Caminé hasta mi cabeza, devastada y cansada de la implosión que tuve, esto era ridículo, no sabía cómo había sido que obtuve estos ridículos si se puede decir "poderes", porque no sabía qué mismo eran, no lo había pedido, desperté de mi coma con ellos, no me acordaba de nada, quisiera saber que pasó en esos días, pero es inútil, no se me viene nada a la cabeza.
Llegué a la casa, mi madre aun estaba despierta, pero no le mencione ni una palabra, fui directamente al baño, estuve como más de dos horas en él, bajo la ducha, en todo ese tiempo pensé en todo lo que había ocurrido, en las chicas, en Al, tenía que darle una oportunidad, tenía que ver que había pasado, si fueron amenazados para hacer lo que me hicieron, no creo que lo hayan hecho porque quería, debió de haber algo para que actuaran como lo hicieron, así que salí de la ducha con la mentalidad de hablar a primera hora con Al, luego con las chicas, me debían una explicación.
No pude dormir en toda la noche, me la pasé caminando por toda mi habitación, miraba hacia la ventana cada dos por tres, quería hablar inmediatamente con Alejandro; cuando apenas amanecía fui directo donde Al, pero su mamá me dijo que aún seguía dormido, le insistí tanto que me dejó esperarlo hasta que despertara. Lo escuche antes de verlo.
—Ma, ¿dónde dejé mi camiseta blanca?
—Está en el cuarto de lavado— dijo su madre.
—Después la busco —dijo y entró en la cocina y es allí donde me vio, sus ojos se desorbitaron, después se pusieron melancólicos y tristes y después vi cómo se cerraban y toda emoción era borrada, sus facciones se volvieron rudas, apretó sus nudillos, se veía escalofriante, nunca me había inspirado temor.
—¿Podemos hablar? — le pregunto
—Afuera
Salimos al patio, el día estaba friolento, me abrace a mí misma.
—¿Qué quieres? — me dijo en un tono agresivo, intente tocarlo, pero él se alejó.
—¿Qué te ocurre?
—¿Qué me ocurre? — se pasó la mano por el cabello.
Se quedó en silencio así que volví a insistir y prácticamente me escupió en la cara.
—Maldición, tú me pasas, pensé que eras mi amiga, mi mejor amiga, pero me traicionaste, era para ti solo una marioneta, alguien de quien burlarse, pero nunca te importaron mis sentimientos, yo que estuve en cada momento, cada maldito minuto, pero yo no era nada para ti, nada.
—¿De qué me hables Al?, yo siempre estuve allí, yo jamás te he mentido.
—Patrañas.
—Al.
—Mira, por favor, ya no quiero que me hables, haz como si nunca nos hubiéramos conocido, haz como si no existiera, lo mismo haré yo, que tú en mi vida jamás has existido.
Y diciendo esto se marchó, sentí como todo mi corazón, se estrujo, mi amigo, el que siempre me ayudó me dio las espaldas y no sé por qué.
Me pase casi toda la mañana llorando, pero me levante y fui donde las chicas, sabía que estarían juntas, no fue necesario ir a buscarlas por separado, la que salió primero fue Alaska y después Kathy.
—Vaya, miren a quien tenemos aquí.
—Alaska
—¿Qué quieres?
—Quiero entender que pasó, por qué me han traicionado.
—¿Por qué? Porque nos tenías cansadas.
—Cansadas ¿De qué?
—De tu cara de niña buena, de que todo te salga bien sin proponértelo siquiera, de que tuvieras tanta suerte, de que todo te quisieran sin esforzarte en nada, desde niñas siempre tuviste todo, aunque no lo merecieras.
—¿Todo?, ¿enserio?, querían los insultos que todos los días recibía de mi padre ¿Eh?, de qué cada maldito día te recordara que no servías para nada, ¿enserio?, pues me habían dicho, yo gustosa cambiaba de puesto con cualquiera de ustedes.
—No hablamos de eso, si no de que siempre eras la maldita favorita de los profesores, las que sacaba siempre las mejores calificaciones, la más bonita y carismática que todos los chicos querían hablar contigo tan solo un puto minuto, los que todos confiaban.
—¿De qué hablas Alaska?, tu siempre has sido la más bonita de todas las niñas en la escuela
—Eso era lo que tú decías, pero no lo que los demás decían, todos nos miraban porque estábamos contigo, no nos dábamos cuenta, hasta que Marcia se dio cuenta de ello, no la entendíamos, pero después nos hizo ver la realidad, seguimos fingiendo ser tus amigas hasta que llegará el día en que pudiéramos hacerte pagar todo lo que te merecías y encima de quitamos de tu lado al único amigo verdadero que tenías.
—¿Qué le dijeron a Al? — rugí, me estaba costando mucho esfuerzo no darle cachetadas.
—Nosotras nada, verdad mi quería Kathy
—Verdad
—Kathy— me acerqué — tú no eres así, dime que le dijeron a Al, por favor, sabes que yo no he hecho nada, no sabía nada de cómo se sentían— vi como ella seguía allí, la buena chica que había conocido, no la habían atrofiado por completo, ella abrió la boca para contestarme, pero Alaska la corto diciendo:
—Vamos Kathy, no tenemos nada que hablar con esta indeseable, vamos a arreglarnos, que pronto vendrá Amanda a buscarnos.
Y me cerraron la puerta en la cara.
Tenía que buscar a Alejandro, tenía que saber que le dijeron, no quería entender que todo había cambiado.
Editado a su versión original...
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Listen to me - Saga Remember me (Libro I)
Genç Kurgu¿Qué pasa cuando todo lo que pensabas que era tu vida es una completa farsa?... Él me vio y sus ojos reflejaban un odio vivo, sacó de su bolsillo trasero un encendedor, en la mano derecha la carta estrujada y con la otra encendió el mechero y le p...