Loca por él (Gustavo Daneluz y tú)

¡Ya Estamos Tarde!

—Entonces ___ ¿Aceptarías casarte conmigo?
—¡Claro que sí! Mi Gustavo, siempre he soñado con este momento.

Gustavo se acerca para ponerme el anillo en el dedo anular y yo lo miro con contemplación

—Pero esto te debe de haber salido carísimo.
—No te preocupes, es un regalo por parte de tu prometido— me da un ligero beso en la mano derecha.
—No puedo creer que me esté pasando esto—observo con detenimiento mi anillo resplandeciente con un diamante en el centro
—___—Escucho que me llaman a lo lejos
—___ Despiertaaaaa…—Vuelvo a escuchar que me llaman pero esta vez lo escucho más cerca. Oh por dios ¡El diamante me habla!
—¡___! ¡Levántate ya!— Me levanto de golpe y veo que todo era un sueño.

Demonios, yo quiero un anillo con un diamante parlante.

—¿Ah?—me restriego los ojos para ver quién había interrumpido mi hermoso sueño—¿Qué hora es?

—La hora de que te levantes, ___—era mi mamá— tienes que desayunar y tienes que viajar, date un baño rápido porque el desayuno ya estará listo.

Me levanto de mi cama rápidamente y me aseo. Cuando bajo al comedor estaban mi papá, mi hermano y mi mamá esperándome

—¿Ya llamaron a Martina?—pregunto y me llevo un sorbo de jugo de naranja a los labios
—Dice su mamá que ya está llegando— contesta mi madre
—Pues dile que se apure— anuncia mi padre— porque ya van a ser las 6:30
—¿6:30? No puede ser, tenemos que estar ya en el aeropuerto.

Me levanto de la mesa y Jeff me ayuda a colocar las maletas en el auto, en eso lega Martina

—Rápido Martina— la saludo con un beso en la mejilla—  No hay tiempo ¡Sube ya!
—___, mamá y yo no podremos ir  a despedirte en el aeropuerto, yo tengo trabajos que hacer y mamá prefiere quedarse- me dice mi hermano— así que- me da un fuerte abrazo que me deja sin respirar —te deseo un buen viaje, hermanita.
—Gracias Jeff, te traeré una chica a ver si te quiere con todo y  mocos.
—A ver si tu “Gus” se enamora de un tumor andante—dice cruzándose de brazos

Mi mamá se me acerca con lágrimas en los ojos.

Oh no, momento sad activado.

—Te quiero mucho—me abraza y yo le correspondo—Cuídate princesa, no te olvides de mandarme fotografías y de contarme lo que les pasa cada día.
—No te preocupes mamá, estaré hablándote a cada rato—le doy un beso en la mejilla— te amo.
—O te apuras o perdemos el vuelo— Dice Martina sacando su cabeza de la ventana del auto
—Hazte más allá, que no entro— empujo a mi amiga—Ya estamos listas.

Llegamos con las justas a reservarnos los asientos, faltando veinte minutos.

—El auto que los llevará al hotel estará ahí a la hora que el avión llegue, procuren no demorarse en salir—me informa mi papá mientras mira su celular
—Adiós papá— le doy un fuerte abrazo- cualquier cosa que pase, te avisaré.
—Te quiero hija—me da un beso en la frente— ¡Buen viaje!
—Martina despide a mi papá de lejos y entramos a la sala de embarque

10 minutos después

—A mí me toca el asiento que da a la venta…—¡Martina!
—Lo siento, pero ya me senté— me sonríe
—Sabes lo pesado que es viajar al medio de los tres asientos.
—Si quieres podemos cambiar de sitio cuando quieras— levanta su pulgar derecho.
—A ver si cumples lo que dices— ruedo los ojos y miro a la izquierda para saber quién se sentará a mi lado

¿Un anciano?

Lo que faltaba.

—No creo poder soportar 6 horas de viaje así— me cruzo de brazos resignada.
—Vas a ver que se va a pasar el tiempo así de rápido— Martina chasquea sus dedos.
—Y tú vas a ver que mi paciencia se va a acabar contigo así de rápido— hago el mismo gesto que realizó hace unos cuantos segundos