Ya había pasado una semana del accidente de Amanda y el de mi padre y en pocos días será el baile de graduación donde tendré que decir un discurso inspirador para que los chicos no se descarrilen estas vacaciones, o eso es lo que le entendía al director, la conversación tuvo lugar hace dos días en su despacho
—Sandy no quiero nada de rigidez en lo que dirás en el baile
— ¿Qué?, no entiendo director
—Quiero que a los chicos se les quedé, y que no solo piensen que es un simple discurso aburrido
—Okay—le dije ya que me dio a entender que mis discursos eran aburridos, y creo que él se dio cuenta que había llegado a esa conclusión porque añadió
—No es que sean aburridos, son muy inspiradores, pero los dices con palabras técnicas que los muchachos no entienden para nada, tu eres muy inteligente y ellos no entienden tu dialecto, por eso quiero que hables como hablan los muchachos de ahora.
—Okay— dijo lo mismo pero con otras palabras pero esta vez no hice notar mi rostro de desconcierto sino una de completa complacencia.
—Bien, bien —dijo mientras se sentaba en su silla—eso es todo, nos vemos el sábado querida, nos soltaremos el cabello
Lo último lo dijo en broma así que fui educada y me reí de su chiste aunque no me pareciera gracioso.
Y ahora estoy aquí esperando a las muchachas, hoy por fin dejaré de ser acosada con todo lo referente a Alejandro, ayer me llamó Alaska diciéndome que antes del baile tenía que saber todo sobre mi amistad con Alejandro, esto fue lo que dijo:
— ¿Vas a llevarlo al baile?, el director ¿Te dio permiso?
—Sí lo voy a llevar, y sí el director me dio permiso por el incidente que tuve con Amanda
— ¿Y eso que tiene que ver con dejarte llevar a un chico de otro instituto?
—Bueno, pues él pensó que ningún chico quería salir conmigo y yo no lo negué, así que listo
—Vaya mujer, mañana tenemos que hablar sí o sí, ¿está bien?
—Está bien
Y allí vienen, por fin, de seguro Katty tuvo que esperar que Alaska se arregle y eso es una eternidad, entonces entiendo porque tiene esa cara de resignación y pesar en su rostro, cuando llegan a mí, ella dice un "hola", sin siquiera mirarme a los ojos, mientras que Alaska me abraza y me a un beso en cada mejilla a "lo francés" como ella dice:
— ¿Te pasa algo Kat?
—No, nada por qué amiga
—Es solo...—Alaska la interrumpió
—Está enojada porque la hice esperar mucho, pero ya le pedí perdón —se acerca a ella y la agarra de los hombros.
—No te preocupes Alaska, no hay nada de perdonar.
—Bueno, entonces vamos al grano mujeres
Nos sentamos en el césped, Katty se fue momentáneamente atrás de un árbol, le pregunté que fue hacer y me dijo que no se siente bien, que se sentía algo mareada, así que fue a vomitar pero no había de que preocuparse.
—Deberíamos de ir al hospital Kat, para que te revisen.
Kat iba a hablar, pero nuevamente interrumpió Alaska
—Ya mi mamá le dio un té, no te preocupes.
—Sí, ya estoy bien solo fue la caminata, ya estoy bien, no te preocupes.
Pues no sabía que pensar, Katty se encontraba pálida no me gustaba el aspecto que tenía, como preocupada y triste, pero lo alborotadora número uno me hizo salir de mis cavilaciones
La pasé súper bien, Alaska hizo preguntas más comprometedoras que jamás me hayan hecho, hasta Kat se río y eso me alegró aunque haya sido acosada por Alaska
— ¿Cómo se llama?
—Alejandro
—Eso ya lo sabemos mujer, dinos todo o hay que sacarte la información con cuchara.
—Se llama Alejando Santiago Bustamante Sáenz.
— ¿Cuántos años tiene?
—Bueno es un año mayor que nosotras, tiene 17 años y antes que lo preguntes nació en julio el 17 y está en primer año de bachillerato igual que nosotras, pero él estudia en el colegio Franciscano.
— ¿Por qué está en el mismo curso que nosotras?
—Bueno, sus padres lo pusieron tarde o algo así me dijo
—Eso que importa, está en el Franciscano, tendrá amigos para que nos presenten, dicen las chicas del colegio, que solo hay buenorros en esa institución.
—Alaska, calma tus hormonas —dijo Kat en un tono de resignación, pero sin quitar su sonrisa en el rostro, también le divertía verla así, toda loca por los chicos.
—Yo que sepa, no, no los tiene, ya saben es un colegio de alto renombre, donde solo van niños riquillos que no saben más que decir, mi papi em dio, esto, mi papi lo otro, y como él es becado, no se le acerca, pero a él no le da importancia, solamente me dice
—"Soy demasiado importante para darle valor a palabras sin sentido que son lanzadas por cerdos partidistas—lo hice imitando su voz, soy muy buena imitando voces— no sé de qué me habla, pero yo solo lo escucho y asiento.
—Vaya ha sido un genio, por eso son amigos, porque mujer tu eres un hueso duro de roer, no haces amistad tan fácilmente, y menos con chicos.
—Es que con él se puede hablar de temas importantes como también hablar puras estupideces.
Me pidieron que interprete nuestras conversaciones y así lo hice, de una manera cómica para que las chicas se rían, una de esas fue:
—Sandy ¿Ya viste esto? —señalándome sus brazos
—Y yo le digo ¿Qué tengo que ver?, pero ya sabía de qué se trataba.
—Mira esta bíceps y tríceps, querida, míralos
—Oh claro que sí, ¿Cómo te digo Rocky Balboa?
Y las muchachas se comienzan a reír, nunca le dije eso, pero me pareció chistoso decírselo a las chicas para que se rían y funcionó, eso es lo importante, en ellas puedo confiar, son como mis hermanas, y ninguna irá por allí diciendo, como se ven los brazos de Alejandro.
Editado a su versión original...
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Listen to me - Saga Remember me (Libro I)
Ficção Adolescente¿Qué pasa cuando todo lo que pensabas que era tu vida es una completa farsa?... Él me vio y sus ojos reflejaban un odio vivo, sacó de su bolsillo trasero un encendedor, en la mano derecha la carta estrujada y con la otra encendió el mechero y le p...