Capítulo 16: Andrea.

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Mariam y yo llegamos al zoológico dispuestos a averiguar si faltaba algún animal salvaje. Sinceramente, era mi única esperanza. Estos casos me estaban volviendo loco y no sabía cuánto más podría aguantarlo. Me dispuse a hablar con el gerente mientras Mariam se ocupaba de otros asuntos que según ella, me contaría después. Se situaba sentado en el recibidor con un uniforme azul, y tenía una etiqueta que decía gerente en el bolsillo de su franela.

—Buenas tardes, soy el detective Ford y necesito su colaboración para resolver un asesinato—Era un señor de baja estatura y mucho bigote, parecía de unos 50 años.

—Buenas tardes, ¿en qué le puedo ayudar?—respondió amablemente.

—No sé si ha estado al tanto de los horribles homicidios que han ocurrido aquí en Caracas—dije, antes de soltar un ligero suspiro—. El CICC se está encargando de colocar tras las rejas al o a la responsable de esto y creo que usted podría ayudar.

—No...—dio una muy breve pausa—sé si usted se ha dado cuenta de que se sitúa en un zoológico.

Sospeché de él automáticamente, alguien que quisiese ayudar o no tuviese nada que ver al respecto no tendría porque escapar del tema. Estaba casi seguro de que ocultaba algo y tenía que averiguarlo.

Creemos que se escapó un animal salvaje—puntué.

Soltó una risa sarcástica, a mi parecer—Tenemos métodos de seguridad muy eficientes, sería imposible que escapara un animal. Es una tontería lo que dice—fruncí el ceño—. Con todo respeto—No le creía en absoluto.

—¿Ah sí?—escuché la voz de Mariam detrás de mí, acompañada de su sonrisa satisfactoria. El sujeto parecía confundido y yo también.

—¿Y usted es? — cuestionó aquél.

—Oficial Camargo a su disposición— respondió aún sonriendo. Se movió para colocarse justo al lado mío y continuó— También soy recluta del CICC y colega de este apuesto joven, y déjeme decirle que está usted mintiendo.

No comprendía cómo podía simplemente asegurar que el gerente estaba mintiendo, sin embargo estaba de acuerdo. No sería de más decir que mis instintos nunca fallan.

—Según la página oficial de twitter de este zoológico, tienen dos leopardos africanos, mas solamente está disponible uno, ¿por qué?—Su astucia y forma de investigar me agradaban más.

—¿Cómo supo que no estaba?—Su expresión corporal dejaba ver signos de nerviosismo.

Le regalé una breve mirada a mi compañera y después aclaré al señor que estaba escapando del tema—Me temo que esta no es la respuesta correcta.

—Pero con gusto le diré—afirmó Mariam—aún al lado de mí—. Podemos ser jóvenes mas no somos novatos, tenemos excelentes agentes y podemos averiguar absolutamente todo. Es lo único que le diré—concluyó.

—Nos va a tener que acompañar— revelé con impaciencia. No parecía tener ganas de contribuir y no pasaría todo el día en una charla con él.

Lysa POV

Mauricio y yo nos quedamos un buen rato platicando, cuando no era molesto podía llegar a ser realmente simpático, otra razón por la que no debía dejarlo acercarse a mí. Estaba maldita, de eso no tenía duda.

Me tocaba ver clase de anatomía, por lo tanto me despedí de Mauricio y fui hacia mi destino, pero para mi sorpresa y desgracia había un examen. Por todo lo que me sucedía realmente no me dio tiempo de pensar en mi rendimiento. Ese era el examen que definiría si pasaba a o no esa materia, tenía que presentarlo algún otro día. Rogaba que el profesor tuviese clemencia, que todo su mal genio se convirtiese en lástima hacia una pobre estudiante que perdió a sus padres y su cordura, aunque ése no estuviese al tanto de lo segundo.

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⏰ Última actualización: May 07, 2019 ⏰

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Asesina: El secreto de LysaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora