La noche cayó, las estrellas se reflejaban en la cristalina agua de aquel lago, se oían levemente los grillos cantando. La luz de la luna era la única iluminación de aquel parque.
Bambam estaba recargado en el pequeño puente de madera, mirando las estrellas. Se estaba abrazando a sí mismo porque el clima comenzaba a refrescar.
-¿Tienes frío?- Yugyeom preguntó detrás de él, el contrario se asustó un poco porque no se había dado cuenta de la presencia del otro.
-Un poco- Contestó el tailandés.
-Que mal-.
-Aquí es donde me prestas tu chaqueta Romeo- Bambam rió.
-No, prefiero abrazarte- Dicho esto abrazó al contrario y depositó un beso en su mejilla.
Bambam rió y se acurrucó en el pecho del contrario.
-Bamie-.
-¿Sí?-.
-¿Puedo preguntarte algo?-.
Oh no, aquí viene- Bambam pensó.
-Hazlo- tragó saliva.
Yugyeom lo dejó de abrazar y se puso frente a él.
-Bueno, ya sabes, me gustas mucho, sé que yo también te gusto, yo me preguntaba si- Yugyeom se estaba poniendo ansioso, sentía que sus manos comenzaban a sudar y empezaba a tartamudear de los nervios. A Bambam todo eso le parecía tierno pero no podía evitar sentirse de la misma manera. Tomó las manos de Yugyeom en un intento de calmarlo. El menor soltó un suspiro nervioso, las posibilidades de que Bambam lo rechazara eran altas. - Bueno ¿Quieres salir conmigo?- Soltó con nerviosismo y sus mejillas sonrojadas.
Bambam sonrió para sus adentros, nunca había visto a Yugyeom así de sonrojado. Era la cosa más bonita y tierna que había visto en su vida.
Se martillaba múltiples veces en la cabeza mentalmente, no sabía que contestarle al menor, quería ser su pareja, pero tenía miedo. Su inseguridad estaba atacándolo de nuevo. Mordió su labio nervioso y miró hacia abajo.
Con cada segundo que pasaba Yugyeom perdía la esperanza.
-Está bien si no quieres, no puedo obligarte a nada- Intentó sonar lo menos dolido posible, cosa que fracasó. Soltó las manos del más bajo dispuesto a alejarse de ahí pero la mano de Bambam lo detuvo.
-No he dicho que no- Se atrevió a decir. Yugyeom lo miró sorprendido.- Yugyeom, si quiero, pero tú sabes cómo soy, tengo miedo-.
-No tienes por qué tener miedo, estoy aquí para ti, lo sabes-. Lo abrazó.
-¿Estás seguro de que quieres esto?-. Preguntó con timidez.
-Nunca he estado más seguro-.
-Entonces debes de tenerme mucha paciencia, va a ser difícil lidiar conmigo y mis inseguridades-. Se despegó de él y lo miró a los ojos.
-Entonces ¿Ese es un sí?-. Preguntó con una sonrisa.
- Sí-. Contestó devolviendo la sonrisa. Yugyeom se inclinó hacia su rostro lentamente pero el más bajo lo detuvo-. Pero tómalo con calma-.
-Bien-.
Dicho esto ambos cortaron la distancia y juntaron sus labios en un ansiado beso. Yugyeom llevo sus manos a las mejillas del mayor y las manos de este encontraron su camino hacia el cuello del contrario. Era un dulce e inocente beso, sus labios se movían con lentitud, sintiendo la suavidad del otro. Bambam movía sus labios inexpertamente sobre los del contrario, Yugyeom había sido el primero y no se arrepentía. Las manos de Yugyeom bajaron a la pequeña cintura del mayor y la apretó levemente sacando un leve jadeo de parte del tailandés y sonrió encima de sus labios. Se separaron a pocos centímetros por falta de aire. Sus respiraciones se mezclaban levemente.
Ambos sonrieron. Los labios de Bambam estaban rojos al igual que sus mejillas. Yugyeom no pudo evitar dar un beso corto en sus labios.
-No sabes lo mucho que he esperado para esto- Sonrió y acarició la mejilla del mayor.
Bambam le sonrió de vuelta y entrelazó su mano con la del contrario.
Ambos chicos regresaron a casa como novios. Las cosas iban a ser diferentes de ahora en adelante.
Me siento realizada porque cumplí con subir dos capítulos, yeeee
Esto ya casi llega a los 150 votos, no me lo creo.
Gracias por votar, las amo♡
Y pues yo creo que esta fic va a la mitad o más. Intentaré ser puntal subiendo capítulos, últimamente he estado muy ocupada con la prepa y todo ese pedo de la facultad.
Y pues ya, me voy para no aburrirlas con mis cosas xd
Bye~
