EL ADIÓS

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Así pasaron una semana, cada día iba a verlo, pero su madre me lo negaba, me decía que ya se había ido, o que llegó muy tarde anoche por lo cual estaba aún dormido, y lo que más me dolió fue la vez cuando me dijo que se había ido de vacaciones a las Bahamas, con nada más y nada menos que con su novia Amanda y claro con mis supuestas amigas, habían huido como vil ratas, le dejé una carta y le dije que se lo entregara cuando regresara.

La carta decía así:

Querido Al:

No sé qué ha pasado aún me encuentre en la nube, no sé qué ha ocurrido para que me trates así, ¿qué te dijo Amanda?, cualquier cosa que te dijera de mí, dímelo, hablémoslo, si hice algo que no te agrado solo dímelo, lo comprenderé, porque sé que tú no eres así, estoy completamente segura que te manipularon para que me trates así, para hacer que participaras ese día cuando me bañaron de pintura roja con huevos podridos, solo responde a esta carta, solo responde y sabré que no todo está perdido.

Con todo mi cariño

Sandy

El viernes de la primera semana de vacaciones le vi llegar, tu rostro se había endurecido, su piel se había oscurecido, y sus ojos ya no reflejaban la calidez que alguna vez reflejaron, lo vi entrar a su casa y al instante salir llevaba mi carta en su mano, su madre ya se la había dado, no quería salir de mi escondite hasta que la leyera.

Su reacción no me guste para nada, se pasó las manos por su cabello que había crecido más de la cuenta y estrujó la carta, entonces decidí salir y ponerme en su campo de visión.

Él me vio y sus ojos reflejaron un odio vivo, saco de su bolsillo trasero un encendedor, en la mano derecha la carta estrujada y con la otra encendió el mechero y le prendió fuego, eso me destrozó el corazón, después de eso encendió un cigarrillo, él jamás fumaba y lo ahora lo hacía, quería acercarme, pero el odio en sus ojos me lo impedían, sabía que nuestra amistad se había acabado, pero era necia, quería intentarlo por última vez, pero no sería hoy.

Llegué a la casa con la moral por los pisos, todo lo que una vez pensé que era una completa farsa ahora, subí a mi habitación sin antes que mi madre viera mi deplorable estado, no salí de mi habitación por dos días enteros, mi madre me dejaba la comida en mi habitación, no necesitaba preguntar, sabia lo que ocurría, ella siempre lo sabía.

El domingo por la noche ella se cansó de mí, así que me fue a ver y me dijo:

—Nena, ya tienes que parar, no es el fin del mundo.

—Él era mi amigo ma, le pedí que me explicara lo que había ocurrido, pero no lo hace, solo me mira con odio puro.

—Creo que solo tienes que olvidar esta etapa, voltear la página y seguir, si ya no quiere ser tu amigo vendrán más y mejores.

—Pero ¿cómo ma?, tendré que aguantar a esas traidoras cuando se terminen las vacaciones.

—Bueno ya que sacas ese tema, quiero recordarte la invitación que hizo tu tía Ariana y que todavía sigue vigente.

—No lo sé ma, no la conozco bien, no la he viste hace años, ya ni recuerdo su rosto.

—Pero podrás comenzar una nueva etapa y que mejor lugar que haya

—Sabes muy bien que no sé inglés, se me dificulta mucho.

—Sí, lo sé, tú tía también está informada de eso, pero ella estás segura que lo aprenderás, sabe que eres una niña muy inteligente.

Listen to me -  Saga Remember me  (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora