Capítulo 10

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Sin prestar mucha atención a aquella pregunta decido arreglar un poco la casa y salir a pasear un rato por el parque, quiero respirar aire puro, no puedo estar encerrada aquí.

Me alisto, arreglo mi cama y habitación, después bajo a la cocina a comer un poco, al terminar de hacer todos los deberes salgo al jardín con las llaves en la mano, mi celular, libreta de dibujo y lápices en mi bolso.

Camino unas cuadras hasta llegar a un pequeño kiosco donde venden refrescos, pido unas Lays naturales y me las voy comiendo a medida que camino por el sendero.

La mañana es fría y sin ningún rastro de calor, todo es tan húmedo y gélido que puedo ver mi aliento en el aire cundo respiro. No he traído sudadera y se me empiezan a entumecer las manos.

Que bien Arysa.

Llego a el café de siempre y me siento en una mesa alejada de todo, dónde puedo ver todas las personas entrar y salir del local. Por alguna razón siento que este lugar ya es parte de mí, un lugar de buenos recuerdos y momentos inolvidables.

Los dueños de la cafetería son amigos de mis padres y me permiten entrar sin pagar por nada, a excepción de la comida.

Saco mi libreta de dibujo y localizo y escruto el lugar con la mirada. En mis dibujos ya he logrado pintar el local desde diferentes perspectivas, y las ideas se van acabando a medida que los bocetos son más espectaculares.

Un muchacho que trabaja en el local viene hacia a mí y me saluda con una sonrisa.

—Hola.

—Hola—sonrió con timidez.

—¿Vas a pedir algo?—cuestiona confundido. Niego con la cabeza.

—No, no. Los dueños del local me conocen y me dejan entrar aquí, ya sabes...—pienso la palabra correcta para que no suene tan mal—, ¿gratis?

Su boca forma una gran "O" y asiente para después irse.

No fue la palabra correcta.

Suspiro frustrada y empiezo a dibujar a aquel chico de ojos marrones intensos.

Mis trazos son rápidos pero precisos y definidos, he mejorado a medida que pasaba el tiempo.
Dibujar es mi pasión me ayuda a ordenar mis ideas y serenar mi mente, lo mismo pasa con el piano y con el canto.

Termino antes de lo pensado y admiro mi trabajo; no esta mal en comparación de cuando empece a retratar personas.

Entra otro cliente mas al café, haciendo sonar la campanilla del local; provocando que voltee. Es Sander

Esta con su típica sonrisa ladeada y su cabello húmedo por el sereno de la noche.

Sus ojos tienen un brillo diferente desde la última vez que lo vi.
Al verme su sonrisa ladeada se vuelve completa, no puedo creer que pensé que era un idiota arrogante, como había dicho cuando lo conocí; era muy problable que lo estuviera juzgando mal.

Antes de que se acerque, recogo mis cosas y paso a su lado al salir; al verlo noto algo diferente es su mirada y su expresión cambia.

No le doy la posibilidad de que diga algo ya que echo a correr, al igual que él detrás de mí.

***

Corro más rápido; como si temiera por mi propia vida, paso el parque tan rápido que si  no viera mis pies moviéndose juraría que estoy volando.

Los pasos los escucho detrás de mí, pero me temo que si me detengo me interrogara con un montón de preguntas, las cuales no quiero responder.

Flatan unos cuantos pasos para llegar a mi casa cuando diviso la figura de un chico frente a mi. Sander.

***

¡Hola! Mis queridos lectores, antes que nada no me maten porque juro por mis libros que no he tenido tiempo, así que perdón.
Enserio trataré de escribir más seguido pero no puedo afirmar cuando será.

Gracias por leerme.

Los quiere Sky-Time


La misteriosa vida de Arysa Shallow//#PGP2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora