondicional y esto es lo que había conseguido, ser traicionada.



Editado a su versión original...

Listen to me -  Saga Remember me  (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora