Ambos chicos llevaban alrededor de 10 minutos sentados en el sillón sin decir absolutamente nada, hasta que el mayor finalmente habló.
-¿Quieres hablar sobre eso? -Preguntó preocupado, el contrario sonrió débilmente.
-No es nada, sólo que mi padre es homofóbico y tiene como hijo al más homosexual que puedas conocer en tu vida -sonrió con ironía, pero con rastros de lágrimas en los ojos, Bambam torció su boca en una mueca -Sólo lo soporto por mi madre, vivo en esa casa por ella, para protegerla de ese hijo de perra, él la golpea, me golpea, pero ahora que me echó de la casa no se qué hacer para proteger a mi mamá, ella no se merece el maltrato que le da ese hombre -sus ojos se cristalizaron y su voz comenzó a cortarse.
-Ven aquí Yugyeom -El mayor abrió los brazos para el chico y este no rechazó, recostó su cabeza en el pecho del más bajo y abrazó su pequeña cintura, el tailandés pasó sus brazos por la espalda del menor y delicadamente acarició su espalda. Yugyeom ya estaba llorando en el pecho del chico.
-Todo se arreglará Yugyeom, tranquilo -Susurraba con delicadeza en su oído, el otro sólo lo abrazó más fuerte y siguió llorando.
El chico continuó llorando por casi 30 minutos más, Bambam se encargaba de abrazarlo, susurraba cosas tranquilizantes en su oído, acariciaba su espalda. Cuando Yugyeom volteó a ver al chico a los ojos sus ojos estaban rojos de tanto llorar, sus pestañas húmedas, sus mejillas sonrojadas, sintió un nudo en la garganta.
Bambam tomó el rostro de Yugyeom entre sus manos y besó sus lágrimas, el menor sonrió débilmente y abrazó al mayor.
Así se mantuvieron por mucho tiempo. Desde ese momento ambos chicos se dieron cuenta que habían formado un lazo muy fuerte.
El tiempo pasó volando, ambos chicos seguían abrazados, Yugyeom había parado de llorar, ahora se encontraba acariciando el rostro del mayor, le gustaba tocarlo, acariciar su cabello, admirar cada facción del tailandés.
Eran alrededor de las 23 horas.
-Creo que deberíamos dormir, puedes tomar mi cama, yo dormiré en el sillón -Bambam habló.
-No te preocupes, yo puedo dormir aquí en el sillón -Le sonrió al mayor aún admirando su rostro.
-¿Vas a estar bien? -Preguntó el tailandés preocupado.
-Sí, anda, ve a dormir -Acarició el rostro del contrario.
Bambam se levantó del sillón y le dio una cobija y una almohada a Yugyeom, fue directo a la cama y se recostó.
Bambam no podía dormir, no podía evitar pensar en las consecuencias de sus acciones, había ofrecido su hogar a Yugyeom para que se quedara con él, el chico rápidamente cambió la perspectiva que tenía sobre el chico, lo juzgó sin conocerlo y se sentía mal por eso. Yugyeom no merecía nada de lo que le estaba pasando.
Los sollozos de Yugyeom sacaron de los pensamientos al chico.
-¿Yugyeom estás bien? -Preguntó Bambam preocupado.
-Sí, no te preocupes, estaba por dormirme -Dijo con un hilo de voz.
-Yugyeom, estás llorando de nuevo, ven -Bambam lo llamó.
El menor se acercó a la cama del mayor y gateó por la cama hasta llegar a los brazos del tailandés.
-¿Por qué lloras ahora? -Preguntó acariciando el cabello del menor.
-No te merezco, eres la persona más buena y dulce que he conocido -Yugyeom abrazó al más bajo.
-No sabes ni lo que dices Yugyeom -El peliblanco dejó escapar una melodiosa risa.
-Tienes la risa más bonita que he escuchado -Yugyeom miró a Bambam sonriendo, el mayor sintió sus mejillas arder.
-Mejor duérmete Yugyeom, mañana no querrás despertarte -Bambam cambió de tema, Yugyeom sonrió y cerró sus ojos.
Esa noche ambos chicos durmieron abrazados.
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Creo que este fic será un poco fluffy
No tenía planeado actualizar en jueves, normalmente lo hago los domingos pero bueno, tenía ganas de subir otra parte lmao, intentaré actualizar más seguido.
