(...)
Lysa POV.
No había logrado dormir nada. Estaba tan ocupada pensando en que mi libertad estaba en manos de Rubén que ni cuenta me di cuando amaneció. Quería llorar pero a la vez quería no hacerlo. Siempre creí que era fuerte, pero en esta situación la angustia me estaba consumiendo. Solamente quedaba esperar que Andrea viniera por mí. Cuando la puerta del cuarto abrió, supuse que era ella pero no era así, era Rubén, otra vez. No quería pensar en la idea de que él tuviera que tocarme y solamente imaginarlo era repugnante.
—Hola preciosa, vine a verte—Su sonrisa era falsa, su mirada fue de temerle. No le tenía confianza en absoluto. Algo buscaba en mí, estaba segura de que era más que sexo. Decidí no contestarle.
—Vine a recogerte para llevarte a nuestra cita—Seguía ignorándolo.
— ¿En serio no vas a decir nada, chiquita?—No le contesté. Lo único que deseaba era que con un acto milagroso apareciera Andrea.
—No estés de mal humor—Lo vi con una expresión de: «¿Qué estás diciendo?»
—Se-a-ca-ban –de –mo-rir –mis-pa-dres— Hice énfasis en cada sílaba a ver si entendía— ¿Cómo quieres que esté?, ¿cantando de alegría?
Lukas POV.
Estaba gritando. Sentía como la electricidad se arremolinaba en mi ser, me dolía mucho el cuerpo. Estaba atado a una cama, miles de aparatos, todo era raro y confuso. Lo que sí sabía es que el dolor era inmenso e insoportable.
Pude ver a una silueta al lado de la cama, se fue aclarando con la luz. Era mi padre.
"Hijo, siento tomar medidas drásticas pero te olvidarás de Lucie y de Lysa".
«¿A qué se refirió? ¿Por qué estaban incluidas Lysa y Lucie?» Pensé durante ese intenso sueño o pesadilla.
Pero luego todo se estaba desvaneciendo. Me estaba despertando.
Eran las diez y veinte cuando miré el reloj. Se suponía que debía ir al hospital " Saint Claire" de Chacao, estaba a unos treinta minutos de mi casa a pie. Decidí tomarme una ducha rápida, no tardé ni diez minutos en el baño; siempre he preferido las duchas largas. Corrí al closet, me puse lo primero que me conseguí; Ropa interior, jeans azul, zapatos de cuero, una camisa manga larga. Bajé las escaleras raudamente, fui al comedor. Supuse que mis padres estarían allí desayunando.
—Hijo, Clarita ya viene con tu desayuno—dijo mamá cuando me vio venir. Igual la seguía viendo muy cansada.
—No mamá, no me quedaré a desayunar, tengo un compromiso, pero primero quiero cuestionar a mi padre— aclaré.
— ¿Cuestionarme?, ¿tenemos un asunto pendiente?—Se hizo el sorprendido, pero teníamos varios asuntos pendientes.
— ¿Papá, tú serías capaz de someterme a electroshock?— Sabía que era un sueño, pero sin embargo las dudas me ganaban.
—Pero qué barbaridades dices, jamás seríamos capaces de eso— No le creí.
—Me temo que últimamente estás insinuando cosas—dijo mamá desconcertada.
—Insinuando no madre— contradije—, examinando es la palabra concreta, y creo que si ustedes me aman tanto como dicen deberían aclararme mis dudas porque sé que esa verdad que ando buscando, esa respuesta ustedes la tienen y por razón alguna no la quieren revelar— tal vez había exagerado un poco—, por lo que decidí examinar madre, "examinar"—dije haciendo comillas con los dedos.
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Asesina: El secreto de Lysa
Mystère / Thriller¿Qué haría si su «conciencia» le diera órdenes para asesinar con el pretexto de que está haciendo justicia?, ¿caería en la tentación, o intentaría no ser manipulado/a? Lysa es una joven venezolana-canadiense de veintiún años de edad que tenía una...