Asesina: El secreto de Lysa

Capítulo 13: Sodio y cloro.

Lysa POV.

Lo primero que hice al entrar a casa fue darme un baño cálido para luego vestirme de manera muy informal, de hecho, usé lo primero que vi en mi armario; un short blue jeans, una camisa manga corta color negro y unas sandalias de igual color. Y recogí mi cabello con una cola. Bajé a la sala principal y me dirigí a uno de los sofás. 

Era mi lugar favorito de la casa, quizá sea porque mis padres y yo nos reuníamos allí en las fiestas; nuestros cumpleaños, navidad, y todas las otras celebraciones. De veras me traía muchos recuerdos. La razón por la que decidí instalarme ahí, fue porque quería esclarecerme un poco, porque aún con todo lo que había vivido en tan poco tiempo, no podía asimilar nada y eso realmente estrujaba mi alma. Los pocos minutos de soledad que agradecía desvanecieron por completo cuando una voz hizo explosión en mi cabeza. 

 —La asesina de tus padres está en la misma universidad que tú— No entendía nada, esa no era la voz de mi conciencia, esa voz era masculina. 

Nunca antes la había escuchado. Pero quién lo dijo no fue lo que me dejo atónita, sino más bien lo que dijo. ''¿Mis padres fueron asesinados?'', me parecía algo muy lógico, porque de todas las personas que estaban en ese lugar, los únicos fallecidos fueron los desafortunados de mis padres. Pero aún así estaba en un callejón sin salida, no sabía qué me estaba pasando, no sabía si era mi imaginación, perdí la capacidad de distinguir lo que era real y lo que no. 

 —No entiendo de dónde salió tal disparate—Esa voz si la reconocí de inmediato, era mi conciencia, aunque tenía un tono muy preocupante, cosa que no era común en ella los días que llevaba conmigo. 

 —Te daré una pista, ella es rubia—

Otra vez esa voz...Todo empezó a escucharse muy fuerte y agudo y no lograba soportarlo, todo eso provocó que sujetara mi cabeza con ambas manos, con la esperanza de que me dejasen tranquila. Sentí un enorme alivio cuando oí tocar la puerta y todo se calmó. De inmediato me levanté del sofá y fui casi corriendo a abrirla. 

Era Andrea, ya me hacía una idea de lo que quería. Ella al verme, al instante me abrazó y yo sin dudarlo le correspondí. Segundos después me separé, cerré la puerta y regresé mi atención a ella, no lograba distinguir su expresión, parecía preocupada, enojada y hasta asustada.

 —¿Por qué te has escapado del hospital, Lysa? —preguntó guardando la expresión en su rostro. 

—Perdóname pero yo no me sentía bien en ese lugar y en cualquier momento iba a explotar— respondí con la voz quebrada, no quería llorar, no podía—. Aquí es el único lugar en el que puedo sentir que estoy en paz y que me acompañan mis padres— Mentí con la esperanza de que se conmoviera y dejara de hacerme preguntas, en ningún lugar me sentía en paz, ese sentimiento no parecía ser para mí. 

 Asintió con la cabeza— Me voy a mudar contigo— soltó con firmeza. 

— No es necesario— Negué, realmente no sabía qué decirle. La necesitaba conmigo, pero no quería que nada malo le pasara. 

 —Sí es necesario, soy tu mejor amiga y quiero que estés bien— No pude responder ya que de nuevo empezaron a tocar la puerta, no tenía idea de quién pudiese ser.

 —Yo abriré— dijo para después dirigirse hacia la puerta. 

 Llevé la sorpresa de que quién estaba detrás de mi puerta era Lukas, y no estaba solo. Lo acompañaba una chica alta, esbelta y pelirroja, y su outfit encajaba a la perfección con ella, usaba unos jeans negros con sudadera y botas de igual color.                                                                      Él ni siquiera esperó a que Andrea le diese el pasó sino que velozmente se dirigió hacia mí, no entendía el porqué.