17.

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Final


Casi ha pasado un año entero, el día de la boda de Jaebum y Youngjae había llegado. Se casaron en una quinta hermosa. Arreglos de flores se veían por doquier, músicos tocando sus arpas, violines y flautas, los invitados eran pocos ya que solo invitaron a los amigos y familiares más cercanos. Era una boda pacífica, la música era tranquila, se podían oír los cubiertos chocando con los platos de vidrio, las copas haciendo "clink" al chocar cada que hacían un brindis. Algunos niños corrían por el verde césped, entre ellos la pequeña Suni, era la niña que Mark y Jackson habían adoptado y amaban con todo su ser. Llevaban casi seis meses de casados. Jackson le había pedido matrimonio debajo de la torre Eiffel.

Por el otro lado Yugyeom y Bambam estaban sentados en una mesa tomados de la mano como siempre. Bambam les sonreía con ternura a los niños que corrían de un lado a otro disfrutando su niñez.

-Recuerdo cuando era así- Yugyeom soltó una risita mirando a los niños, el tailandés miró a su novio y sonrió.

-De seguro eras un niño muy guapo- Bambam pellizcó la mejilla del coreano.

-El más guapo- corrigió el pelinegro y se acercó para besar los labios del contrario, pero una pequeña de cuatro años los interrumpió.

-Tío Bambam, cárgame- Suni levantó sus bracitos intentando alcanzar al tailandés, Bambam rió y la cargó en sus piernas.

-Mira que niña tan linda- Bambam apretó los cachetes de la pequeña y besó su frente, la niña soltó una risita.

-Gracias, papi Mark me arregló- sonrió moviendo su falda celeste de un lado a otro.

Yugyeom miró la escena con ternura, Bambam realmente era bueno con los niños.

-¿Quieres que el tío Yuggie te cargue?- le preguntó el tailandés con dulzura a Suni, ella asintió con una sonrisa, Yugyeom entró en pánico, él sentía que los niños lo odiaban por ser alto y dar miedo, Bambam lo notó y sonrió. –Es una niña Yugyeom, no te va a hacer nada- rió melodiosamente y le pasó con cuidado a la niña. Yugyeom cargó a la pequeña y sonrió, era una niña llena de ternura.

-Tus mejillas son bonitas- la niña rió y apretó las mejillas del coreano con sus pequeñas manos, Bambam sonrió y no pudo evitar sacar una foto.

-Serás un buen padre Gyeommie- el mayor besó la mejilla del menor y este no pudo evitar sonrojarse.

-Hasta parece que quieres más a tus tíos que a nosotros- Jackson rió y tomó a la pequeña delicadamente en sus brazos.

-También te quiero mucho papi- besó la mejilla de Jackson.

-Ya nos vamos chicos, Suni tiene que irse a dormir, mañana es su primer día en el kínder y después no se querrá levantar- Mark avisó y la pareja asintió. –Nos vemos después, disfruten la fiesta- sonrió y se fueron.

Bambam se colgó del cuello de Yugyeom y lo besó con ternura. El coreano sonrió y tomó con delicadeza el rostro del tailandés.

-Estoy tan enamorado de ti- el mayor confesó sin dejar de mirar los ojos de su novio. El corazón de Yugyeom se aceleró, no podía esperar más tiempo.

-Ven amor, quiero mostrarte algo- lo tomó de la mano y se alejaron a una distancia considerable de las demás personas.

Yugyeom abrazó al más bajo de la cintura mientras que este pasó sus brazos alrededor de su cuello balanceándose con ritmo al son de la música. Duraron unos minutos de esa manera hasta que el coreano decidió hablar.

-Kunpi, soy realmente feliz a tu lado amor, quiero ver esa sonrisa en ti por siempre, quiero cuidarte de todo lo que te pueda hacer daño, quiero hacerte reír en tus días difíciles, quiero hacerte verdaderamente feliz, estar a tu lado apoyándote en las buenas y en la malas, cumplir todos tus sueños, ser dueño de tu felicidad y estar contigo para siempre, así que- el pelinegro sacó una pequeña cajita de terciopelo y la abrió mostrando un simple anillo de oro con sus iníciales grabadas en él. Bambam sintió sus ojos cristalizarse al instante, se tapo su boca con ambas manos y sus lagrimas salieron automáticamente de sus ojos. -¿Quieres casarte con este chico que te ama con todo su corazón?- preguntó en coreano intentando contener sus lágrimas de igual forma.

El tailandés asintió frenéticamente sin poder ser capaz de pronunciar una palabra y se lanzó a los brazos de Yugyeom. Lo besó como si sólo dependiera de ello. Sus labios se movían con suavidad, un beso lleno de amor y sinceridad. El pelinegro corrió sus manos hasta las mejillas de su novio y limpió delicadamente sus lágrimas. Estaba tan feliz de que su Bambam hubiera aceptado su propuesta. Se separaron por falta de aire, los ojos del mayor brillaban con ilusión, Yugyeom quería ver ese brillo por siempre. El coreano le puso el anillo con delicadeza al más bajo y después de eso entrelazó sus dedos.

-Soy tan feliz- el mayor abrazó a su prometido con fuerza –te amo tanto- se paró de puntas y besó cortamente los labios de Yugyeom.

-Te prometo hacerte aun más feliz- abrazó al más bajo acariciando su espalda. -Tendrás la boda de tus sueños, te lo aseguro- besó su frente con calidez.

-Regresemos a la fiesta, no puedo esperar para decirle a Jaebum y Youngjae sobre esto- Bambam le mostró su anillo con emoción, Yugyeom tomó su mano y la besó.

-Lo que digas amor- sonrió completamente enamorado y ambos regresaron a la fiesta.

Tan pronto como regresaron Bambam no pudo evitar contarles la buena noticia a sus mejores amigos, estos lo felicitaron y brindaron por ellos. La pareja comprometida pasó el resto de la noche bailando sin despegar sus ojos de ellos mismos, estaban tan enamorados, cualquier persona que los viera se daría cuenta de ello.

La fiesta terminó, Jaebum y Youngjae se irían de luna de miel el siguiente día y debían reponer sus energías para su vuelo. Eran alrededor de las dos de la mañana, Bambam estaba muy cansado, además el siguiente día tendría su primera entrevista de trabajo, lo cual le emocionaba mucho. Yugyeom ya trabajaba, y realmente le gustaba su trabajo, era instructor de baile, trabajaba por las mañanas y así podía pasar el resto de la tarde y noche con su novio. Les funcionaba a ambos.

La pareja recién comprometida entró a su habitación entre besos y torpes pasos hasta la cama. Yugyeom se acostó encima del más bajo con cuidado de no aplastarlo.

-Quiero que me hagas el amor en este instante Yugyeom- Bambam dijo sin ningún pudor, el mencionado sonrió y acarició la mejilla de su prometido.

-Pero mañana tienes una entrevista de trabajo, no querrás pararte de la cama- el coreano ronroneó en su oído haciendo que miles de escalofríos recorrieran el cuerpo del mayor.

-No me importa, hazme tuyo ahora mismo, no aguanto más- susurró el tailandés con voz ronca.

-Como desees- lo besó en los labios y se posicionó para comenzar a desvestirlo.

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Pues este es el final chicas:(

Perdón si no están satisfechas con el final, no sé escribir finales:(

La próxima semana subo el epílogo.
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Btw, mañana subiré un capítulo extra, no es necesario leerlo si no quieren, será el lemon, para que vean que no soy tan mala;)

Las amo mucho, chau.

Happiness ; YugbamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora