Capítulo 8: Soy Lucie.

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—Yo no quise, te juro que yo no quise— Mi única esperanza era que me creyera.

—Lo sé.

—¿En serio?— pregunté con alivio.

—Sí, y tienes que darme algo a cambio para que me quede callado— Yo sabía que detrás de tanta comprensión venía otra cosa.

Negocia con él, haz lo que te diga. Estás en sus manos— lo que dijo me asustó mucho.

—¿Qué cosa?

—Te quiero a ti a cambio— mis latidos se aceleraron, y empecé a temblar— Quiero que seas mi mujer, mi novia, mi amante, y así me mantendré callado.

—N-no— dije tartamudeando.

—Está bien, cuando ahorita te lleven al manicomio por loca, te diré 'te lo dije'— Y dio la vuelta para irse.

—Detenlo.

—¡Detente!— exclamé

—¿Sí?

—Acepto— Sabía que era la peor opción, pero sin embargo esa fue mi elección.

—No te vas a arrepentir—dijo con una sonrisa dejándome ver sus dientes.

Créeme que ya me arrepentí— contesté.

Vuelvo mañana cuando te den de alta— Bajé mi mirada hasta que saliera de la habitación. Yo no me atreví a juzgarlo por chantajearme, me sentía peor persona que él y además odiaba esa porquería de vida que tenía; lo odiaba todo.

Lukas POV.

En el presinto, fui inmediatamente a la oficina de mi tío, ya que fue lo que me inquirió o ordenó.

—Ya era hora— dijo cruzando los brazos.

—Tío dime qué hallaste, si has encontrado una pista o algo así— Quería adentrarme más en el caso.

—No, no hay huellas dactilares, no se reconoce el arma homicida, y donde lo encontramos siquiera era la escena del crimen.

Me senté en la silla que estaba frente a su escritorio. Pensé en que debíamos empezar inmediatamente con el caso, pero al parecer mi tío no pensaba igual.

—No, es mejor que me traigas la orden de incineración de Mía y Jason, esa era su voluntad— Habló de ellos como si los conociera.

— ¿Los conoces tío? ¿Conoces a los Fanning?— pregunté con incertidumbre.

— ¿Qué? No, por supuesto que no— contestó como a la defensiva, pero no le hice caso.

—Está bien, voy a casa tío, bendición— A pesar de todo, era mi tío.

—Dios lo bendiga, cuídese de los malhechores.

Ya se estaba haciendo de noche, hacía frío, sentía como las brisas pasaban y alborotaban mi cabello, detestaba cuando me pasaba esto. Aún no dejaba de pensar que había algo raro que tenía que descubrir, no tenía idea de qué era pero lo tenía que descubrir.

— ¿Cuándo entenderás que calladito te ves más bonito? Aún no puedo entender como pude enamorarme de ti, cuando eres un total idiota.

Cuando escuché aquella voz, volteé para ver si alguien estaba detrás de mí, pero no había nadie. Casi era el único que pasaba por esta calle. Solamente sentía la brisa y su frescura. Tanto cansancio me estaba volviendo loco. A pocos pasos de llegar a la entrada de mi casa, procuré en sacar mis llaves. Al intentar retirarlas de mi bolsillo se me escaparon de las manos y descendieron al piso. Con fastidio me agaché para poder recogerlos, al fijar la mirada en el piso, me dio escalofríos lo que había visto. "Soy Lucie y me voy a vengar de todos ustedes, empezando por Lysa, pero si le dices de esto a alguien el próximo serás tú", eso era lo que estaba escrito en el suelo, y me dio coraje, claramente pensé en que era una tonta broma. No entendía porque tenían que utilizar el nombre de la chica Lysa para molestarme. Generalmente no me llevaba muy bien con la gente de la vecindad .

Entré con los puños cerrados y los ceños fruncidos a casa. Quería una explicación de mis padres, aunque podía ser que ellos no hubieran visto nada. Los busqué en cada rincón de la casa, pero los encontré en el comedor. Encontré a mi mamá apoyando su cabeza sobre el pecho de mi papá, sin dejar de llorar. Me dolía verla así.

—¿Qué le pasa a mamá?— pregunté preocupado.

—Pasa que fallecieron unos amigos que eran muy importantes para nosotros— dijo con la voz ronca—, y no pudimos despedirnos de ellos, lo peor es que tenemos más de cinco años sin hablarnos— Al parecer él también estaba llorando.

—Lo siento mucho— dije con sinceridad—, pero es que les tengo algo que decir.

— ¿No puede ser en otro momento?— preguntó mamá. Cuando terminó de decir estas palabras, se tomó una copa lleno de vino en un santiamén, estaba mal.

—No puede ser en otro momento— contesté.

—A ver hijo, te escuchamos, dinos lo que nos tienes que decir— inquirió papá.

—Nos están haciendo una broma que no es de mi gusto, en la entrada está escrito con sangre que una tal Lucie se va a vengar de nosotros y principalmente de Lysa.

La mano de mi mamá que contenía la copa se abrió lentamente, dejándola caer en el suelo, cuyo acto hizo que se dividiera en decenas de pedazos, para que luego ella sobresaltara. Lo que yo dije la impresionó, y a mi padre también, ya que su rostro era idéntico al de ella.

— ¿Qué les sucede?—pregunté confundido.

Nada, Lukas. Mañana hablaremos con los vecinos— dijo volviendo a aterrisar. Pero supuse que esa respuesta era para esquivar decirme qué era lo que realmente les sucedía.

—Antes de subir a mi cuarto, quiero preguntarles cómo murieron sus amigos— La pregunta fue solamente para confirmar mi sospecha.

—Murieron en un incendio— Y satisfactoriamente confirmé mi sospecha. Los fallecidos padres de Lysa y los amigos de mis padres eran las mismas personas.

—Eso no puede ser coincidencia, hoy conocí a una chica llamada Lysa y creo que sus padres eran amigos de ustedes— les dije esperando que me dijera que la conocía.

— ¿Conociste a Lysa?—preguntó mi papá sorprendido.

— ¿La conocen? No, qué digo, está claro que la conocen.

—No, no la conocemos, ve a descansar hijo— contestó. Y no le creí en absoluto.

—Está bien, pero seguiremos luego con la conversación—Ya dicho estas palabras se miraron entre sí, asintieron y me retiré yendo a mi habitación, tal vez sí necesitaba descansar.

Tenía que pasar mañana al hospital para ver a Lysa y luego ir a la universidad, de allí me pasaría a la oficina de mi tío. Me lancé a la cama, pero recordé que tenía que darme un baño así que me volví a parar. Empecé a estirar los brazos y piernas. Estaba agobiado. Entré al baño y abrí la llave de la bañera, para mi desgracia el agua estaba fría, hice el esfuerzo de no salir huyendo y bañarme. Todavía pensando en la coincidencia de Lysa y sus padres, nada de lo que estaba sucediendo era de mi deleite, quería saber de una vez por todas la verdad.

No recordaba mucho de mi infancia, cada vez que le preguntaba a mis padres me evadían y cambiaban de tema, tal vez esto tuviese algo que ver ¿Si dijeron ser amigos de los Fanning por qué no habrían de conocer a su hija? Sin embargo parecían muy desconcertados por su ida, pero yo jamás los había visto juntos, nunca me hablaron de ellos.

Lysa me pareció rara, tuve el presentimiento de que ocultaba algo, detrás de su miedo y su desesperación había un secreto. Una voz me había hablado por primera vez. Tenía que descansar y dejar de pensar en espejismos. Pero aun así quería analizar. Me puse ropa interior y me fui a la cama. Estaba relajado, y tenía sueño.


Asesina: El secreto de LysaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora